El pato suele ser un plato tradicional en cocina china, y los campesinos chinos han criado patos por siglos. Fueron introducidos a Taiwan de China continental durante la dinastía Ching (Manchú), y la producción anual ha llegado a 50 millones. Sin embargo la cría de patos es todavía sombreada por la de pollos en Taiwan. Hoy, Taiwan tiene numerosas granjas, algunas de las cuales crían más de 100,000 pollos. En comparación la cría de patos se ha quedado en una etapa no desarrollada Recientemente, como el consumo de pollo es tan universal, la gente en Taiwan ha deseado mayor variedad. Inevitablemente han vuelto al pato, y esto ha tenido el efecto de levantar el precio. Antiguamente, el pollo era más caro que el pato pero hoy en día, lo contrario es verdad.
Los crecientes precios y la demanda en aumento de pluma de pato para la exportación han impulsado al gobierno de la República de China a mejorar técnicas de cría. Un centro de investigación se estableció en 1972, que es el segundo del mundo. El otro está en la Universidad de Cornell de Estados Unidos. La finalidad principal de este centro es desarrollar la investigación y experimentos de la cría del pato y su genética con el motivo de reducir costos y mejorar la calidad. Los problemas más complicados de la exportación de patos y de su pluma son colores combinados y el reglamento de cuarentena en los países extranjeros. Los patos indígenas de Taiwan suelen ser negros o morenos, y las plumas dejan raíces negras después de ser desplumados, lo que los hace poco atractivo para los clientes. Hace más de 10 años, los criadores de patos de Taiwan decidieron importar patos pekineses de Estados Unidos para mejorar la especie. Aunque estos patos no son tan ideales a causa de su apetito enorme y la demasiado grasa, de todas maneras su pluma blanca dió a los campesinos locales una idea. Al principio, simplemente cruzaron patos de Pekín con la variedad del tsaiya local, pero la descendencia no era blanca y su pluma tenía, poco valor comercial. El segundo paso del centro incluyó experimentos genéticos con patos de Pekín, el tsaiya local y una raza australiana, hasta otro mestizo, que resultó el blanco puro, combinando el crecimiento rapido con vigor, buen sabor y pluma blanca pura, y tiene muy buena demanda en los mercados locales y extranjeros.
Los criadores de patos en Taiwan superaron el segundo problemas, los reglamentos de cuarentena en países extranjeros, por medio de la exportación de huevos fertilizados en lugar de las aves. Los huevos se incuban por 20 días y se transportan por vía aérea a los mercados de exportación casi siete días antes que salgan los patitos del cascarón. Ese procedimiento evita los problemas de cuarentena y las cuestiones de crianza y administración. Taiwan corientemente exporta más que siete millones de huevo y tres millones de kilogramas de pluma por año. El mérito de este éxito pertenece en gran parte a una pareja joven, el Sr. Tai Chien y su esposa, Liu Jui-chen, que trabajan en el centro. Los dos son graduados de la Universidad Nacional de Taiwan. La contribución de la pareja ha sido reconocida por el gobierno cuando Tai fue elegido como uno de los científicos y técnicos sobresalientes de 1977. La jóven pareja examina cada pato y huevo, separan los patos de los patos machos y usan solamente la inseminación artificial en la crianza. Se pesa cada pato todos los días para determinar la eficacia de la conversión de forraje, y el forraje es preparado según fórmulas científicas.