14/05/2025

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ENERGÍA JOVEN

01/11/2023
Los sabalotes son uno de los productos de acuicultura que forman la base de la economía del sector costeño de Qigu, en la sureña ciudad de Tainan en Taiwán. (Foto cortesía de coFishland)

Un desarrollo regional equilibrado se basa en una juventud comprometida que dinamice el comercio rural.


El desarrollo postindustrial de Taiwán y su paso a una economía orientada a los servicios ha favorecido al norte sobre el sur y al oeste sobre el este, lo que ha generado disparidades en el tamaño de la población, el nivel de ingresos y el crecimiento económico. El envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de natalidad han exacerbado el cambio demográfico y la división urbano-rural. En respuesta, el Gobierno ha centrado su atención en el desarrollo rural e hizo de la revitalización regional una política nacional prioritaria del Consejo Nacional de Desarrollo (NDC, siglas en inglés), a nivel de Gabinete, que lanzó el Plan Estratégico Nacional para la Revitalización Regional en 2019.

Kang Ting-yueh, directora de la Oficina del Proyecto de Revitalización Regional del NDC, explicó que el plan tiene como objetivo alcanzar un desarrollo equilibrado y un crecimiento demográfico sostenible por toda la nación. “Hemos establecido sistemas de apoyo en toda la nación a través de asociaciones público-privadas para alentar a los jóvenes a trasladarse de las metrópolis a las zonas rurales, estableciendo al mismo tiempo un desarrollo comercial basado en las características locales”, explicó Kang.

Las medidas gubernamentales incluyen la introducción de tecnologías como la ­inteligencia artificial y mejoras en la infraestructura de tecnologías de la información y las comunicaciones para satisfacer las necesidades de la era digital, agregó la directora.

Kang afirmó que quedó impresionada por la creatividad y los enfoques innovadores de los jóvenes al formular proyectos para reactivar las industrias y economías locales a través de la agricultura, la regeneración comunitaria, la cultura, el turismo y el bienestar social. Los sistemas de apoyo proporcionados por el NDC incluyen centros de consultoría, lugares para eventos y estaciones de trabajo para el empoderamiento juvenil. Hasta el momento, cada uno de los 72 equipos recibe anualmente una concesión de hasta tres millones de dólares taiwaneses (93.750 dólares estadounidenses) para administrar estaciones de trabajo que ayuden a los jóvenes a lanzar empresas emergentes viables a fin de abordar necesidades específicas en sus comunidades.

Múltiples beneficios
 

Un guía turístico de coFishland presenta las operaciones de acuicultura comercial respetuosas con la espátula de cara negra. (Foto cortesía de coFishland)

Entre los beneficiarios del programa está coFishland en el sector costeño de Qigu, en la sureña ciudad de Tainan. Esta empresa tiene una misión única que beneficia a la industria acuícola local al ampliar los flujos de ingresos para los pequeños agricultores y al mismo tiempo ayudar a la conservación de la vida silvestre. Este año, un récord de 4.228 espátulas de cara negra pasaron el invierno en Taiwán. Uno de sus principales hábitats es Qigu, donde la acuicultura y los humedales proporcionan fuentes de alimento para esta ave en peligro de extinción. El aumento en la cantidad de espátulas se debe en parte a una relación simbiótica con el cultivo de sabalote en estanques poco profundos y otros métodos ecológicos fomentados por el Parque Nacional Taijiang desde 2011 para aumentar las áreas de alimentación de aves zancudas como las espátulas. Aunque las granjas acuícolas de Qigu están ubicadas fuera del parque nacional, las autoridades de Taijiang buscan minimizar el impacto ambiental en sus alrededores a través del apoyo a las iniciativas agrícolas ecológicas.

