Taiwán Hoy
Las conchas marinas
01/09/1983
En las culturas de antaño, las conchas se usaron como monedas
En el verano, si pasea a lo largo de la playa en el crepúsculo, descubrirá flotando a poca distancia de la playa, muchas criaturas casi siempre bellas -conchas marinas- un grupo único en el mundo de la biología. Con 12.000 especies, han existido en la tierra por más de 500 millones de años y aún en el período prehistórico, los hombres empezaron a tener estrechas relaciones con ellas.
Desde que el hombre apareció en el mundo, ha sabido cómo usar las conchas para hacer cosas útiles e interesantes. Por ejemplo, la gente en los tiempos antiguos, convertía las conchas y almejas en instrumentos de cocina y armas de caza. Los pescadores hicieron anzuelos de las conchas en forma de cono mientras que las pequeñas de color se usaron como adornos. Las conchas marinas descubiertas entre otras reliquias poseídas por el hombre pueden ser consideradas como informaciones o evidencias valiosas para inferir de ellas el sistema de vida de los tiempos antiguos.
Estudiar la distribución de las conchas antiguas puede ser una forma segura de averiguar las rutas comerciales de los viejos tiempos. En la antigua China, Egipto, India, Africa, Sud-este de Asia, América y las islas del Pacífico, los habitantes concedieron un estatus económico a las conchas. Los caracteres chinos como mao (comercio), tsaí (riqueza), huo (mercaderías), tai (préstamo) y kou (compras), todos incluyen la raíz pei (concha). Desde la Dinastía Hsia (2205-1782 A.C.) en adelante, por más de 3.500 años, los chinos usaron las conchas como medio de cambio en el mercado. Aunque la Dinastía Chin abolió el uso de las conchas como moneda, en la primitiva Dinastía Han (206 A.C. a 24 D.C.) la gente las usó otra vez. Se sabe que aún más tarde, durante la Dinastía Yuan (1277-1367), los habitantes de la provincia de Yunnan continuaron usándolas aún.
Los moluscos, relacionados con las conchas, incluyen los gastrópodos como los caracoles; pelecípodos, como las almejas; cefalópodos y escafópodos, como las conchas en forma de conos. Ciertamente, algunas conchas tienen formas marinas y terrestres. Los caracoles, por ejemplo, aparecen en áreas húmedas y obscuras, viviendo algunos en árboles. Mientras que las orillas de lagos y ríos y la superficie de las plantas constituyen el habitat de las conchas de agua dulce, las conchas marinas, en cambio, se concentran en las playas arenosas, en los arrecifes de coral y en las algas marinas.
La mejor época para recoger conchas podría ser el día 12 o el 15 de cada mes del calendario lunar cuando la marea sube o baja. Los animales del mar tienen generalmente conchas más enteras y colores brillantes. Las herramientas para recogerlas a lo largo de la playa incluyen un pequeño cubo, un desarmador, un pico y pinzas. En las áreas costeras, es necesario zambullirse para encontrarlas. Los buques sumergibles son necesarios para poder capturar algunas de las bellas especies de las profundidades.
Cuando se procesan las conchas, las que ya están muertas deberán ser lavadas en una loción colorante diluida. Sin embargo, las conchas vivas pueden clasificarse ya sea por el método de remojo o de secado. En el primer método, las conchas reunidas son puestas en una solución concentrada al 70 por ciento de alcohol o 10 por ciento de formalina concentrada. Para hacer salir la cabeza y los pies o el cuerpo de la capa de carbonato de calcio, deben colocarse en un depósito de agua de mar. Cuando empiezan a salir, debe vertirse lentamente una solución de sulfato de magnesia y solución de menta dentro del depósito. Después de anestesiarlas, se pondrán en alcohol o formalina.
Procesar conchas vivas a través del método de secado es complicado. Por lo general, un especimen de concha de color brillante debe ser hecho de una concha viva. La mayoría de conchas muertas que se encuentran en la playa son opacas. Con el fin de preservar sus colores naturales brillantes, no deben ponerse en agua hirviendo. Habrá que ponerlas en un recipiente grande (una pecera redonda sería ideal) con agua tibia. Cuando los moluscos abran sus conchas, con una cuchilla se parten por la mitad, lavándolas luego con ácido hidroclorhídrico diluido. Con las conchas en forma de cono, es necesario sacar la carne muy despacio, cuando empiece a deshacerse.
La superficie de una concha tiene, por lo general, muchas substancias adherentes; para removerlas es necesario usar una solución de ácido clorhídrico. El bórax, la soda y el peróxido de hidrógeno mantendrán el brillo de las conchas. Luego, se sacan las que han estado en remojo para lavarlas con una esponja con agua y jabón. Se guardan las conchas ya limpias fuera del sol y lejos de áreas húmedas para que mantengan su color original. Si las conchas no van a ser secadas o pintadas más tarde, hay que aplicarles aceite para bebés o algún pulimento para protegerlas del polvo.
Cada una de las conchas procesadas deberá identificarse con una etiqueta indicando dónde y cuándo fue encontrada, así como su nombre científico. Al igual que las colecciones de sellos o de monedas, una colección de conchas puede extenderse a través de intercambios con otros coleccionistas. Las colecciones de conchas marinas distraen la mente, deleitan el espíritu, enriquecen el conocimiento sobre la naturaleza y hasta podría hacernos ricos.
