Conoce al dibujante que influenció a una nueva generación de novelistas gráficos en Taiwan, Japón, Hong Kong y China.
Cuando Chen Uen falleció en marzo de 2017, su explosiva creatividad se paró de repente. Sin embargo, el pasado mes de junio se convirtió en el primer novelista gráfico en ser honrado con una exposición en el Museo Nacional del Palacio de Taipei. El maestro se ha ido, pero a través de su trabajo los lectores pueden seguir viviendo en sus cuentos de heroísmo, explorando su universo wuxia (historias de héroes de las artes marciales) una y otra vez.
Un pionero en su campo
La carrera de Chen como artista gráfico comenzó en 1984, año en el que el China Times Weekly publicó Panther the Warrior. Antes de que se cumplieran dos años de su publicación, el artista volvió a dar la campanada con su serie de artes marciales Legends of Assassins. En ese momento, los cómics en Taiwan estaban fuertemente influenciados por el manga japonés tanto en su estilo de dibujo como en los personajes representados. Chen fue el primero en introducir elementos de la pintura tradicional china en el mundo del cómic, estableciendo su singular vocabulario creativo.
El estilo de trabajo de Chen Uen era muy individualista. Esta foto fue tomada para un artículo de Taiwan Panorama publicado en 1992, después de que Chen se hiciera famoso por primera vez en Japón. (Foto de Pu Hua-chih)
Después de Legends of Assassins, Chen fue invitado a crear una nueva serie para la publicación Sunday Comics. Para llevarla a cabo, el dibujante colaboró con el autor Rex How, ahora presidente de Locus Publishing. Abi-Sword fue el resultado del trabajo conjunto de ambos creativos. How, quien escribía bajo el seudónimo de Ma Li, se encargó del texto de dicha obra. Sin la carga de la responsabilidad de escribir el argumento, Chen pudo concentrarse en experimentar con las imágenes visuales. En Abi-Sword, Chen dio rienda suelta a sus instintos creativos: sus pinceladas mezclan el realismo con los trazos fluidos de la pintura china. Además, el dibujante taiwanés usa líneas finas dibujadas con pluma y tinta para dar cuerpo a los detalles arquitectónicos y los movimientos marciales de sus personajes, mientras que en escenas cruciales aparecen gruesas pinceladas que dan vida a la historia.
Por ejemplo, cuando Yu Jing y Shi Fei-hong se pelean en una escena culminante, Chen muestra imágenes de 156 manos en un movimiento en cascada, en marcos distribuidos en una extensión de dos páginas. La estampa muestra un barrido de color blanco, con líneas sueltas que abarcan las siluetas de los personajes mientras la espada de Shi Fei-hong perfora el corazón de Yu Jing. Además, los brazos y los dedos extendidos de Yu se suman al drama de la escena. La página de la izquierda muestra al niño He Wu-sheng presenciando el violento encuentro. La repentina calma de la imagen provoca un efecto impresionante. Ma Li describió la escena como una de las más sorprendentes de la serie.
Chen Uen fue el primer artista en introducir elementos de la pintura tradicional china en el mundo del cómic. (Foto de Chuang Kung-ju)
En 1990, Chen aceptó una invitación de Kodansha, una importante editorial japonesa, para producir su Heroes of the East Chou Dynasty, que fue serializada en la revista Weekly Morning.
Su antiguo aprendiz, Zhong Meng-shun, explica que cuando los representantes de Kodansha le pidieron a Chen que produjera dicha obra, Chen les dijo que no quería utilizar el dibujo a tinta y el sombreado de tramas mecánicas. En cambio, quería experimentar con nuevas técnicas. La imagen de la portada coloreada que representa la infancia del emperador Qin Shi Huang, por ejemplo, muestra guerreros de terracota que Chen pintó con arena. El dibujante también utilizó una variedad de herramientas y técnicas no convencionales, incluyendo un cepillo de dientes para salpicar pintura en la página, la palma de su mano para aplicar pintura, técnicas de quemado y una bolsa de plástico para crear un efecto de textura. Mientras que muchos artistas de manga aplican tramas mecánicas para crear sombreado, Chen decidió usar técnicas de pintura con tinta para dar a luz una trama mecánica con un efecto borroso único, la cual imprimió especialmente para su propio uso.
