Una fábrica de vidrio está impulsando la economía circular en Taiwan mediante la reutilización de botellas, pantallas planas y ventanas a través de formas imaginativas.
En medio del zumbido de la maquinaria y el rugido de los hornos, media docena de trabajadores vestidos con uniformes, de polos azules y pantalones vaqueros, hacen girar y dan forma al vidrio fundido convirtiéndolo en varios objetos. Entre ellos se encuentra el último producto de la fábrica en su gama Proyecto W Glass, una pajita artesanal hecha con 30 por ciento de vidrio reciclado. Con un precio de 16 dólares estadounidenses por par, estas pajitas son una respuesta a la progresiva nueva política ambiental del Gobierno para eliminar los plásticos de un solo uso.
Spring Pool Glass Industrial Co., en la ciudad de Hsinchu, en el norte de Taiwan, lanzó la iniciativa W en 2017 para desarrollar aplicaciones innovadoras en el campo del vidrio reciclado. “Usamos pajitas todos los días, por lo que son un producto ideal para este proyecto, ya que ayudarán a difundir el concepto de reciclaje creativo”, apunta Wu Ting-an, jefe del departamento de investigación y desarrollo de la compañía. Es probable que aumente la demanda de opciones reutilizables una vez que el país comience a prohibir, en etapas, las pajitas de plástico desechables, a partir de julio de 2019.
Wu Ting-an, jefe del departamento de investigación y desarrollo de Spring Pool, está desarrollando usos innovadores para materiales reciclados a través de su Proyecto W Glass. (Foto de Chin Hung-hao)
Trabajo visionario
El proyecto, que es una creación de Wu, va en línea con el programa de innovación industrial 5+2 del Gobierno. Como una pieza clave en la estrategia de desarrollo nacional, la iniciativa apunta a fomentar los sectores de biotecnología y productos farmacéuticos, energía verde, defensa nacional, maquinaria inteligente e internet de las cosas, así como la economía circular y un nuevo paradigma para el desarrollo agrícola.
Impresionado por su trabajo visionario con vidrio reciclado, el Ministerio de Economía seleccionó a Wu como uno de los cuatro ganadores de los Premios Presidenciales a la Innovación en 2018. El concurso bienal está destinado a alentar a los ciudadanos y organizaciones de Taiwan a pensar de manera creativa al diseñar nuevos métodos y productos que potenciarán la reestructuración económica del país.
El reciclaje está en la sangre de Wu. Spring Pool es una empresa familiar: su padre fundó la empresa de vidrio usado en 1981. Hoy en día, es la empresa más grande de su tipo en Taiwan y maneja aproximadamente 100.000 toneladas métricas de vidrio al año. Alrededor del 70 por ciento del vidrio desechado del país pasa a través de su fábrica, siendo la tasa de reciclaje de vidrio en Taiwan del 90 por ciento. La compañía clasifica, limpia y tritura el material, para posteriormente transformarlo en bloques y luego venderlos a fabricantes nacionales y extranjeros. La compañía también se queda una pequeña cantidad y los convierte en una amplia variedad de productos, desde botellas hasta obras de arte.
El reciclaje de vidrio es amigable con el medio ambiente en varios niveles porque significa menos desperdicio, y también es más barato y más limpio que producir el material desde cero, apunta Wu. Dependiendo de la proporción de otros aditivos, el horno puede estar hasta 200 grados centígrados más frío, lo que resulta en un menor consumo de combustible y emisión de gases de efecto invernadero.
Los artesanos de Spring Pool crean una gran variedad de obras de arte y objetos cotidianos a partir de vidrio reciclado. (Foto de Chin Hung-hao)
Casas de vidrio
Después de estudiar ingeniería de recursos en la Universidad Nacional Cheng Kung en la sureña ciudad de Tainan y obtener una maestría en administración industrial de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, Wu trabajó para una empresa de alta tecnología en Hsinchu durante unos años. En 2012, lleno de ideas, se unió a la firma de su padre.
Su primer proyecto fue encontrar un uso para todas las pantallas LCD de computadoras, teléfonos celulares y televisores desechados. Estos paneles son difíciles de reciclar porque contienen óxido de aluminio, lo que aumenta su punto de fusión y los hace más caros y contaminantes al procesarlos. Wu se dio cuenta de que esta característica los hacía ideales para otra cosa: materiales de construcción resistentes al fuego. “Hemos convertido su desventaja en una ventaja”, comenta Wu.
