Las celebraciones del Año Nuevo lunar combinan tradiciones centenarias con la modernidad de la polifacética sociedad en Taiwan de hoy en día.
Las flores son un artículo imprescindible en estas fechas, ya sea para decorar los hogares o como regalo auspicioso. (Foto de Chin Hung-hao)
Los primeros meses del año se caracterizan por los intensos preparativos para la principal celebración del calendario tradicional en Taiwan: el Año Nuevo lunar. Esta es la más típica festividad tradicional y una de las reuniones de rigor para las familias taiwanesas, lo cual se aprecia en el masivo movimiento de personas dentro y fuera de la nación, así como en la compra y preparación masiva de alimentos y decoraciones específicas, entre otros.
No obstante, las formas más estrictas de las celebraciones tradicionales, que en el pasado exigían reunir a toda la familia, visitar a los padres del esposo y de la esposa en días específicos separados y respetar diversos tabúes asociados con la fecha, han ido cambiando en el ajetreado Taiwan de hoy en día. Si bien todavía se ven multitudes cargadas de maletas y paquetes tomando todo tipo de vehículos a fin de llegar a sus hogares ancestrales, cada vez más taiwaneses aprovechan estos días libres para irse de vacaciones dentro o fuera de la nación, o simplemente pasar el feriado descansando en casa, viendo televisión y comiendo bocadillos.
Las elegantes orquídeas se encuentran entre las predilectas de los compradores. (Foto de Chin Hung-hao)
De cualquier manera, la festividad del Año Nuevo lunar resulta ser una rica experiencia cultural que debe ser experimentada alguna vez en Taiwan, como explica Carlos Quiroz, investigador hondureño en el área de biomedicina en la Academia Sínica, quien lleva cinco años en Taiwan. Quiroz señala que la festividad le ha permitido disfrutar de la hospitalidad taiwanesa, ya que, desde el primer año en la nación, fue invitado por sus compañeros de clase a experimentar la celebración en sus hogares, siendo su primera experiencia en Miaoli, un norteño distrito montañoso. Dichas invitaciones le han abierto las puertas a la auténtica y variada cocina taiwanesa y le han permitido apreciar las costumbres tradicionales que persisten en el seno de los hogares.
La tradición en sus principios
La complejidad de la celebración de Año Nuevo lunar se deriva de su origen como una ceremonia religiosa en la que debían participar todos los miembros de la familia, a fin de presentar sus respetos a los ancianos y los antepasados. En la actualidad, la parte religiosa sigue siendo importante, con muchos fieles acudiendo a los templos para ofrecer incienso o encender velas especiales pidiendo por la protección de las deidades en el año venidero.
La Oficina Presidencial regala una serie de sobres, coplas de primavera y otras decoraciones típicas con motivo del Año Nuevo lunar. (Foto cortesía de la Oficina Presidencial)
Una de las tradiciones que se ha mantenido es la carrera en los templos para ofrecer incienso en el altar mayor. Cerca de la medianoche, una multitud se agolpa ante las puertas cerradas de los templos más importantes, las cuales se abren a las doce en punto para que hombres y mujeres luchen por ser la primera persona en clavar su incienso en el incensario principal y así hacerse de las mayores bendiciones en el año que inicia.
Otra tradición religiosa involucra evocar la protección de las deidades, especialmente para aquellas personas cuyo animal del horóscopo chino no es compatible con el animal que rige en el año venidero. Por ejemplo, el año occidental 2023 corresponde al año del conejo. Curiosamente, se cree que este no es un buen año para los nacidos en años del conejo anteriores, a saber: 2011, 1999, 1987, 1975, 1963, 1951, 1939 y 1927. Asimismo, se considera que hay signos compatibles con el año del conejo, como la serpiente, la cabra y el mono, que gozarán de mucha suerte en dicho año, y a otros que no, como el gallo, el caballo y el dragón, a los cuales dicho año les augura dificultades y penurias. Sin embargo, para los no compatibles y a los nacidos bajo el signo del conejo, hay una solución: se les recomienda tomar parte en un ritual de an tai sui, donde se enciende una vela que “distrae” a los espíritus negativos que quieran dañar a esta persona.
Oportunidad comercial
Katia Marchena, originaria de Costa Rica, ha podido experimentar la celebración del Año Nuevo lunar tanto dentro como fuera de Taiwan. Según nos cuenta, en el seno de su familia, la costumbre de la limpieza exhaustiva de las casas se respeta tanto en Taiwan como en Costa Rica, y es el primer paso antes de cualquier otro preparativo para las fiestas.
