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La talla en miniatura: Arte de reyes - Por Julia Sun Su-ming

26/04/1982
Una pieza de talla en miniatura es considerada con frecuencia más que una forma de arte. Es una maravilla. Imagínense: ¿cómo es posible que un pedacito de marfil del tamaño de una semilla de ajonjolí pueda llevar 147 caracteres chinos - el manuscrito completo del testamento del Dr. Sun Yat-sen? ¡Qué limitaciones y requisitos aparentemente imposibles! Y ¡qué habilidad y paciencia! Tener una vista superior al promedio normal es el primer requisito para un artista que acepte el desafío de entregarse a la escultura en miniatura. Segun Huang Lao-feng, un maestro de este exquisito arte, nunca ha utilizado lentes de aumento para trabajar, aunque es definitivamente necesaria una lupa para leer el manuscrito. Huang, nativo de Cantón, reside actualmente en Malasia. Escapó de Cantón a Malasia después de la caída de China Continental en 1950. Este chino de ultramar de 71 años abandonó su práctica de tallar miniaturas a los 46 años, cuando se lo prohibió su debilitada vista. La mayoría de las obras de Huang, que son más de 200 piezas, fueron hechas durante los 18 y 46 años de edad. El marfil es el material preferido para la talla en miniatura debido a su delicadeza y lisura. Antes de empezar este arte Huang había tenido mucha experiencia en la talla común del marfil. En la China antigua, algunos artistas utilizaron las pepitas de cereales como material para su trabajo. Una obra maestra que está ahora en exposicion en el Museo Nacional del Palacio es un almendro en el cual está tallado un barco con varias personas en él bebiendo y jugando ajedrez. Además de tener la habilidad propia de tallar, el artista debe ser un especialista en la caligrafía china. Así por ejemplo, los caracteres en el pedacito de marfil fueron tallados con una aguja de acero. Huang reveló que podía terminar 20 a 25 caracteres en dos horas con tal de que se encuentre tranquilo y con las mismas condiciones físicas de que gozaba antes de que disminuyera su vista. La coherencia es la clave para hacer este trabajo, ya que esta tarea requiere de concentración absoluta. Dos horas de trabajo sin interrupción eran el límite para Huang en cada día laboral. La talla en miniatura atrae a muchos, pero muy poca gente se atreve a intentarla a causa de la reclusión y las habilidades requeridas. Huang tuvo 12 estudiantes después de su jubilación. Entre ellos, Kuan Hsueh-tseng de Taipei, quien realizó algunas obras maestras. Kuan terminó una pieza de talla en miniatura de 6.592 caracteres chinos en un pedacito de marfil de 20 centímetros cuadrados que ha sido donado al Museo Nacional de Historia. La talla en miniatura solía ser un arte de la corte imperial en la dinastía Ching, cuando se patrocinaba a los artistas y sus obras eran conservadas en el palacio. Es interesante anotar que la familia real de Gran Bretaña muestra también interés en este exigente arte. Entre las joyas incrustadas en la corona real llevada por la Reina Isabel II hay, un pedazo de talla de marfil de Huang en el cual está grabado el manuscrito completo de la versión china del juramento tomado por la soberana cuando subió al trono en 1952. Huang preserva la mayor parte de sus obras, aunque coleccionistas en todo el mundo le solicitan constantemente sus piezas. El Presidente Chiang Kai-shek, el jefe de Estado de Malaysia, Tuanku Ahmad Shah, la Reina Isabel II y el ex-Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, han sido algunos coleccionistas privados de las obras de Huang. Algunas de sus piezas están expuestas en los museos de la República de China, Singapur y Malaysia. La talla en miniatura sigue siendo, así, un arte de reyes.

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