Los bloques, que están patentados en Taiwan y Estados Unidos, también son livianos, resistentes al ruido y al calor. Están compuestos por un 70 por ciento de vidrio reciclado mezclado con cemento. En 2015, fueron verificados como resistentes al fuego durante dos horas y acreditados como material de construcción ecológico por la empresa alemana TUV SUD, una de las compañías líderes del mundo en pruebas, inspección y certificación.
Un artesano trabaja el extremo de una pajita de vidrio para que sus bordes sean lisos. Wu espera difundir el concepto de reciclaje creativo haciendo objetos comunes. (Foto de Chin Hung-hao)
Spring Pool ha fabricado estos bloques comercialmente desde 2013 y los vende a empresas de construcción en Taiwan y el extranjero, siendo los dos principales mercados de exportación Singapur y Malasia. Estos representan el 25 por ciento de los ingresos de la compañía, las ventas de vidrio de desecho procesado representan el 50 por ciento de la misma y el resto proviene de otros productos.
Sin límites
A través de su Proyecto W Glass, Wu está utilizando conceptos de economía circular para reciclar materiales de desecho y convertirlos así en objetos exclusivos. W tiene múltiples connotaciones, recoge Wu, añadiendo que puede referirse a residuos, pero también significa “wu” en chino, que significa “no tener” e implica que no se deben establecer límites sobre cómo utilizar el vidrio reciclado.
Con este fin, el investigador y empresario ha colaborado con una amplia gama de profesionales. El chef Andre Chiang, que tiene una estrella Michelin y dirige RAW -un restaurante de lujo en Taipei-, ayudó a Wu a crear una elegante vajilla. Luego está Joe Fang, un diseñador visual que dibujó el plano de una botella de vidrio con la huella de la mano de la estrella del pop de Singapur JJ Lin, el cual se entregó con su CD.
En abril de 2017, la empresa fue invitada a participar en Creative Expo Taiwan, un evento anual en Taipei -que se celebra desde el 2010- destinado a mostrar el sector cultural y creativo de la nación. Spring Pool exhibió una instalación titulada Océano de Economía Circular, en la cual se animó a los visitantes a caminar descalzos por un mar de cuentas de vidrio reciclado esparcidas por el suelo de un espacio de exposición.
Los visitantes de Creative Expo Taiwan en 2017 pasean por un mar de cuentas de vidrio reciclado. La exhibición de Spring Pool impresionó tanto al hotel de alta gama W Taipei que invitó a la firma a recrearlo junto a su piscina al aire libre. (Foto cortesía de Wang Te-fan y Spring Pool Glass Industrial Co.)
La instalación impresionó tanto a la administración del hotel de alta gama W Taipei que le pidió a Wu recrearlo junto a su piscina al aire libre. “La obra de Spring Pool es realmente inusual e inspiradora y queríamos darle a más personas la oportunidad de experimentarla”, indicó la gerente del hotel, Vivian Lin.
Wu continuó trabajando con el establecimiento de cinco estrellas para crear vasos con forma de faroles y cajas de regalo con pasteles de luna que incluyen vasos con tapas que sirven como pequeños platos para estas delicias propias del Festival del Medio Otoño. Las cajas de regalo, creadas por Piliwu Design Studio, con sede en Taipei, llegaron a la lista de finalistas para el 2018 Golden Pin Design Award. El concurso, organizado por el Centro de Diseño de Taiwan y apoyado por el Gobierno, premia conceptos y productos innovadores.
En agosto, Wu usó la plataforma de micromecenazgo Zeczec a fin de recaudar dinero para las pajitas y un proyecto destinado a hacer vasos de cerveza con un diseño inusual de goma eslástica. La puja estaba dirigida a personas interesadas en involucrarse con iniciativas amigables con el medio ambiente. A finales de septiembre, había recaudado 30.000 dólares estadounidenses, superando su objetivo inicial de 6.670.
Los vasos con tapas que sirven como platos para comer pasteles de luna y los que tienen forma de faroles son algunos de los artículos de diseño producidos conjuntamente por la compañía y el hotel. (Fotos cortesía de W Taipei)
Este tipo de apoyo público, junto con su Premio Presidencial a la Innovación, es todo el apoyo que Wu necesita para seguir adelante y crear diseños más imaginativos. “El Proyecto W Glass es solo una pequeña parte de lo que se necesita para darle a Taiwan un futuro más sostenible”, remarca Wu, añadiendo que va “a seguir explorando nuevas formas de utilizar el vidrio de desecho y hacer una contribución aún mayor”.