15/05/2025

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

Ping Pong y Táctica

26/08/1973
Animados por los éxitos obtenidos con su "diplomacia del ping pong", los maoistas decidieron transplantar su uso a otro aspecto de su lucha en el que hasta ahora los resultados no les han sido favorables. Si fué posible confundir y engatusar a los gobiernos de grandes y poderosos países, porqué no probar el método con los Chinos de Ultramar? Y porqué no matar dos pájaros de un tiro, introduciendo cizaña entre los de origen taiwanés? Buscando donde echar sus redes, el sitio más favorable era el Japón. Allí cuentan los maoistas con poderosas ayudas. El gobierno nipón es amigo incondicional del régimen comunista chino. El Primer Ministro Tanaka y su eminencia gris, Ohira, están siempre dispuestos a facilitar las actividades de los maoistas. Gran parte de los diarios y agencias noticiosas han graciosamente sacrificado el principio de libertad de prensa, habiendose comprometido con el régimen maoista - en algunos casos por medio de documentos escritos - a tergiversar las noticias cuanto sea necesario para hacer aparecer a aquel en una luz faborable, silenciando cuanto le pueda ser adverso. El Comité Olímpico del Japón, para no ser menos, ha tomado sobre sí la tarea la promover la participación de los maoistas en competiciones deportivas internacionales, para las cuales no estan calificados por no pertenecer a las respectivas federaciones. En la cuestión de deportes como en la del ingreso a las Naciones Unidas, los maoistas esperan que se les suplique de rodillas su participación, sin tomarse la molestia de solicitar su afiliación, según los reglamentos de las federaciones deportivas. Contando con tales ayudas, los maoistas planearon sus pasos cuidadosamente. Para fines de este mes han organizado un torneo de ping pong en Peiping, invitando a equipos del Asia, Africa y América Latina, por lo que le han dado el nombre de Torneo de las Tres A. Asi dispuestas las cosas, extendieron una invitación a la Asociación de Ping pong de Chinos residentes en el Japón, la mayoría de los cuales son taiwaneses, para que enviaran un equipo a participar en el torneo, bajo el nombre de "Asociación de Ping Pong de la provincia de Taiwan." La Asociación de Ping Pong de los residentes chinos no sólo repudió la invitación de los maoistas, más aún, emitió una declaración afirmando que los chinos residentes en el Japón consideran a la República de China como su única y verdadera Patria, y que mientras el continente esté dominado por el régimen anti-chino de los maoistas no tienen ninguna intención ni deseo de visitarlo. Puesto que se había suscitado la cuestión de "regresar a la Patria", la Asociación resolvió constituir un equipo que viajó a Taiwan el 6 del corriente, realizando actualmente varios encuentros amistosas en distintas ciudades de la isla. El grupo ha tomado por nombre "Cheng Kung", que significa "éxito" y conmemora al gran patriota chino de ese nombre, Cheng Cheng-kung. Como Presidente Honorario del equipo vino Chiu Yung-han. Chiu, nativo de Tainan en el sur de Taiwan, quien reside hace más de veinte años en el Japón. En Tokio dirige una organiza ción de consultas económicas sumamente estimada en aquella capital y en toda la nación nipona. Asímismo es escritor de nota en cuestiones económico-financieras. Ocupa una posición destacada en la comunidad de taiwaneses residentes en el Japón. Su renombre en los círculos financieros japoneses fue establecido definitivamente cuando ganó el premio "Naoki", el más codiciado galardón ofrecido a los escritores jóvenes en el imperio. Años atrás Chiu Yung-han, quien partió de Taiwan cuando la reconstrucción económica de la isla estaba todavía en pañales, se afilió al "movimiento de Taiwan independiente", fomentado en aquel entonces solapadamente por los comunistas chinos. Pero Chiu, como otros muchos antes y después de él, llegaron a percibir que el tal "movimiento" no miraba a los verdaderos intereses de Taiwan ni de China en general, y resolvió repudiar el "movimiento" y regresar a Taiwan para proclamar publicamente su aceptación del gobierno y leyes de la República de China y participar en el esfuerzo común en favor del país y su pueblo. Explicando su decisión, Chiu dijo, al regresar por primera vez a Taiwan, en abril de 1972: "Hace 20 años, varios amigos residentes en el Japón pensabamos que las medidas políticas adoptadas por el gobierno después de la guerra no respondían a los deseos del pueblo y que la situación interna y externa no favorecía al gobierno. Por eso pensabamos que si Taiwan fuera independiente podría mejorar la atmósfera política, promover la prosperidad económica y elevar el nivel de vida del pueblo en la isla. Lo que nosotros deseabamos, sin saber encontrar los medios prácticos para hacerlo, lo ha realizado el Gobierno del Presidente Chiang Kai-shek. El desarrollo de nuestra economía, nuestra estabilidad social y la prosperidad del país han merecido la alabanza de todo el mundo. Debido al apaciguamiento internacional en favor de nuestro enemigo nuestra nación enfrenta dificultades y yo he regresado para ayudar a salvaguardar a mi país, respondiendo así al llamado a la unidad hecho por el Gobierno y para demostrar mi apoyo al Presidente Chiang Kai-shek." Los maoistas ejercieron toda clase de presiones pero se estrellaron contra el muro inconmovible de la lealtad de los residentes chinos a su Patria. Citando un antiguo adagio que dice "no se reconoce al ladrón como padre", estos rehusaron absolutamente considerar la invitación, determinando por el contrario organizar la visita que en estos días realizan a Taiwan.

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