Taiwan está adaptando sus políticas de derechos humanos para personas con discapacidad a los valores y prácticas internacionales.
El pasado mes de octubre, una exposición especial ofreció a las personas sin discapacidad la oportunidad de conocer la vida de los discapacitados. El Festival y Experiencia de Vida sin Barreras, de tres días de duración y celebrado en el Parque Creativo Huashan 1914 en Taipei, fue organizado por la Fundación de Bienestar Social Eden, una organización no gubernamental (ONG) dedicada a mejorar el bienestar de las personas con discapacidad. Entre demostraciones de los obstáculos a los que se enfrentan a diario los discapacitados, el acto ofreció dispositivos interactivos, juegos y accesorios para concienciar a los visitantes sobre el lenguaje discriminatorio y las frases comunes del lenguaje de signos. La actividad resultó muy instructiva para los visitantes interesados en ampliar sus perspectivas, como Chiu Yu-ting. “La mayoría de las personas no conocen personalmente a nadie con discapacidad y, por lo tanto, no es consciente de las experiencias vividas”, afirma Chiu, añadiendo que “esta exposición es una oportunidad para ponerse en su lugar”.
Taiwan intensificó sus esfuerzos para salvaguardar las libertades fundamentales de las personas con discapacidad con la promulgación de su Ley de Aplicación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD, siglas en inglés) en 2014, el mismo año en que Eden organizó la primera edición de su festival sin barreras. La CRPD, que entró en vigor en 2008, es un tratado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptado para proteger los derechos humanos y la dignidad de las personas con discapacidad. Aunque Taiwan no es signatario, aplica voluntariamente el acuerdo mediante una serie de políticas, leyes y medidas.
Personas con discapacidad se unen a representantes de los sectores público y privado de Taiwan para aportar su opinión en la reunión de revisión internacional del año pasado. (Foto cortesía de la Administración de Asuntos Sociales y Familiares, Ministerio de Salud y Bienestar)
Dicha ley instó al Yuan Ejecutivo a crear el Comité para la Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad, con representantes de organizaciones de la sociedad civil como Eden y la Asociación de Padres de Personas con Discapacidad Intelectual de Taiwan (PAPID, siglas en inglés) como miembros, junto con funcionarios públicos y académicos. El comité se puso en marcha en 2015, cumpliendo sus resoluciones con ayuda de la Administración de Asuntos Sociales y Familiares (SFAA, siglas en inglés) del Ministerio de Salud y Bienestar.
“La idea central de la CDPD es que las personas con discapacidad deben ser consideradas individuos independientes y miembros activos de la sociedad, y no necesitados de caridad”, declaró Lin Hui-fang, secretaria general del PAPID. “Cada persona debe ser tratada con respeto y recibir las herramientas necesarias para forjar su propio futuro. En lugar de definir a alguien por su discapacidad, deberíamos verlo como parte de una sociedad diversa en la que todo el mundo tiene rasgos distintivos”.
Mejorar la accesibilidad
La ley también exige al Gobierno que presente cada cuatro años un informe nacional en el que se detallen los avances de Taiwan en la adecuación de las protecciones a las normas internacionales. Cada informe activa una serie de diálogos entre las partes implicadas en la promoción de los intereses de las personas con discapacidad. El documento es revisado primero por ONG como Eden y la PAPID, que luego presentan informes paralelos en los que expresan sus opiniones sobre el del Gobierno. Estos informes son examinados, junto con el informe nacional, por un comité internacional de revisión formado por asesores extranjeros. El comité se reúne en Taipei, donde sus miembros se congregan con representantes del Gobierno y de las ONG locales. Al final del proceso, el grupo emite recomendaciones para el futuro, y la SFAA supervisa su aplicación.
