Cuando la temperatura baja y el clima se vuelve cada vez más frío, los cuidadores de los animales residentes del Zoológico de Taipéi actúan rápidamente para protegerlos, aumentando la ingesta de alimentos y las calorías nutricionales, a fin de que tengan suficiente energía. Los cuidadores también les proporcionan sacos o heno que los orangutanes y chimpancés, por ejemplo, usan como mantas; o calentadores eléctricos y lámparas térmicas para los reptiles. Sin embargo, a los pandas gigantes, con su pelaje tan grueso, les gusta mucho este clima frío, ¡y se vuelven más activos al aire libre! (Foto cortesía del Zoológico de Taipéi)