Noticias de Taiwán
Pacto tipo Israel-OLP es aún difícil para Taipei y Pekín
26/09/1993
La firma del plan de paz entre Israel y la Organización de Liberación de Palestina (OLP) representa un paso hacia la paz mundial; pero en cuanto a la realidad nacional, es difícil que esa modalidad de acuerdo pueda ser aplicada para Taiwan y China continental, dado que Pekín se rehúsa a reconocer a Taipei como entidad política, señaló el portavoz de la Presidencia, Raymond Tai.
El concepto de reconocimiento mutuo ha sido vital en las negociaciones palestinoisraelíes. En el caso chino, ese elemento también es clave para que haya conversaciones directas: "No tememos al diálogo. La negociación no es equivalente a la rendición. Pero tenemos que ser tratados de forma homóloga antes de que se pueda proceder con negociaciones de reconciliación", indicó Tai.
También debe considerarse que ningún país se ha ofrecido a mediar entre ambos gobiernos chinos, como lo hizo especialmente Estados Unidos en el caso Israel-OLP, manifestó el portavoz. "Hasta ahora, Estados Unidos no parece dispuesto a intervenir como mediador, bajo la premisa de que las disputas entre ambos lados del Estrecho deben ser resueltas pacíficamente por las partes involucradas, lo cual es la actitud adecuada para este problema", declaró.
Dijo además que es improbable que Washington se ofrezca como mediador, "porque la situación aquí es distinta que la de Medio Oriente, que ha costado a Estados Unidos tantos recursos sociales y económicos, y con la violencia que implica un problema inmediato para ese país".
"Hasta aquí, las disputas entre Taipei y Pekín no son un problema inmediato para Washington, aunque le preocupa bastante el desarrollo de las relaciones bilaterales", indicó Tai.
Respecto al libro blanco recientemente publicado por Pekín, el portavoz manifestó que, una vez más, al no renunciar al uso de la fuerza contra la isla, las autoridades comunistas chinas han puesto obstáculos a las conversaciones entre ambas partes.
Las últimas negociaciones entre los organismos intermediarios de Taipei (SEF) y Pekín (ARATS) fracasaron debido a desacuerdos en el temario de los encuentros. En esos mismos días, la tensión se agravó con el lanzamiento del libro blanco en el que Pekín reitera su rígida posición respecto a la isla.