Liao Yi-pei, quien participó en un proyecto de conservación del hábitat en el ­parque mientras estudiaba en el Departamento de Planificación Urbana de la Universidad Nacional Cheng Kung, con sede en Tainan, estaba interesada en cómo las operaciones de acuicultura comercial fuera del parque también eran respetuosas con las aves silvestres. En 2017, se asoció con su compañera de estudios Lin Xiao-jing para crear coFishland a fin de ayudar a la industria acuícola de Qigu. Se educa a los consumidores sobre las prácticas de acuicultura sostenible, la cadena de valor desde el cultivo, la recolección y el procesamiento hasta las ventas, y la relación entre el comercio y el medio ambiente. Mientras tanto, los agricultores se benefician de un flujo de ingresos ampliado y del reconocimiento de la importancia de su papel en las prácticas agrícolas sostenibles. 
 

coFishland organiza actividades prácticas en las granjas piscícolas para educar a los visitantes sobre cómo se cultivan, cosechan y preparan sus alimentos para el consumo. (Foto cortesía de coFishland)

“Todo lo que estamos haciendo está orientado a la educación mientras buscamos involucrar a los consumidores mejorando su comprensión del proceso de producción de los alimentos que ellos van a consumir”, explica Liao. “Nuestro objetivo es crear una situación ganadora para la industria, el cliente y el medio ambiente”, señala Liao, añadiendo que como la piscicultura es la columna vertebral de la economía local, no se pueden ignorar los desafíos relacionados con la sostenibilidad.

Tradicionalmente, los agricultores locales crían sabalotes en estanques poco profundos de no más de 60 centímetros, de abril a octubre, antes de capturarlos y venderlos. Después de la cosecha, bajan los niveles de agua, lo que permite que aves zancudas como la espátula, cuya temporada de hibernación es de octubre a abril, se alimenten de pequeños peces y crustáceos que quedan en el fondo del estanque.

 

Las fundadoras de coFishland, Liao Yi-pei (izquierda), y Lin Xiao-jing, posan de pie junto a una mesa de boyas para redes de pesca recuperadas de entre los desechos del océano que se convertirán en modelos de peces en actividades de artesanía. (Foto cortesía de coFishland)

En cooperación con los agricultores, coFishland diseña una variedad de clases prácticas, paquetes turísticos y programas de capacitación para promover prácticas y productos locales relacionados con la cría de peces ecológicos, principalmente almejas, sabalotes y camarones. Además de ofrecer cursos en unas 30 escuelas desde el nivel de primaria hasta educación terciaria para crear conciencia sobre la acuicultura sostenible y el consumo responsable, la empresa organiza visitas a piscifactorías, lo que permite a los visitantes experimentar la cosecha, el procesamiento y la preparación del producto. Hasta ahora, sus actividades de la granja a la mesa han atraído a alrededor de 4.500 participantes, creando ingresos adicionales para los agricultores a través de una mayor demanda de productos y servicios locales.

Cooperación entre sectores
 

Un grupo de una asociación de desarrollo comunitario con sede en la ciudad sureña de Kaohsiung exhibe hojas de papel y jabones hechos a mano en un bazar organizado por el NDC en la ciudad de Taipéi en abril. (Foto cortesía del Consejo Nacional de Desarrollo)

La contribución de la empresa a la prosperidad rural recibió el reconocimiento y el apoyo del NDC bajo el marco de su plan de revitalización. Posicionado como una política de seguridad a nivel nacional que requiere colaboración entre diferentes niveles del Gobierno, así como los sectores privados y sin fines de lucro, el plan motiva a los jóvenes a regresar o permanecer en sus lugares de origen para trabajar o iniciar negocios brindando asistencia financiera y técnica.

 

Chen Mei-ling, presidenta de la Fundación para la Revitalización Regional de Taiwán, con sede en Taipéi. (Foto de Chen Mei-ling)

Otra entidad que ayuda a los adultos jóvenes a contribuir es la Fundación de Revitalización Regional de Taiwán (TWRR, siglas en inglés), con sede en la ciudad de Taipéi. Establecida en 2021 por la exministra del NDC Chen Mei-ling, y el fundador del negocio inmobiliario Sinyi Group, Chou Chun-chi, la organización nacional sin fines de lucro busca coordinar los recursos de los sectores público y privado para apoyar el crecimiento de las empresas locales. “Taiwán se enfrenta al doble desafío de la creciente densidad urbana y el éxodo rural”, afirmó Chen, que se desempeña como presidenta de la TWRR. “Tomamos medidas colaborativas para revertir el declive de las regiones rurales a través de soluciones comercialmente viables y sostenibles”, expresa Chen, quien ha sido apodada la madrina de la revitalización regional por encabezar el concepto durante el curso de su gestión de 2017 al 2020 como ministra del NDC. 

