28/04/2025

Taiwan Today

Taiwán Hoy

¡ESA ES UNA BUENA FRUTA!

01/03/2022
El cultivo de piñas en Taiwan. (Foto de Chen Junyu, cortesía de Greenland Cooperative)

El gran sabor de las piñas de Taiwan.

 

Taiwan cuenta con la mayor cantidad de variedades de piña en el mundo. La delicada textura y el sabor equilibrado de las piñas taiwanesas frescas también las convierten en las mejores del mundo. Las variedades superiores y las estrictas técnicas de cultivo han sentado una base sólida para las exportaciones, y las piñas son actualmente la fruta más importante de Taiwan en términos de volumen de exportación.
 

Las piñas son actualmente la principal fruta de exportación de Taiwan por cantidad. (Foto de Jupiter Chang, cortesía de Greenland Cooperative)

Según el Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés), los taiwaneses consumen más de 300.000 toneladas métricas de piña al año. Las piñas también son la principal fruta de exportación de Taiwan y se han convertido en un símbolo de calidad superior en el extranjero. En Japón, las piñas taiwanesas se venden a un precio que se mueve entre los 598 y 798 yenes cada una (entre 140 y 190 dólares taiwaneses), según el tamaño, mientras que en Canadá se venden al por menor a unos 20 dólares canadienses (unos 440 dólares taiwaneses). A pesar de estos precios, esta fruta jugosa y refrescante se agota rápidamente.
 

Dada la competencia de bajos precios de los principales exportadores de piña de Costa Rica y Filipinas, la clave del éxito de las piñas de Taiwan ha sido ganar en la puerta de salida mediante la reproducción selectiva de variedades.

 

Variedades líderes en el mundo

La Estación Experimental Agrícola de Chiayi del Instituto de Investigación Agrícola de Taiwan, dependiente del COA, alberga la instalación más grande de Taiwan para desarrollar variedades de piña mejoradas y métodos de cultivo. En tres hectáreas de terreno, la estación mantiene una colección de 90 variedades de piña de la nación y del exterior que sirven como material reproductivo.
 

El horticultor asociado Kuan Ching-san, que ha estado trabajando con piñas durante 26 años, dice que la historia de la propagación mundial de piñas se remonta a Cristóbal Colón. La fruta se abrió camino desde Sudamérica hasta Taiwan, donde se estableció firmemente. Las llamadas “piñas nativas” de Taiwan, unas variedades locales que todavía se pueden comer hoy en día, se introdujeron desde finales del siglo XVII en adelante. La generación pasada tiene los siguientes recuerdos cuando comía piñas: la fruta les daba un hormigueo en la lengua, por lo que antes de comer piña, primero le echaban sal. Además, había “ojos” espinosos en la parte baja de la cáscara que se cortaban después de pelarla, dejando surcos en espiral en la fruta. La idea de comer piñas ácidas que también queman la lengua es suficiente para hacer que uno se estremezca.
 

Debido a que las piñas nativas eran pequeñas y de ojos profundos, durante la época colonial los japoneses buscaron variedades más adecuadas para enlatar. En 1925 introdujeron la variedad cayena lisa de Hawái y la variedad española singapurense, que utilizaron para desarrollar cepas mejoradas; y usaron la cayena lisa con su tamaño grande, fibra gruesa y sabor ácido, para enlatar. En el apogeo de esta industria, en la década de 1970, Taiwan incluso superó a Hawái como el mayor productor mundial de piñas enlatadas.
 

La hermosura de las piñas taiwanesas. (Foto cortesía de Greenland Cooperative)

Con el declive de la industria de conservas de piña, desde 1974 la Estación Experimental Agrícola de Chiayi se ha centrado en cultivar variedades de postre, creando piñas de Taiwan con sus propias características únicas. Por ejemplo, la Tainung número 13, miel de invierno, es adecuada para cosechar en invierno; la número 16, miel dulce, tiene una textura delicada; la número 19, miel del tesoro, es casi tan dulce como la caña de azúcar; la número 18, osmanto dorado, tiene un aroma como las flores de osmanto; la número 21, oro, tiene el sabor del melón hami; y la número 22, fragancia de miel, tiene un toque de aroma a coco. La Tainung número 17, diamante dorado, con una participación de mercado cercana al 90 por ciento, tiene una textura fina y es dulce y jugosa; actualmente es la variedad insignia para la exportación.