Una de las máximas prioridades de Taiwan es fomentar un entorno sin barreras que permita a las personas con discapacidad participar en todos los aspectos de la vida. Entre los éxitos logrados figura la promulgación de la Ley de Desarrollo de las Lenguas Nacionales en 2019. La legislación designó el lenguaje de signos como lengua nacional para proteger el derecho de las personas con discapacidad auditiva a acceder a los servicios públicos. Ese mismo año, los ajustes razonables, un concepto promovido por la CDPD, se incorporaron por primera vez al código legal de Taiwan en virtud de las leyes de prisiones y detención. El derecho a ajustes razonables permite a las personas solicitar adaptaciones por motivos de discapacidad. La SFAA también ha examinado 462 reglamentos gubernamentales en busca de formulaciones y contenidos discriminatorios que afecten negativamente los derechos de las personas con discapacidad. Hasta la fecha se ha revisado el 97 por ciento de los reglamentos.
Las personas con discapacidad intelectual, que tienen derecho en virtud de la CRPD a forjar su propio futuro como individuos capaces de pensamiento independiente, asisten a una reunión de autodefensa. (Foto cortesía de la Asociación de Padres de Personas con Discapacidad Intelectual de Taiwan.)
Para facilitar un entorno sin barreras, la SFAA elabora la Guía de reuniones y eventos accesibles para personas con discapacidad, que abarca detalles que van desde la altura de los pupitres para usuarios de sillas de ruedas hasta la forma adecuada de guiar a las personas con deficiencias visuales. También ha publicado un folleto sobre cómo facilitar la comprensión de la información a las personas con discapacidad intelectual, con consejos como evitar los signos abstractos y utilizar la voz activa en lugar de la pasiva. La publicación es ahora la principal referencia para organizaciones públicas y privadas a la hora de redactar documentos para personas con discapacidad intelectual.
Progresos constantes
Otro paso hacia la igualdad fue la creación en 2020 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CRPD, siglas en inglés), encargada de investigar los antecedentes de las políticas relacionadas con los derechos humanos. La medida fue elogiada por el comité de revisión internacional del segundo informe nacional como un hito importante. El último comité de cinco miembros también elogió la política de cuidados alternativos para niños y jóvenes anunciada en enero de 2022. La legislación pretende reducir al mínimo los internamientos innecesarios fuera del hogar de niños y jóvenes desfavorecidos, incluidos los discapacitados, permitiéndoles crecer en sus propios hogares.
Sin embargo, aún hay margen de mejora en medio de los recientes avances. Por ejemplo, el año pasado, aunque el comité internacional señaló que la elaboración de materiales accesibles sobre sensibilización ante los desastres y la invitación a las personas con discapacidad a participar en los debates sobre los planes de prevención y protección ante los desastres eran avances positivos, los miembros expresaron su preocupación por la insuficiente participación de las personas con discapacidad en el diseño, la ejecución y la evaluación de los simulacros. Se trata de elementos importantes del artículo 11 de la CRPD, que insta a los gobiernos a tomar medidas para proteger a las personas con discapacidad en situaciones como las catástrofes naturales.
El lenguaje de signos, designado oficialmente lengua nacional en 2019, se utiliza para explicar la CDPD en una película producida por el Gobierno. (Foto de Chin Hung-hao)
“La participación de profesionales internacionales en el proceso de revisión es de gran importancia”, declaró Chang Mei-mei, subdirectora general de la SFAA. “A través del comité, Taiwan puede mostrar al mundo lo que ha hecho para proteger los derechos de las personas con discapacidad. Al mismo tiempo, las observaciones nos ayudan a seguir avanzando al compartir las mejores prácticas adoptadas por otros países”. Al día siguiente de que el comité presentara sus observaciones el año pasado, la CRPD y varias ONG más organizaron conjuntamente un foro para facilitar la colaboración en curso sobre temas como la desinstitucionalización y la toma de decisiones con apoyo para personas con discapacidad intelectual.
“La forma en que una comunidad trata a las personas con discapacidad refleja su grado de civilización. A medida que nuestra sociedad ha madurado, hemos pasado de centrarnos en los derechos de las personas sin discapacidad a tomarnos en serio los de los discapacitados”, afirmó Chang, agregando que “esto refleja nuestro progreso en el ámbito de los derechos humanos, que ha sido posible gracias a los esfuerzos conjuntos de los sectores público y privado”.