Taiwan Today

El día 15 de la octava luna es una de las alegres festividades celebradas tradicionalmente por el pueblo chino. El festival de la Luna de Otoño, o de la Cosecha de Otoño o de Mediados de Otoño, según los varios nombres con que es designado, es una de las varias ocasiones a lo largo del año en que las familias, dispersas por las exigencias de las varias ocupaciones de sus miembros, tienden a reunirse. Todos los medios de transporte público extienden al máximo sus facilidades para permitir el desplazamiento de enormes cantidades de personas que procuran regresar a sus familias antes de la caída de la noche y, una vez realizada la reunión, partir nuevamente en conjunto hacia las costas del mar o de los ríos, hacia parques y plazas, o simplemente al campo abierto, para contemplar a gusto la luna llena de otoño. Según la antigua leyenda china, allá, en el apacible astro nocturno, habita la bella Chang-O. Chang-O era la esposa de un oficial de la guardia imperial, hacia el año 2.000 a.C. El oficial, Hou Yih, además de tener por esposa a una de las mujeres más hermosas del imperio, era hombre de excepcionales cualidades. En cierta ocasión aparecieron en el firmamento diez soles que amenazaban abrasar la tierra y sus habitantes. El Emperador, preocupado por el bienestar de sus súbditos, ordenó a Hou Yih evitar la catástrofe. Hou, arquero renombrado, tomó su arco y sus flechas y destrozó a nueve de los diez soles, salvando así al país. Impresionada ante tal hazaña, la Diosa de los Cielos Occidentales encomendó a Hou Yih la construcción de un palacio de jade multicolor. Los resultados agradaron de tal modo a la Diosa, que en recompensa aquella obsequió al oficial imperial con una píldora conteniendo el elixir de la inmortalidad. Hou debía tomar la píldora sólo después de haber observado un año entero de ayuno y oración. Hou guardó la píldora en su casa y poco después debió partir en nueva misión. Chang-O, quien no sólo era muy bella sino también muy curiosa, encontró la píldora y sin más la tomó. Hacerlo y encontrarse transportada por los aires hacia la luna fue todo uno. Allá en la luna vive Chang-O eternamente. Y en este día en que la reina de la noche se muestra en todo su esplendor, el pueblo acude a contemplarla, esperando descubrir a Chang-O en su superficie. El festival cayó este año el 11 del corriente. Según la costumbre establecida, el gobierno, la industria y parte del comercio, concedieron vacación por la tarde de ese día, facilitando así las reuniones familiares y el regocijo de la ocasión, endulzado con los sabrosos "Yueh Ping" o pasteles de la luna, que todo el mundo come como parte de los festejos.