Crear cómics es una carrera constante contra el tiempo. La presión para producir nuevas imágenes era muy intensa, pero Chen todavía se afanaba por los detalles en su trabajo y utilizaba pinceladas finas para todas sus ilustraciones, apunta Zhong, añadiendo que al principio no entendía a su maestro, pero que después de dos décadas todo cobró sentido. “Para él era arte, no solo un cómic”, señala el discípulo.
Gracias a la exposición “El legado de Chen Uen: arte, vida y filosofía” en el Museo Nacional del Palacio, Zhong Meng-shun ha dado a conocer la obra de su maestro. (Foto de Chuang Kung-ju)
La búsqueda de la innovación
Las obras de arte de Chen causan una gran impresión en la mayoría de los espectadores, pero como profesional, Zhong quería entender cómo Chen lograba producir tales efectos.
Hoy las técnicas de modelado por computadora en 3D permiten que los personajes de acción realicen casi cualquier movimiento y se haga realidad el mundo de la fantasía. Chen fue un maestro de las técnicas sin computadoras. En el videojuego Romance de los Tres Reinos, por ejemplo, Chen presenta una escena de la Batalla de Changban que muestra a Zhao Yun agarrado a Liu Chan, quien monta a caballo. El animal aparece suspendido en el aire con la cabeza hacia el suelo. El cuerpo de Zhao Yun está muy erguido mientras agarra una lanza. La imagen está compuesta como un triángulo invertido, creando un espectáculo emocionante que captura el drama del momento. “Primero conceptualizó la composición ideal para la escena y luego la rellenó con varias figuras”, explica Zhong, añadiendo que “Chen confió únicamente en su imaginación y luego plasmó su concepto en la página”.
Tradicionalmente, las imágenes en las novelas gráficas se presentan a través de una gama limitada de técnicas cinemáticas, como primeros planos, planos largos o tomas aéreas. Cada ángulo de visión representa una elección, pero Chen decidió ampliar las posibilidades. El dibujante taiwanés combinó estilos de pintura, retratando los primeros planos con meticuloso detalle mientras utilizaba métodos a mano alzada para el fondo, así como el uso de elementos abstractos y realistas en la misma imagen.
Aho Huang, editor en jefe de Dala Publishing, estuvo encargado de editar el trabajo de Chen Uen y ha sido instrumental en la promoción de su distribución extranjera. (Foto de Chuang Kung-ju)
A medida que las opciones se multiplicaban también lo hacían la complejidad y las dificultades, pero Chen nunca se cansaba del desafío. El dibujante continuó experimentando con nuevos temas y métodos de expresión, disfrutando constantemente de la emoción de los avances creativos.
Como dibujante, Chen buscaba incansablemente la innovación en su exploración del destino y los asuntos de los mortales. Quería ver hasta dónde podía empujar los límites de su arte.
Zhong Meng-shun señala que Chen Uen tenía el impulso de un deseo creativo que lo empujaba a innovar constantemente, algo que no siempre fue un activo para su carrera comercial, pero sí esencial para su arte. “Debemos pensar en él como artista, no como dibujante”, remarca Zhong.
Un artista original de Asia
A lo largo de su vida, Chen estuvo en Taiwan, Japón, Hong Kong y Pekín. Su trabajo se tradujo al tailandés, al alemán, al inglés y al coreano; las negociaciones para las ediciones italianas y francesas están en curso.
Las obras de Chen causan una gran impresión en la mayoría de los espectadores. (Foto de Chuang Kung-ju)
En 1990, Chen fue invitado a serializar su trabajo en Weekly Morning. Fue la primera persona no japonesa en convertirse en un imprescindible en el mercado japonés del manga y en 1991 se convirtió en el primer ciudadano sin nacionalidad nipona en recibir un premio a la excelencia de la Japan Cartoonists Association, por su serie Heroes of the East Chou Dynasty.
