Una iglesia en Yanshui representa los esfuerzos por reflejar la cultura local a fin de atraer más devotos a la fe.
Hace unos 60 años, la Iglesia del Espíritu Santo de Yanshui, un sector ubicado en la ciudad de Tainan, en el sur de Taiwan, era una capilla sencilla y humilde, decorada austeramente al estilo occidental. En la actualidad, este templo atrae una gran cantidad de visitantes, que incluyen no solo a devotos católicos, sino también turistas y curiosos, fascinados por sus extraordinarias decoraciones.
El templo original fue construido en 1955 bajo la supervisión del padre franciscano Eusebius Mueller. Este espacio fue reconstruido en 1986 por iniciativa del padre Lee Shao-feng, quien tuvo la visión de darle carac- terísticas más autóctonas. Para ello, el presbítero comisionó a un artesano de templos tradicionales taoístas de Taiwan, con el fin de crear ilustraciones dentro del templo con las que los locales pudieran identificarse.
La parte exterior de la iglesia combina elementos de la arquitectura oriental y occidental. Las cruces comparten este espacio con dragones. (Fotos de Chin Hung-hao)
El resultado de este esfuerzo es una iglesia en la que las figuras religiosas, los elementos de culto y los detalles arquitectónicos reflejan al pueblo y la cultura tradicional de Taiwan. Cuando los taiwaneses miran la reproducción de la Última Cena en la Iglesia del Espíritu Santo de Yanhsui, ven en ella a un Jesucristo de rasgos asiáticos, que no parte pan sino mantou (panecillos al vapor). Una pintura de la Creación tiene un Creador que se asemeja a los sabios de la fe taoísta. Todos los personajes bíblicos retratados en este templo, desde los ángeles y los serafines, pasando por la Virgen María, los santos, los apóstoles y hasta los soldados del viacrucis, visten túnicas que no son las usuales y sus facciones tienen rasgos asiáticos.
El techo de la nave principal de la iglesia está sostenido por pilares rojos, como si fuera un templo taoísta, y en las esquinas del tejado, feroces dragones que protegen la estructura comparten el espacio con cruces y otros elementos cristianos. La unión de elementos propios de dos credos y dos culturas está presente en todo el templo, pero es más evidente en las decoraciones del sagrario y el incensario colocado en el altar principal.
La Iglesia del Espíritu Santo ocupa un lugar especial dentro del patrimonio cultural local, reflejando e integrando su entorno y empleando el sincretismo para divulgar la fe, poniendo de manifiesto la libertad de culto que prevalece en Taiwan.
En la nave principal de la iglesia, los acostumbrados íconos religiosos como la Santísima Trinidad, los santos y la Última Cena, están enmarcados dentro de un estilo de templo taoísta local. (Foto de Chin Hung-hao)
Un sagrario tallado en madera se asemeja a los altares para honrar a los ancestros que se colocan en muchos hogares de Taiwan. (Foto de Chin Hung-hao)
Las escenas del viacrucis hacen eco de los cuadros con historias religiosas que se encuentran en los templos taoístas de Taiwan. (Fotos de Chin Hung-hao)
Una imagen religiosa representa a San Francisco de Asís, a cuya orden pertenecen muchos de los monjes misioneros que abrieron el camino de la fe en el sur de Taiwan. (Foto de Chin Hung-hao)
Junto a la Iglesia del Espíritu Santo, se halla una ermita dedicada a la Virgen María, decorada también al estilo de un templo taiwanés. (Foto de Chin Hung-hao)
Un león de bronce defiende la entrada a esta iglesia, como lo haría en cualquier otro templo local. (Foto de Chin Hung-hao)
Una talla en madera que representa a la Virgen María y el Niño Jesús ocupa el lugar principal dentro de la ermita dedicada a ella. El símbolo mariano de la rosa también está presente. (Foto de Chin Hung-hao)
Los nombres de quienes aportaron donaciones para la remodelación y mantenimiento del templo están inscritos en los pilares de la nave principal. (Foto de Chin Hung-hao)
Se pueden hallar múltiples pinturas de ángeles y serafines en el techo y columnas de la iglesia. (Foto de Chin Hung-hao)
La parte posterior de la nave principal contiene representaciones del Génesis, en particular de la Creación, donde se muestra al Creador a semejanza de un sabio anciano taoísta. (Foto de Chin Hung-hao)