El régimen de Pekín quiere imponer su soberanía sobre esta colonia británica a más tardar en 1997, mientras Whitehall está interesado únicamente en la extensión del tratado de los Nuevos Territorios, el cual constituye el 98 por ciento del área total.
La posición de los comunistas chinos fue entregada en forma de memorandum, y la reacción de la Primer Ministro Británica Margaret Thatcher era de esperar.
En su visita a Hong Kong el 24 de septiembre, 1982, después de sus conversaciones con Teng Hsiao-ping y el "Primer Ministro" Hu Yao-pang en Pekín, la señora Thatcher dijo que (aparte de los Nuevos Territorios), la isla de Hong Kong y la Península de Kowloon fueron cedidas a perpetuidad a Gran Bretaña en dos tratados firmados en los años 40.
Pekín insiste en que Hong Kong sea devuelto a ellos ya que estos tratados han sido denunciados como desiguales y nulos.
Deseo por el estatus quo
La Primer Ministro declaró que los tratados son válidos por ley internacional. Su posición es apoyada por el 95 por ciento de los cinco millones y medio del pueblo chino en Hong Kong, quienes quieren el estatus quo para poder continuar con la estabilidad y prosperidad de ese territorio.
La señora Thatcher puso de manifiesto que a cualquier nación que haya abrogado un tratado no se le podría tener confianza para otros tratados. Estas palabras enojarona los funcionarios de Pekín.
Hong Kong se ha convertido en un centro financiero, comercial y de embarque en el Lejano Oriente por encima de Singapur, Corea del Sur y Japón. Aparentemente esta es una de las razones por la cual China Comunista reclama el ganzo que pone huevos de oro.
Soberanía
De acuerdo con las delegaciones comerciales que se fueron a Pekín para averiguar qué quiere hacer la China roja con Hong Kong, los términos son que la "soberanía" sobre esa ciudad-puerto y sus alrededores es china y que ese territorio se convertiría en una zona especial de administración bajo un sistema capitalista para que haya más huevos de oro para Pekín.
La posición británica apoyada por la población china local es que ellos no tendrían confianza después de un cambio de "bandera", "soberanía", y "administración de autogobierno" como es ofrecido por la China roja.
La Revista Económica del Lejano Oriente publicó aquí que los citados funcionarios de Pekín argumentaban que "Si Hong Kong ha prosperado bajo el colonialismo, por qué no ha de prosperar bajo la 'soberanía china'."
Otro argumento comunista en base de patriotismo, sigue diciendo la Revista, es: "Cómo es posible que cualquier persona con lógica pueda alegar que los funcionarios coloniales británicos podrían gobernar mejor Hong Kong que los chinos (rojos)".
Los proponentes están, aparentemente, influenciados por las historias exitosas de Taiwan y Singapur que están ahora mejor gobernados por chinos que por japoneses y británicos, respectivamente.
Shanghai y Hong Kong
Antes de la comunización de todo el continente chino en 1949, Shanghai (la primera ciudad de China), estaba mucho más adelantada que Hong Kong, pero bajo el régimen de Pekín, Shanghai está más atrazada que esta colonia británica en muchos aspectos esenciales, así lo recuerdan los hombres de Shanghai.
Ya la economía local estaba en declive desde que Pekín hizo saber su determinación en septiembre pasado de que quería en esa tomar a Hong Kong. El deterioro general seguirá empeorando mientras el futuro área se mantenga incierto.
Ideología Comunista
Pekín promete una sociedad capitalista para Hong Kong, elección de un gobernador chino, auto-gobierno, retención del libre estilo de vida y estabilidad y continuada properidad. Estas afirmaciones hacen poca impresión aquí, ya que ellos están en contra de la ideología comunista y no pueden ser implementadas bajo el punto de vista de frecuentes cambios políticos y violencia en el continente chino.
Su lema de "el pueblo de Hong Kong para gobernar a Hong Kong" les recuerda a los observadores la promesa de la China Roja en los años 50 de "el pueblo de Hunan para gobernar la provincia de Hunan," especialmente por el beneficio de los dirigentes de Hunan quienes posteriormente pasaron sus vidas en el olvido.
Optimismo británico
Los funcionarios británicos, sin embargo, expresaron optimismo por el resultado de las negociaciones, ya que Pekín gana US$7.000 millones al año aquí en sus exportaciones lo cual es mucho más de lo que deriva Gran Bretaña. También están varios proyectos Británico-China Roja bajo discusión los cuales pueden llevar a ganancias fabulosas para las cuatro modernizaciones muy publicadas pero de desarrollo lento de Teng Hsiao-ping.