El trabajo de Chen también es muy conocido en Hong Kong, donde trabajó con Wong Yuk-long para crear Dapili (Thunderbolt), una obra basada en el famoso drama de títeres Pili de Taiwan. En dicha ciudad, Ma Wing-shing invitó a Chen a crear un spin-off de Fung Wan (también conocido como Storm Riders). Wong le preguntó una vez a Fung Chi-ming, autor de Dagger, Sword, Laugh, “¿qué es lo que más te gusta del trabajo de Chen?” “Antes de Chen”, respondió Fung, “no me di cuenta de que los cómics podían ser así”.
La reputación de Chen también se ha expandido más allá del mundo de los cómics. El dibujante taiwanés también es muy famoso entre los jugadores de videojuegos. En 2001 se convirtió en el director de arte del fabricante de videojuegos Game Arts y supervisó la producción del juego Romance de los Tres Reinos para PS2, que incluía más de 200 personajes de la famosa novela histórica, los cuales Chen dibujó a mano.
Chen Uen prioriza la composición sobre todos los elementos. Incluso sin los primeros bocetos, el dibujante taiwanés podía lograr los mismos efectos que el modelado por computadora en 3D, como es evidente en esta representación de una escena de la Batalla de Changban en el videojuego Romance de los Tres Reinos. (Foto cortesía de Chen Uen Studio)
En el impresionante producto final, las personalidades de los personajes son reconocibles al instante por sus expresiones y apariencia, y el arte de Chen captura vívidamente toda su majestuosidad, dignidad y profundidad. En 2003, el dibujante taiwanés se mudó a China para trabajar como director de arte en un juego de ordenador en línea que también estaba basado en la novela Romance de los Tres Reinos. En ese momento, dicho estudio se hizo famoso como incubadora de talentos, y muchos de los diseñadores de videojuegos más conocidos de China comenzaron allí.
El pasado mes de junio Chen Uen se convirtió en el primer dibujante de cómics en ser honrado con una exposición en el Museo Nacional del Palacio. “Su pintura puso a prueba los límites humanos del arte”, señala Zhong Meng-shun, añadiendo que “por eso es admirado por tanta gente”.
La exposición “El legado de Chen Uen: arte, vida y filosofía”, comisariada por Zhong, presentó más de 250 piezas, entre ellas ilustraciones, libretos y esculturas originales. El deseo de Zhong para la misma fue que los visitantes salieran con una comprensión más profunda de este notable artista.
Zhong preparó la exhibición con los visitantes en mente, permitiendo que estos pudieran acercarse a las obras de arte de Chen para descubrir los detalles de estas. Gracias a este enfoque, el público pudo descubrir las muchas sorpresas ocultas en el trabajo del dibujante taiwanés y ver cómo amplió los límites de la pintura.
La pintura pionera de Chen Uen de ornamentos de bronce en la armadura de un guerrero influyó en la sensibilidad estética de la industria de los videojuegos. (Foto cortesía de Chen Uen Studio)
“Como lector, me siento extraordinariamente afortunado de haber vivido en el momento en que estaba trabajando”, escribe el novelista Wu Ming-yi. Ashin, vocalista de la banda taiwanesa Mayday, escribió una canción para la exhibición, y además hubo actuaciones de títeres de mano tradicionales.
El cartel de la exposición fue creado por el famoso diseñador Feng Yu. Wang Shi y Wang Wan-jo, de Activator Marketing, han producido una película documental sobre la vida de Chen. Parece que toda la comunidad artística desea presentar sus respetos a este talento único. “Esta no es solo una exposición sobre Chen, sino también una celebración de Pili, Ashin y el Museo Nacional del Palacio”, apunta Zhong, añadiendo que esta “es la reunión más importante de los círculos culturales de Taiwan”. La exhibición supone una oportunidad única para mostrar el poder y la creciente confianza de la cultura local.
Chen era poco social en persona; “todo lo que tengo que decir está en mis pinturas”, dijo una vez. Todo lo que Zhong Meng-shun quiere decir sobre Chen Uen también se pudo encontrar en la exposición.
Chen Uen es el primer novelista gráfico en exhibir su obra en el Museo Nacional del Palacio. La exhibición tuvo lugar del 16 de junio al 17 de septiembre de 2018. (Foto cortesía de Chen Uen Studio)
La obra de Chen Uen, también en varios idiomas, es una de las más completas en el mundo del cómic. (Foto de Chuang Kung-ju)