El presidente Lai Ching-te participó en la Cumbre Anual de Concordia 2025 mediante un mensaje de video grabado, en el que se comprometió a mantener la unidad y trabajar junto con las democracias del mundo para forjar un entorno más seguro, estable y próspero.
La Segunda Guerra Mundial terminó hace 80 años, señaló el mandatario, pero los países del mundo aún enfrentan desafíos como la expansión autoritaria y las tensiones geopolíticas. Ninguna nación puede afrontarlos sola, afirmó, y añadió que la única manera de resolver estas crisis es a través de la unidad y el fortalecimiento de las asociaciones democráticas como camino para preservar la paz duradera.
En primera línea frente a la amenaza del autoritarismo, Taiwán promueve una diplomacia basada en valores, indicó el presidente. Mencionó la iniciativa Taiwán Puede Ayudar y aseguró al público que la nación es un socio confiable dentro de la comunidad internacional.
Según Lai, Taiwán desempeña un papel clave en la cadena de suministro internacional de semiconductores, y el Gobierno seguirá colaborando con socios globales, complementando sus capacidades con las ventajas de Taiwán en la fabricación de chips y en sus clústeres industriales integrales, a fin de garantizar el desarrollo sostenible de las cadenas industriales.
Taiwán está reforzando sus capacidades de defensa nacional y la resiliencia de toda la sociedad, indicó el presidente, agregando que el presupuesto de defensa de la nación superará el 3 por ciento del PIB el próximo año y alcanzará el 5 por ciento en 2030. Otras tareas implementadas por el Gobierno incluyen el avance de la ciberseguridad, la mejora de la alfabetización mediática de los ciudadanos y la lucha contra la desinformación, añadió Lai.
De acuerdo con la Oficina Presidencial, la cumbre fue organizada por la organización sin fines de lucro Concordia, con sede en Nueva York, al margen del 80.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Entre los demás líderes que pronunciaron discursos en el evento se encontraban el presidente Luis Abinader de la República Dominicana y el presidente Alar Karis de Estonia.