“Descubriendo Taiwan” en el Museo Nacional de Taiwan.
En noviembre de 2017, el Museo Nacional de Taiwan (NTM, siglas en inglés) lanzó una nueva exposición permanente: “Descubrir Taiwan: volver a visitar la era de la historia natural y los naturalistas de Taiwan”. Esta es la primera vez que se exhiben de manera conjunta elementos de diversos campos de estudio, como el salmón formosano de tierra cercada o las tobilleras de Mona Rudao. Con una amplia selección de artículos recogidos personalmente por naturalistas de los siglos XIX y XX, la muestra destaca las variadas y preciosas colecciones acumuladas por el NTM a lo largo del siglo pasado, permitiendo a los visitantes ser testigos del descubrimiento mundial de especies y artefactos nativos de Taiwan.
Si el último documental del director Chi Po-lin Más allá de la belleza: Taiwan desde el cielo ofrece una visión a vista de pájaro, entonces la exposición del NTM ilustra de manera concreta –a una escala más pequeña– la diversidad de especies autóctonas y la cultura local, a través de una serie de especímenes y artículos hechos a mano.
Li Tzu-ning espera combinar elementos como la cultura, la historia, la naturaleza y el arte para despertar la curiosidad del público sobre la flora y fauna que nos rodea. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
Decodificando las ciencias naturales
Gracias a la mejora de las técnicas de navegación y al impulso de la expansión territorial durante el siglo XIX, personas de muchas naciones pusieron pie en tierras desconocidas para explorar y descubrir. A lo largo de dicho periodo, Taiwan atrajo a diferentes expertos y académicos extranjeros.
Motivados por su curiosidad sobre la flora y fauna nativa, marineros, médicos, exploradores y diplomáticos llegaron a Taiwan en barco. Estos atravesaron Taiwan a pie, explorando cada rincón de la isla, empleando una variedad de métodos para registrar minuciosamente sus hallazgos a lo largo del camino. Independientemente de sus profesiones, este grupo fue referido colectivamente como “naturalistas” o “historiadores naturales”, y los especímenes que recogieron se convirtieron en preciosos objetos de museo.
El primer museo de Taiwan, el Museo de la Oficina del Virrey de Taiwan, se fundó en 1908 durante la época colonial japonesa. Gracias a este, los naturalistas descubrieron que tenían un escenario para la exhibición pública de sus contribuciones.
Yonetaro Kikuchi preparó personalmente este par de faisanes Mikado (macho a la izquierda, hembra a la derecha). Son tesoros de la colección del NTM. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
El museo se trasladó a su ubicación actual, no muy lejos de la Estación de Taipei, en 1915, y adquirió su nombre actual, el Museo Nacional de Taiwan, en 1999. Si bien ocupa un área pequeña, el NTM tiene una larga historia y abarca diferentes campos de estudio como la antropología, la zoología, las ciencias de la tierra y la botánica. Explotando las ventajas que ofrece su rica y diversa colección, el museo tiene como objetivo atraer al público una y otra vez. Este es el espíritu con el que nació la exposición interdisciplinaria permanente “Descubriendo Taiwan”.
El responsable de la integración global del proyecto es Li Tzu-ning, investigador asociado del Departamento de Investigación del NTM. Li busca trascender la técnica narrativa ortodoxa que los eruditos de las ciencias naturales emplean para transmitir el conocimiento, ofreciendo a cambio un enfoque humanista. Para los investigadores de ciencias naturales, un espécimen es “un objeto que representa una especie”, pero para Li, un elemento en la colección del museo no es simplemente un espécimen; también es un artefacto histórico acompañado de su propio contexto en un tiempo y lugar determinados. “Es hora de romper con la tradición, en lugar de hablar de lo que representa un espécimen en términos de una especie, deberíamos contar el relato de su historia y cultura para permitir que el público perciba la rica historia del artículo desde una perspectiva totalmente nueva”, apunta Li.
