12/06/2025

Taiwan Today

Taiwán Hoy

EL MODELO DE TAIWAN

01/05/2020
En esta foto del 10 de marzo de 2020, el ministro de Salud y Bienestar, Chen Shih-chung, responde a las preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa diaria que brinda las noticias más recientes acerca del brote del coronavirus. (Foto de Michelle Lin)

Un enfoque proactivo y un sistema sanitario de clase mundial son los pilares de la respuesta efectiva de Taiwan ante el coronavirus.

Cuando a finales del año pasado comenzaron a surgir misteriosos casos de neumonía, causados por un nuevo tipo de coronavirus, en la ciudad china de Wuhan, pocas personas se imaginaron que iba a llegar a ser una pandemia, como la declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo. No obstante, Taiwan sabía por experiencia propia que debía ser cauteloso, implementando antes de enero un monitoreo de los vuelos directos a Taiwan desde la capital de la provincia de Hubei, Wuhan. “Este fue un paso crucial para contener el virus”, afirmó el ministro de Salud y Bienestar, Chen Shih-chung. “Y esto se debe a las lecciones aprendidas durante la epidemia del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, siglas en inglés)”, señaló el funcionario de salud.

En 2003, un total de 343 personas fueron diagnosticadas con el SARS en Taiwan. Esta fue una de las cifras más altas de infecciones en el mundo, superada solamente por China y Hong Kong. Sin embargo, el total de casos de COVID-19 en Taiwan, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, no ha alcanzado las cifras elevadas de muchas otras naciones, a pesar de su proximidad geográfica con China. 

“Debido a que Taiwan fue seriamente afectado por el SARS cuando China ocultó el verdadero alcance del brote, en esta ocasión recibimos sus datos con escepticismo y decidimos entrar en acción lo más pronto posible”, afirmó Chan Chang-chuan, decano del Colegio de Salud Pública en la Universidad Nacional de Taiwan (NTU, siglas en inglés).

Una niña lava sus manos cuidadosamente en una escuela local. El lavado de manos y otras medidas higiénicas han sido fomentadas para contener la propagación del COVID-19. (Foto cortesía del Gobierno de la Ciudad de Taichung)

Respuesta de múltiples facetas

La reacción del Gobierno al coronavirus está conformada por los cambios ejecutados después del SARS a fin de fortalecer la preparación de Taiwan. Estos incluyen la promulgación en 2004 de las regulaciones que permitieron el establecimiento de un Centro de Operaciones del Gobierno Central para Epidemias durante las mayores emergencias de salud pública. Dicha centralización de las operaciones significa que las agencias y los ministerios de la nación trabajan en forma unida y siguen las mismas políticas.

Se han hecho importantes mejoras al monitoreo de casos, control de fronteras, pruebas para diagnóstico de enfermedades y cumplimiento de las cuarentenas. Este último hace uso de los bien coordinados esfuerzos entre las unidades que gobiernan los asuntos civiles y de salud, así como de la policía. Los datos de localización suministrados por las compañías de telecomunicaciones se emplean con el propósito de que los individuos de alto riesgo permanezcan en sus hogares. Juntas, estas medidas conforman un fuerte sistema de control de las enfermedades basado en las comunidades, que aminora la carga en las unidades de salud pública.

Un visitante extiende sus manos para que sean rociadas con un desinfectante antes de entrar a un hotel en Taipei. (Foto de Chin Hung-hao)

Dada la amenaza que representa el coronavirus, el Gobierno en Taiwan reconoció rápidamente que se necesitaría de legislación adicional a fin de suplementar los estatutos existentes. El 25 de febrero, fue aprobada la Ley Especial para las Medidas de Respuesta, Alivio y Revitalización debido a la Neumonía Severa con Patógenos Nuevos, seguida próximamente por segundas y terceras leyes el 25 de marzo y el 2 de abril, respectivamente.

La legislación presenta una amplia gama de medidas diseñadas para fortalecer los esfuerzos de prevención y control de las enfermedades, y también apoyar las empresas locales afectadas por el impacto de la pandemia en Taiwan y el extranjero. Estas leyes incluyen penas de prisión o multas de hasta 5.000.000 de dólares taiwaneses (166.666 dólares estadounidenses) para cualquier persona que incumpla con su cuarentena, acapare materiales esenciales o divulgue información errónea sobre el COVID-19. Por otro lado, se dará una compensación de 1.000 dólares taiwaneses (33 dólares estadounidenses) por día a quienes cumplan con los requisitos de cuarentena.

Salud para todos

Un pilar en la respuesta de Taiwan al coronavirus es el Sistema del Seguro Nacional de Salud (NHI, siglas en inglés), establecido en 1995. El NHI brinda cobertura a más del 99 por ciento de los residentes del país, abarcando medicina china y occidental, al igual que controles de salud dental, prenatal y terapia de rehabilitación. Tal es la calidad de este servicio que 89,7 por ciento de los que respondieron a una encuesta hecha el año pasado por el Ministerio de Salud y Bienestar expresaron su satisfacción con el NHI, el resultado más alto hasta el momento. Esto es apoyado por los hallazgos de la revista de negocios en línea CEOWORLD, en los que el sistema de salud de Taiwan se posicionó en el primer lugar entre 89 países y territorios.

