El pasado mes de marzo, Taiwan vio cómo comenzaba a operar su mayor planta de energía solar terrestre, en la sureña ciudad de Tainan. Con más de 480.000 paneles solares de producción local, la parcela de 214 hectáreas tiene una capacidad instalada de 150 megavatios y se espera que genere 200 millones de kilovatios-hora de electricidad al año, una cantidad equivalente a las necesidades de unos 57.000 hogares, según la empresa estatal Taiwan Power Co. (Taipower). El primer ministro Su Tseng-chang, que estuvo presente en la ceremonia de inauguración, elogió el proyecto por resaltar los asuntos medioambientales, citando la preservación de un estanque ecológico in situ que proporciona un hábitat seguro para las aves migratorias y otras especies de la fauna local. Con un costo total de 9.650 millones de dólares taiwaneses (345 millones de dólares estadounidenses), la instalación complementa el parque solar de 100 megavatios (MW) de capacidad completado en 2019 en el Parque Industrial Costero de Changhua, en el centro de Taiwan.
Estas instalaciones de energía solar funcionan en el Aeropuerto de Penghu, en dicho distrito aledaño. (Foto de Chin Hung-hao)
El Centro de Innovación Tecnológica Marítima de la ciudad portuaria de Kaohsiung, financiado por el Gobierno, se encarga de las misiones de I+D en energía eólica marina y la formación de recursos humanos. (Foto cortesía del Centro de Investigación y Desarrollo de las Industrias del Metal)
Según el viceministro de Economía, Tseng Wen-sheng, las capacidades de energía solar y eólica de la nación pasaron, respectivamente, de 931 MW y 678 MW en 2016 a 5,71 gigavatios (GW) y 937 MW en febrero, y se prevé que alcancen los 20 GW y 6,9 GW, de acuerdo con los objetivos de Tsai. Mientras el sector solar sigue expandiéndose a través de sistemas flotantes, terrestres y sobre tejados, el desarrollo futuro de la energía eólica se centrará en las turbinas en alta mar. Formosa 1, el primer parque eólico marino de Taiwan, entró en funcionamiento a finales de 2019 frente al distrito norteño de Miaoli con 22 turbinas y una capacidad instalada de 128 MW. Su puesta en marcha marcó un hito importante en el camino para alcanzar el objetivo de energía eólica marina de la nación de 5,7 GW para 2025.
A partir de 2026, se espera que los proyectos de parques eólicos marinos en curso aumenten su capacidad en al menos 1 GW al año en el transcurso de una década, dijo Tseng, añadiendo que es probable que la inversión total relacionada supere el billón de dólares taiwaneses (35.700 millones de dólares estadounidenses), con la creación de 20.000 puestos de trabajo. “A través de la cooperación con empresas internacionales de energía eólica de Australia, Dinamarca, Japón y Alemania, los esfuerzos en alta mar están dando lugar a una experiencia propia y a la creación de cadenas de suministro locales”, dijo Tseng, quien también es director ejecutivo del Centro de Promoción de la Industria de la Energía Verde, con personal conjunto del Ministerio de Economía (MOEA, siglas en inglés) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Una instalación con forma de ciervo sika formosano, cuyos cuernos funcionan como generadores de energía eólica, se erige en la Ciudad Científica de la Energía Verde Inteligente de Shalun, en Tainan.(Foto cortesía de la Ciudad Científica de la Energía Verde Inteligente de Shalun)
El liderazgo en el crecimiento del sector energético nacional corresponde a China Steel Corp. y CSBC Corp. de Taiwan, ambas con sede en la sureña ciudad de Kaohsiung. A ellas se suman más de 75 empresas locales que instalan turbinas, completan proyectos de ingeniería marítima relacionados y crean redes de transmisión para conectar los parques eólicos marinos a los sistemas de energía eléctrica de la nación, con centros industriales para estas actividades situados en el puerto de Taipei, el puerto de Taichung en el centro de Taiwan y el puerto de Xingda en Kaohsiung. Xingda también alberga el Centro de Innovación Tecnológica Marítima, financiado por el Ministerio de Economía, que se encarga de la I+D en energía eólica marina, la preparación de recursos humanos, y las misiones para formación de personal en colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo de las Industrias del Metal (MIRDC, siglas en inglés), con sede en el sector de Nanzi, en Kaohsiung.
“Al establecer zonas portuarias especializadas para desarrollar sistemas y componentes de energía eólica marina de próxima generación, estamos en camino de convertirnos en el núcleo de la energía verde en Asia-Pacífico”, manifestó el presidente del MIRDC, Lin Chiu-feng. Su instituto desempeña un papel fundamental en la promoción de mejoras mecánicas y en la aportación de soluciones innovadoras, como los drones capaces de soportar fuertes vientos durante las inspecciones de las turbinas.
Ampliación del acceso
Otro elemento fundamental para fomentar el incipiente sector de la energía verde de Taiwan es garantizar un entorno empresarial favorable. En 2017, se modificó la Ley de Electricidad para permitir a los proveedores de energías renovables vender y distribuir electricidad, allanando el camino para la liberalización del mercado tras décadas de dominio de Taipower. A principios de este año también entró en vigor una revisión de la Ley de Desarrollo de Energías Renovables que insta a los usuarios que consuman cinco o más megavatios de electricidad a adquirir una determinada cantidad de fuentes verdes o a instalar instalaciones de generación de energía verde que proporcionen al menos el 10 por ciento de sus necesidades energéticas. Según Tseng, del MOEA, se espera que la medida añada 1 GW a la capacidad total de energía renovable instalada en Taiwan.
Gao Ru-ping, activista de la reforma energética desde hace tiempo, considera que la nueva normativa es un buen comienzo y espera que se amplíe para abarcar a más usuarios en el futuro. Gao también preside la Alianza de Energías Renovables de Taipei (TRENA, siglas en inglés) -creada en 2015 tras la paralización de la construcción de la cuarta central nuclear de la nación el año anterior-, que reúne a miembros afines de los sectores académico, empresarial y civil. La alianza busca promover una mayor autosuficiencia energética de la nación. “Taiwan se está poniendo al día rápidamente y se está convirtiendo en una fuerza líder en la región”, señaló Gao, añadiendo que “las energías renovables no solo tienen un enorme potencial comercial, sino que también benefician a toda la población”