 

La TWRR está asociada con 180 grupos alrededor de Taiwán dedicados a revitalizar comunidades rurales mediante proyectos en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. (Foto cortesía de la Fundación para la Revitalización Regional de Taiwán)

La TWRR funge como una plataforma para que las comunidades rurales, las partes interesadas en los proyectos y las autoridades locales se conecten, colaboren y realicen intercambios de información a través de su sitio web, sus actividades y talleres de capacitación. La fundación ha formado asociaciones con 180 grupos en todo Taiwán dedicados a fomentar el desarrollo rural y la identidad local capitalizando atributos únicos que incluyen patrimonio cultural, sitios turísticos y comercios tradicionales. 

“Queremos ofrecer a los jóvenes las herramientas que necesitan para ampliar sus empresas: capital, tecnología y mercadotecnia”, comenta Chen, añadiendo que “para ello, ofrecemos servicios que unen a grupos empresariales con empresas sociales a fin de incorporar los asuntos sociales y medioambientales en una estrategia empresarial más amplia”.

Tradición en evolución
Chen Wei-cheng es fundador de Dawoko Co. en el municipio de Hukuo en el distrito de Hsinchu, que otrora fuera una importante zona de producción de carbón vegetal con más de mil hornos en funcionamiento. Chen creció ayudando en la fábrica de carbón de sus padres, pero la industria local experimentó un fuerte declive a partir de la década de 1970, cuando el carbón fue reemplazado por el gas licuado de petróleo y se implementó una prohibición de tala en los bosques naturales.
 

Chen Wei-cheng, fundador de Dawoko, reinventa la producción tradicional de carbón vegetal de la época de sus padres creando nuevos productos con propiedades saludables (Foto de Chen Mei-ling)

“Mis padres trabajaron mucho y duro, pero apenas podían llegar a fin de mes”, recuerda Chen, agregando que “quería instigar un cambio y hacer algo por mis padres y mi ciudad natal”. Después de graduarse de la universidad, decidió regresar a casa para reinventar la industria tradicional. Chen fundó Dawoko con compañeros de la universidad en 2006 para crear un modelo de negocio ecológico. 

 

La gama de productos de Dawoko incorpora vinagre de madera o ácido piroleñoso, un líquido oscuro que se produce al condensar el humo en un líquido durante la fabricación de carbón. (Foto de Chen Mei-ling)

Los ingresos anuales de la empresa han aumentado de 360.000 dólares taiwaneses (11.250 dólares estadounidenses) a 100 millones de dólares taiwaneses (31.250 dólares estadounidenses) al largo de los años gracias a diversos productos de carbón con propiedades antibacterianas, de­sodorizantes y deshumificantes, así como artículos decorativos y muebles hechos a medida utilizando materiales recuperados. La empresa crea carbón mientras desarrolla una variedad de productos para el cuidado de la piel y limpiadores domésticos que incorporan extractos de plantas y vinagre de madera destilado durante el proceso. 

“Queríamos construir un modelo de negocio circular que contribuyera a la sostenibilidad ambiental y la salud del consumidor, y que al mismo tiempo generara ganancias”, explica Chen. La empresa también imparte clases de ebanistería que hasta ahora han atraído a unos 700 participantes.

Con más de 17 años de experiencia empresarial, Chen decidió compartir su experiencia con el apoyo del NDC. Su compañía recibió el año pasado una subvención de tres millones de dólares taiwaneses para el establecimiento de una estación de trabajo para el empoderamiento juvenil y se convirtió en uno de los socios de la TWRR, obteniendo acceso a los recursos integrales de la fundación. “Nuestro objetivo ahora es crear más empleos y hacer de nuestra ciudad un animado centro comercial. Nuestra mayor aspiración es desarrollar un modelo de negocio que pueda replicarse en varios lugares y ayudar a empresarios con ideas afines a ampliar sus negocios”, indicó Chen, agregando, “queremos ayudar a más jóvenes a regresar a las ciudades rurales y disfrutar de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal como el nuestro”. 

El fuerte apoyo gubernamental a la revitalización regional ayuda a fomentarla a nivel de base con iniciativas comerciales innovadoras como coFishland y Dawoko. “Proporcionar recursos para capacitar a los jóvenes a fin de que logren una transformación rural sostenible es la manera de alcanzar el equilibrio regional”, afirma Kang.

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