Los portadores de tarjetas del NHI pueden hacer pedidos en línea de sus mascarillas quirúrgicas usando una aplicación para teléfonos inteligentes. (Foto de Chin Hung-hao)

Según Chen, la eficiencia del NHI al enfrentar el COVID-19 se ha beneficiado de una serie de avances tecnológicos. De gran importancia entre ellos es el Sistema MediCloud, por medio del cual los registros médicos de los pacientes son compartidos entre diferentes hospitales y clínicas, a fin de brindar a los doctores información actualizada acerca de males recientes, prescripciones y resultados de exámenes.

El análisis de datos masivos también está siendo utilizado al combinar la información del NHI, la Agencia Nacional de Migración y los Centros para el Control de las Enfermedades de Taiwan. Esto permite al personal médico ver cuándo un paciente ha visitado países de alto riesgo o tuvo contacto estrecho con alguien que ha sido diagnosticado positivo a la presencia del virus.

El NHI también es la clave del elogiado sistema de Taiwan para la distribución de las mascarillas quirúrgicas. A fin de prevenir las compras por pánico y garantizar el acceso de todos los residentes a las mismas, un sistema basado en la tarjeta individual del NHI, o el número de identificación para aquellos como los visitantes temporales que no cuentan con este seguro, limita las compras por persona cada semana. Iniciado el 6 de febrero, el sistema se ha vuelto muy popular gracias a su control de precios y clara implementación. “La decisión de racionar las mascarillas ha resultado ser bastante prudente, dadas las carestías globales de equipo de protección personal”, señaló Chen.

Los pasajeros son monitoreados, buscando síntomas de fiebre, en una estación del metro de Taipei. Si el pasajero tiene una temperatura corporal igual o superior a 37,5 grados centígrados, no podrá ingresar a la estación y hacer uso del servicio de metro. (Foto de Chin Hung-hao)

Las medidas a corto plazo están siendo complementadas con I y D para el desarrollo de soluciones potenciales a largo plazo contra el COVID-19, aprovechando las ventajas científicas de Taiwan. Los Institutos Nacionales de Investigación sobre la Salud (NHRI, siglas en inglés) han iniciado diversos proyectos designados para combatir la enfermedad. Uno de estos involucra sangre tomada de caballos inyectados con el virus, ya que estos animales producen anticuerpos pero no sufren de la enfermedad. Este suero equino está siendo preparado para ser probado en pacientes gravemente enfermos en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Vacunología del NHRI.

El desarrollo de una vacuna está progresando rápidamente y se espera poder iniciar las pruebas clínicas en los próximos meses. El NHRI también está desarrollando una prueba rápida usando los anticuerpos del SARS a fin de detectar el coronavirus, y su Instituto de Biotecnología e Investigación Farmacéutica ha llevado a cabo ensayos con remdesivir, una medicina experimental con el potencial de ser empleada en el tratamiento del COVID-19.

En Taiwan, los pasajeros deben usar mascarillas al hacer uso de los medios de transporte de masas, como el metro de Taipei. (Foto de Chin Hung-hao)

Perspectiva global

Las pandemias no respetan fronteras, por lo que Taiwan ha impulsado la cooperación internacional durante la crisis por medio de la diplomacia científica y al compartir sus conocimientos. Ejemplos recientes incluyen la firma del Comunicado Conjunto Taiwan-Estados Unidos sobre una Asociación contra el Coronavirus en Taipei en marzo, que indica que ambas partes compartirán las mejores prácticas y cooperarán en áreas que incluyen la investigación científica y los intercambios de equipo médico.

“Taiwan aprendió por el SARS que la cooperación global es necesaria para enfrentar las enfermedades infecciosas”, indicó Chen. De acuerdo con esto, y como un miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwan se ha adherido estrictamente a las Regulaciones Internacionales de Salud durante el brote del COVID-19 al reportar de su propia voluntad los casos confirmados a la OMS. Esto incluye mantener a sus vecinos como China, Japón, Singapur y Corea del Sur al tanto de la situación en Taiwan, al igual que poner en línea la secuencia genética de las cepas de virus locales en la base de datos que opera bajo la Iniciativa Global para Compartir Todos los Datos sobre Influenza.

Taiwan ha colaborado con países amigos en la lucha contra el COVID-19, aportando mascarillas quirúrgicas a (en orden numérico) Nicaragua, Honduras y Guatemala, entre otros. (Fotos cortesía de la Embajada de la República de China (Taiwan) en Nicaragua, la Embajada de la República de China (Taiwan) en Honduras y la Embajada de la República de China (Taiwan) en Guatemala)

No obstante, sin una significativa participación en la OMS y acceso a las actividades, los mecanismos y las reuniones de dicho organismo, estas acciones son menos efectivas de lo que deben ser. “La posición de Taiwan entre el Este y el Sudeste Asiáticos significa que podría representar una enorme brecha en la red mundial de lucha contra las enfermedades si no puede participar en los asuntos sanitarios globales, con consecuencias potencialmente desastrosas”, afirmó Chen.

Las palabras del ministro fueron apoyadas por Chan, de la NTU, quien exhortó a la comunidad internacional a continuar apoyando los esfuerzos de Taiwan por participar en la OMS. “Es importante que todos los países y territorios tengan un escaño en la mesa de la OMS”, declaró Chan. “Que Taiwan comparta sus experiencias en la lucha contra el coronavirus beneficiará ciertamente los esfuerzos globales para contener el COVID-19 y hacer del mundo un lugar más seguro”, aseguró el ministro de Salud y Bienestar.

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