Los habitantes del Asia Occidental, en la antigüedad, frotaban los abulones y las madre-perlas hasta dejarlas lisas y delgadas, luego las cortaban en pedazos para formar ya fueran flores, pájaros o plantas. Incrustaban las piezas en laca, madera o artículos de metal, formando generalmente diseños de mosaico. Los chinos llamaban a esto lotien. Dicho arte fue introducido en China a través de India y Tailandia. Luego de la dinastía Tang, esta artesanía artística llegó a Japón y Corea. Hoy día, el lotien ha llegado a constituir un arte raro en Taiwan; sin embargo, una fábrica en Taoyuan en el norte, continúa fabricando muebles de calidad con diseños de lotien.
Del Africa a Asia, de la India a Islandia, ha estado de moda convertir conchas marinas brillantes y bellas en artículos con fines ornamentales. Las muchachas africanas y hawaianas llevan cintas, cinchos, brazaletes y tobilleras hechos de conchas. Los indios americanos usaron las conchas en aretes y collares. Por ser populares actualmente, los estilos de los indios americanos con propósitos decorativos, las conchas pequeñas encontradas a orilla de los ríos o del mar han llegado a constituir la materia prima favorita. La mayoría de las conchas procesadas y producidas en Taiwan son pequeñas y rayadas y poseen colores naturales. Las especies incluyen la concha en forma de colmillo, en forma cónica, en forma de pluma fuente, en forma de mitra, con rayas blancas, concha del amanecer, concha púrpura, concha Venus y concha cónica con manchas.
Para estar a tono con los colores de moda del año, las conchas procesadas pueden ser secadas o pintadas con polvo dorado o plateado o a través de electrochapeado, llegando a ser objetos ornamentales brillantes.
Las esculturas de conchas constituyen otra habilidad especial. Muchos de los expertos vienen del área marítima de Putzu en el condado de Chiayi en el sur de Taiwan. Sin embargo, una porción de sus materias primas debe importarse del Japón y las Filipinas. Cuando se hace una escultura ornamental de conchas, los artesanos usan hoy máquinas especiales para formar el diseño. Si este es complicado, deberá dibujarse primero un esbozo sobre la concha. A los extranjeros, en particular, parecen gustarles las conchas con caracteres chinos grabados, como fu (felicidad), lu (salud), shou (longevidad) y hsi (alegría).
Taiwan, saturada por sierras a ambos lados, está también rodeada de arenosas playas, cuando las olas del océano se bambolean, dejan atrás millones de regalos para los soñadores y para quienes se ganan la vida útilmente del mar.
Conchas marinas tan pequeñitas como granos de arroz se pueden encontrar en Penghu, Taitung y Kaohsiung y son usadas para "pintar" cuadros de conchas. Pueden colocarse para representar escenas montañosas o marítimas además de cualquier número de objetos como pinos, grullas, ciervos, bambúes, flores y pájaros. La realización de las pinturas de conchas requiere muchas paciencia, porque se escogen las que tienen mejor forma y color.
Las hojas y ramas en una pintura de conchas pueden ser hechas de abanicos de mar, almejas, fibras de hojas de palmera o fibras de hojas de parra. Los "lienzos" para una pintura de conchas pueden ser de madera, franela o aún papel, siempre que su superficie sea plana y lisa. Cuando se hace una pintura de estas, primero deben lavarse y secarse las conchas, luego deben pegarse en el respaldo, como un diseño previo del dibujo.
Muchos de los únicos y bellos artículos ornamentales hechos de conchas que se encuentran en los almacenes norteamericanos son importados de Taiwan. La compañía Haichen, en Jenteh, condado de Tainan, es un lugar bien conocido por fabricar pinturas de conchas, joyeros, ceniceros, etc. Lu Hai-chen, quien está a cargo de dicha operación, dice que las almejas blancas son escogidas para hacer las cabezas de perros; otra clase de conchas, para ancas de ranas; conchas en forma de arca son perfectas para formar cuerpos de animales; las almejas con formas de solo luna constituyen los mejores materiales para pantallas de pequeñas lámparas; conchas en forma de pluma pueden usarse para los pájaros y algunas otras clases de conchas pueden emplearse para vistosos vestidos de muñecas.
Las flores hechas de almejas, conchas en forma de arco de color rojo vivo y varias otras conchas pequeñas constituyen obras de arte. Pero otros materiales son usados también para hacer flores, como pequeños frijoles o semillas, piedras redondas, alambre fino, tela, papel suave y delgado, algodón, goma, pequeñas pinzas y tapitas de botellas. Para hacer una flor deben ponerse de cinco a siete conchas del mismo tamaño dentro de una tapita de botella, disponiéndolas en la forma de una flor. Las pinzas se usan para recoger los pequeños frijoles o semillas y colocarlos en el centro de la flor, como pistilos. El tallo de la flor es formado enrollando ya sea tela o papel suave y delgado, alrededor de un alambre.
En una escala mayor, los grandes moluscos del mar pueden usarse como macetas para las plantas chinas o convertirse en una maceta colgante cuando se combina con macramé. Tales adornos definitivamente embellecerán ya sea una sala o un balcón. □