Diferentes trazos para diferentes personas: con especímenes que se presentan como obras de arte e imágenes en movimiento en lugar de las tradicionales y pesadas explicaciones de texto, tanto jóvenes como mayores pueden disfrutar fácilmente de la muestra. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
Coleccionistas meticulosos
Li Tzu-ning señala que “Descubriendo Taiwan” tiene la intención de ilustrar cómo estos naturalistas reunieron el conocimiento de una manera ordenada, dando lugar al descubrimiento de muchas especies nuevas, para asombrar al mundo con la diversidad de esta pequeña isla.
La gran criatura ubicada al frente de la sala de exposiciones ofrece una introducción apropiada: un ciervo sambar formosano, uno de los primeros mamíferos taiwaneses conocidos por la ciencia occidental. Un ejemplar fue recolectado en 1862 por el naturalista británico Robert Swinhoe (1836-1877), quien fue cónsul británico en Formosa. Ese mismo año, Swinhoe publicó Sobre los mamíferos de la isla de Formosa en las Actas de la Sociedad Zoológica de Londres. Dicha publicación fue la primera en la que se describían en profundidad mamíferos de Taiwan como el leopardo nublado de Formosa o el macaco de Formosa.
Siguiendo los pasos pioneros de Swinhoe, otros naturalistas hicieron contribuciones sobresalientes en sus campos de especialización.
Yonetaro Kikuchi (1869-1921), especialista en la recolección y taxidermia de animales, fue aclamado por capturar el primer espécimen macho de faisán mikado en el mundo. Muchas especies endémicas de Taiwan fueron descubiertas por él, como la mosca de Taiwan (Microtus kikuchii) y la víbora montañera de Taiwan (Trimeresurus gracilis). Muchos de los especímenes de animales que se muestran en el NTM, incluyendo un par de faisanes mikado macho y hembra, fueron preparados por sus hábiles manos.
Los naturalistas desafiaron el mar y escalaron montañas para adentrarse profundamente en el interior de Taiwan, reunir reliquias culturales de los aborígenes, tomar fotos de ellos y sentar una base sólida para la investigación por parte de las generaciones futuras. (Fotos cortesía de Lin Min-hsuan)
El zoólogo Chen Jian-shan (1898-1988), quien asumió la función de director del museo en 1945, y su estudiante Liang Run-sheng (1914-2002), utilizaron su experiencia en ictiología para hacer muchas contribuciones a la colección de peces del museo. Muchas son especies o subespecies raras, como el salmón formosano de tierra cercada (Oncorhynchus masou formosanus) y el ayu formosano (Plecoglossus altivelis altivelis). Ahora extinto, el ayu formosano solo se puede contemplar a través de los especímenes recogidos por Chen.
El pionero del trabajo de campo antropológico Ushinosuke Mori (1827-1926) recorrió las montañas de Taiwan y visitó numerosas comunidades tribales. Además de coleccionar artefactos aborígenes, utilizó una cámara en su trabajo de campo en una época en la que la fotografía era muy costosa. Mori tomó fotos de muchos indígenas, capturando imágenes de actividades religiosas, diferentes clases sociales, atuendos, artesanías y tótems, a través de las que los visitantes de la exposición pueden conocer la cultura aborigen y los estilos de vida de hace un siglo.
Los expertos y el público interactúan
Los elementos exhibidos en “Descubriendo Taiwan” no están rígidamente dispuestos en las paredes ni encerrados dentro de barreras diseñadas para mantener al espectador a distancia. Algunos objetos que se exhiben en la muestra se ubican en estands, otros sobre el suelo y otros se muestran vívidamente suspendidos en el aire. Una gran parte del espacio expositivo está dedicado a una muestra en forma de mosaico en la que diferentes especímenes parecen hablar el uno al otro. Esta incluye ejemplares de faisán mikado, oso negro formosano y pangolín. Estos especímenes realistas están tan cerca del visitante que parecen estar a punto de saltar de sus vitrinas para saludarte.