 

La “fiebre de la piña de Taiwan” en Japón

En respuesta a una política gubernamental para promover las exportaciones de piña, más recientemente el objetivo del mejoramiento ha sido producir piñas que resistan bien el almacenamiento y el transporte. La Tainung número 23, mango y piña, combina las ventajas de sus variedades parentales (la número 19 polinizada por la número 21) y tiene una fragancia de mango. Puede almacenarse y enviarse hasta por 21 días, lo que permite expandir los mercados de exportación de Japón y Corea a EE. UU., Canadá y Australia.
 

Greenland Cooperative, en el poblado de Gaoshu en Pingtung, es una de las cooperativas más grandes de Taiwan dedicada al cultivo piñas para la exportación, con unas 140 hectáreas de tierra plantadas actualmente con esta fruta. Además de las 20 hectáreas utilizadas en la producción de piñas autóctonas para el fabricante de pasteles de piña SunnyHills, 100 hectáreas son para piñas diamante dorado. Algunas de estas se suministran a las cadenas de supermercados PX Mart y Carrefour, pero la mayoría se exportan. Las ventas de Greenland a Japón, en particular, se han expandido continuamente en los últimos años, de 1.000 toneladas métricas en 2020 a 2.000 toneladas en 2021, y se esperan 2.500 toneladas en 2022.
 

En marzo de 2021, China prohibió las importaciones de piñas taiwanesas. Gracias a la cooperación entre el Gobierno y los productores, así como los comerciantes de frutas, en su lugar se recogieron pedidos de Japón, Hong Kong y Singapur. Las ventas a Japón se multiplicaron por nueve, hasta las 18.000 toneladas.
 

La “fiebre de la piña de Taiwan” que se ha extendido por Japón no ha sido impulsada solo por empresas e individuos taiwaneses con sede allí. Los consumidores japoneses están dispuestos a gastar 800 yenes en una piña taiwanesa, en parte debido a su gratitud por el apoyo de Taiwan tras el terremoto y el tsunami de hace diez años, lo que demuestra la profunda amistad entre Taiwan y Japón.
 

Greenland exportó piñas a Canadá por primera vez en 2021. Debido a que un contenedor de envío solo puede llevar 672 cajas de piñas, los consumidores compraron piñas taiwanesas a un precio de 20 dólares canadienses cada una tan pronto como llegaron a los supermercados de Toronto.

 

Más que fruta

Taiwan produce piñas de alta calidad y sabor distintivo. (Foto de Pang Chia-shan)

Para los fruticultores, la piña no es solo un producto con futuro. Lo que es más importante, los agricultores más jóvenes pueden cuidar a la generación anterior de sus familias y tres generaciones pueden vivir juntas.
 

Greenland orienta a sus agricultores en técnicas de cultivo. Debido a las ­crecientes variaciones de temperatura entre el día y la noche y la radiación ultravioleta más intensa, los agricultores deben proteger sus piñas de la luz solar. En el pasado, la forma principal de hacer esto era colocar collares alrededor de la corona para dar ­sombra a la fruta. Hoy, para una ­protección más efectiva, durante el intenso calor del verano que comienza en mayo, los agricultores colocan bolsas sobre las piñas y también dan sombra a los campos con mallas negras. Técnicas meticulosas como estas permiten a las variedades de Taiwan destacarse entre la multitud.
 

La biotecnología avanzada de Taiwan también ayuda a que las piñas sean más que solo frutas. La compañía Chappion Biotechnology trabajó con un fabricante de productos farmacéuticos israelí para extraer la bromelina de los tallos de la piña, para que sirviera como una enzima destinada a desbridar las heridas por quemaduras al descomponer las escaras. Su producto ha sido aprobado para la venta en 17 países y su aprobación en EE. UU. está pendiente. También se puede usar para tratar úlceras por ­decúbito y lesiones por armas químicas. El vicepresidente ejecutivo de Chappion, Lin Ifan, afirma que la compañía está investigando formas de extraer sustancias de moléculas pequeñas de la pulpa y las hojas de la piña para hacer complementos ­alimenticios antiinflamatorios, lo que significa que se puede utilizar toda la planta.
 

Las piñas de Taiwan se pueden encontrar abundantemente en mercados locales y se consumen frescas, en conserva, en jugos y en el popular pastel de piña. (Foto de Pang Chia-shan)

Bajo el feroz sol de verano, la mejor manera de combatir el calor es comer piña fresca, dulce y ácida. También hay ­pasteles de piña de numerosos ­fabricantes, cada uno con su propio carácter único. El relleno de frutas ­dulcemente ácidas, hecho con variedades de piñas nativas, diamante dorado y otras, en una cubierta de hojaldre suave o escamosa, es el sabor local más auténtico de Taiwan.

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