El presidente Lai Ching-te asistió el 23 de abril en Taipéi a un evento con motivo del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, reiterando el compromiso de Taiwán de trabajar junto a sus socios globales para salvaguardar la democracia, los derechos humanos, la paz y la estabilidad para las futuras generaciones.
El evento fue organizado conjuntamente por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Oficina Económica y Cultural de Israel (ISECO, siglas en inglés) en Taipéi, el Instituto Alemán en Taipéi (GIT, siglas en inglés) y la Fundación para la Democracia de Taiwán. Entre los asistentes se encontraban el viceministro de Relaciones Exteriores François Chihchung Wu; la representante de la ISECO, Maya Yaron; el subdirector general del GIT, Andreas Hofem; y el presidente del grupo de amistad con Taiwán del Knéset, Boaz Toporovsky.
El presidente agradeció a los organizadores por llevar a cabo el acto, y a los participantes por reunirse para recordar a las víctimas y rendir homenaje a los sobrevivientes de uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad.
Según Lai, el Museo del Holocausto de Taiwán, establecido por la Iglesia Che Chu Chien hace 23 años en la sureña ciudad de Tainan, es el primero en Taiwán y el segundo en Asia dedicado a esta tragedia histórica. Su misión es invitar a las personas a olvidar el odio y amarse mutuamente, poner fin a la guerra y promover la paz.
Muchos de los objetos expuestos en el museo provienen del pueblo judío y sirven como vínculo entre Taiwán e Israel. También recuerdan la importancia de valorar una paz que ha sido arduamente conquistada, añadió Lai.
El presidente señaló que el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto sirve como recordatorio de la amenaza que el odio, los prejuicios y el extremismo representan para la humanidad. La conciencia, la justicia, la democracia y el respeto a los derechos humanos son cualidades y valores capaces de resistir la violencia y la dictadura, apuntó Lai.
Lai también mencionó que este año se conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, pero que los regímenes autoritarios están resurgiendo y librando guerras en diversas partes del mundo, amenazando la prosperidad global. En una guerra no hay vencedores, añadió el presidente, por lo que Taiwán seguirá profundizando su cooperación con socios democráticos para garantizar la paz y la estabilidad regional y global.