Las exhibiciones se actualizarán periódicamente para que los visitantes repitan la visita. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
Además de adentrarse en la espesura para recolectar especímenes, muchos naturalistas también convirtieron sus observaciones en palabras escritas, y esas escrituras nos permiten hoy ver las huellas de nuestros antepasados. En ocasiones, esos registros, preservados a través del tiempo, proporcionan poderosas evidencias del valor original de un artículo. Por ejemplo, durante un inventario de 2015 de la colección del museo, se descubrió que un par de tobilleras con cuentas de concha compradas a aborígenes atayal por dos yenes japoneses en 1929 pertenecieron a Mona Rudao (1880-1930), el jefe tribal seediq inmortalizado en la película Seediq Bale (2011). Esta es la primera vez que estos accesorios, los cuales simbolizan el poder del valiente guerrero, se exhiben con la atribución de haber pertenecido a Mona Rudao.
Algunos de estos naturalistas no solo escribían, también eran artistas dotados de talento. Takiya Kawakami (1871-1915) dibujó y pintó a mano la flora que coleccionó, y sus ilustraciones de plantas con flores todavía parecen obras de arte. Los dibujos realizados por el antropólogo Chen Chi-lu (1923-2014) presentan vívidas representaciones de artefactos aborígenes. Varios tótems de la tribu paiwan, tallados en madera, fueron meticulosamente recreados por él sobre papel.
Las ilustraciones de especímenes son un sello distintivo de las ciencias naturales, ya que capturan detalles minuciosos y visualizan rasgos que el observador casual no ve fácilmente, y por lo tanto han demostrado ser indispensables. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
Los registros escritos y las publicaciones de estos naturalistas se presentan en la exposición junto con sus especímenes, lo que nos permite apreciar el espíritu profesional detrás de su búsqueda del conocimiento. En términos generales, las exhibiciones del NTM se introducen mediante largas narrativas basadas en texto, pero en “Descubriendo Taiwan” se ha preferido utilizar imágenes fáciles de entender, lo que hace que la exposición sea más accesible. Ya sean investigadores especializados, niños pequeños o personas de la tercera edad, cada visitante puede encontrar algo con lo que disfrutar en la muestra.
Vislumbrando el futuro a través del pasado
Solo cuando se comprende el pasado podemos mirar hacia el futuro. Esta máxima está bien representada por la Nueva textura del puente arcoíris de los antepasados de la artista atayal Yuma Taru, que se muestra en una pared en la parte posterior de la exposición. Ella ha tomado varios patrones atayal y les ha dado la forma de triángulos individuales. Sus exitosas recreaciones de textiles estampados tradicionales están envueltas en bloques triangulares de acrílico, mientras que los patrones aún en proceso de reactivación se encuentran impresos en los bloques, los cuales se ensamblan en un collage para simbolizar el puente arcoíris que los miembros de la tribu deben cruzar para reunirse con los espíritus de los antepasados.
Ya sean especímenes de criaturas extintas u obras de arte inspiradas en los artefactos del museo, todos los objetos pueden ayudar al público a vislumbrar el futuro a través del pasado. (Foto cortesía de Lin Min-hsuan)
En esta exhibición, el público puede explorar la historia del extinto leopardo nublado de Formosa. Esta preciosa muestra no solo conserva su código genético para las generaciones futuras, sino que también sirve para recordarnos que una especie que alguna vez estuvo viva se ha desvanecido debido a los daños causados por los humanos sobre ella y su hábitat.
Entre la colección de más de 110 mil objetos del NTM, solo se seleccionaron más de 300 piezas para “Descubriendo Taiwan”. Con el paso del tiempo, de vez en cuando el museo repondrá los artículos exhibidos. Esto permitirá que los objetos expuestos “descansen” y que el público vuelva a visitar la muestra de nuevo. A primera vista, esta es una exposición que requiere una base profunda de conocimiento, pero en realidad la intención del NTM es transmitir la curiosidad que sintieron los que nos precedieron sobre el mundo natural y sus esfuerzos por explorarlo.
“Descubriendo Taiwan” no solo muestra los conceptos históricos sobre los que se funda el NTM, también encarna el celo incondicional de los naturalistas. ¡Siga los pasos de nuestros predecesores, reavive su curiosidad por lo que le rodea y visite el museo para un viaje de descubrimiento sobre Taiwan!