Para Carlos Quiroz (primera fila, tercero a la izquierda), la celebración del Año Nuevo lunar ha servido para establecer mayores vínculos en Taiwan. (Foto cortesía de Carlos Quiroz)
Para la empresa donde labora Marchena, que se dedica a la fabricación del tofu y sus derivados, es la época más ajetreada de todo el año. Desde la icónica calle Dihua en la ciudad de Taipei y su equivalente en las grandes urbes taiwanesas, pasando por los mercados tradicionales y las tiendas por departamentos, las ventas de alimentos, flores, decoraciones y otros se disparan, creando escenas llenas de energía entre compradores y vendedores. Multitudes buscan los productos típicos de la celebración, especialmente alimentos, así como regalos para llevar a sus familiares o agasajar a las visitas que vengan a su hogar. En el caso de los productos que distribuye Marchena, muchas personas vegetarianas sustituyen las carnes en los platos tradicionales con tofu. Asimismo, como los fabricantes, expendedores y distribuidores se toman un receso, los clientes prefieren comprar más de lo normal para guardar en casa, por lo que las ventas se disparan, explica Marchena.
Otra costumbre tradicional implica tirar todo lo que no se usa, reparar cualquier desperfecto y de ser posible, comprar enseres nuevos. Gracias a esta costumbre, cientos de empresas de decoración, reparaciones y mueblerías, entre otras, obtienen generosas ganancias en esta temporada.
Esta es la época del año más ajetreada para Katia Marchena, ya que el tofu que fabrica la empresa donde labora es indispensable en la preparación de platos para Año Nuevo lunar, en especial para las personas vegetarianas. (Foto cortesía de Katia Marchena)
Las coplas de primavera, frases auspiciosas que se pegan a los costados y sobre los dinteles de las puertas escritas en papel rojo, son cada día menos caligrafías hechas a mano, siendo sustituidas por las impresas en masa. Muchas empresas como bancos, restaurantes y negocios similares regalan coplas de primavera a sus clientes. Altos funcionarios, como la presidenta Tsai Ing-wen, o los alcaldes de grandes ciudades y distritos, también obsequian sobres rojos y coplas de primavera con diseños originales en estas fechas. En Taiwan, muchas personas van a los bancos o sucursales del servicio de correos a fin de obtener billetes nuevos para darlos como regalo en sobres rojos, como es costumbre durante el Año Nuevo lunar.
En medio de los preparativos, los trabajadores y sus patronos participan juntos en una fiesta llamada wei-ya, la cual consiste en una cena especial de agradecimiento por un año de labores. En la actualidad, la cena ha pasado a segundo plano, mientras que las presentaciones artísticas y las rifas de premios se disputan la atención de los comensales. Esta costumbre está basada en un acto religioso, cuando en el pasado se juntaban comerciantes y agricultores para hacer la última transacción del año y juntos veneraban al dios de la Tierra.
El tradicional plato Buda salta el muro es el favorito del traductor Markus Matthes, quien ha residido en Taiwan por más de 22 años. (Foto cortesía de Markus Matthes, Foto de Huang Chung-hsin/Ministerio de Relaciones Exteriores)
Una cena llena de significado
Tanto antes como ahora, el punto culminante de las celebraciones lo compone el banquete de víspera de Año Nuevo. Hoy en día, la compleja cena puede cocinarse por sí mismo en casa o pedirse como servicio a domicilio, aunque muchas familias ahora prefieren salir a comer a un restaurante especializado.
Los platillos tradicionales están cargados de significado, destacando la unidad de la familia, la longevidad y la prosperidad. Por ejemplo, un plato imprescindible son las albóndigas “cabeza de león”, que son bolas de carne de cerdo cocidas en una salsa especial y servidas sobre un lecho de col hervida. La forma de la bola y su nombre en chino simbolizan la unidad familiar, y se procura servirlas siempre en un número par, preferiblemente dos o seis, para otorgar una “doble felicidad” a los miembros de la familia. En el hogar, se decora la sala con platos llenos de naranjas y mandarinas cuyos nombres son homófonos de prosperidad, así como una bandeja con ocho variedades de golosinas que simbolizan riqueza y fertilidad.
Para el traductor alemán Markus Matthes, quien ha vivido en Taiwan alrededor de 22 años, su plato favorito es el estofado llamado Buda salta la pared, compuesto por carnes, pescado, hongos y hierbas. Otro plato que recomienda este gourmet es el dong puo rou o estofado de panceta de cerdo, que puede ser algo pesado para comer en otras épocas, pero que agrada al paladar en esta festividad. Matthes, quien creció en España, recomienda también probar las gambas en sus diferentes presentaciones para estas fechas, haciendo hincapié en la frescura y calidad de los mariscos en Taiwan.
Las celebraciones de Año Nuevo lunar culminan espectacularmente en el decimoquinto día con el Festival de los Faroles, continuando así las actividades especiales que reúnen a familias y amigos.