23/06/2025

Taiwan Today

Taiwán Hoy

CERO DESPERDICIOS

01/09/2019
Las verduras deformadas y con mala apariencia están siendo recicladas antes de ser desechadas en Taiwan por los bancos de alimentos y personas conscientes del medio ambiente. (Foto de Chin Hung-hao)

Los bancos de alimentos, los restaurantes y los minoristas se unen para reciclar productos, eliminar el desperdicio y ayudar a los necesitados.

Las zanahorias nudosas y las papas deformes que Even Ko usa para cocinar arroz con curri en su restaurante en la ciudad de Nuevo Taipei nunca habrían llegado a los estantes de los supermercados. Las verduras que no cumplen con las estrictas condiciones estéticas exigidas por los vendedores y los consumidores generalmente terminan en la basura. Pero cada vez más, empresarios conscientes del medio ambiente como Ko están comprando estos productos antiestéticos. “Puede que no se vean bien, pero son igual de comestibles y nutritivos que las verduras con buena apariencia”, afirma Ko, preguntándose “¿por qué vamos a tirarlas?”

Ko abrió su restaurante vegano hace cuatro años en el sector de Xindian. En 2018, fue seleccionado por la Administración para la Protección del Medio Ambiente (EPA, siglas en inglés) a nivel de gabinete, como uno de los 37 restaurantes modelo en Taiwan que abordan el problema de los desperdicios de alimentos. Además de usar productos poco atractivos pero saludables, estos establecimientos fueron reconocidos por prácticas tales como la utilización de frutas y verduras en su totalidad y alentar a los comensales a llevar las sobras a casa.

El secretario general de la Alianza de Bancos de Alimentos de Taiwan, Jeff Chen (segundo a la izquierda), junto a un político local y voluntarios muestran tilapia donada en septiembre de 2017 en el distrito de Yilan al noreste de Taiwan. (Foto cortesía de la Alianza de Bancos de Alimentos de Taiwan)

Taiwan es un líder mundial en la promoción de la reutilización de bienes de consumo que están destinados a los vertederos. Cada año, el país transforma aproximadamente 550.000 toneladas de desechos domésticos de cocina en abono y alimento para cerdos, según la EPA. El éxito de estas campañas gubernamentales está inspirando a un mayor número de empresas a implementar estrategias de reciclaje de alimentos y reducción de residuos.

Entre los ejemplos más destacados en el sector empresarial se encuentra Carrefour Taiwan. En 2014, la multinacional francesa comenzó la creación de centros de donación de comida en sus 126 hipermercados y supermercados de todo el país. Estas instalaciones almacenan artículos como alimentos no deseados o excedentes de los abarrotes. Carrefour Taiwan se unió a esta iniciativa en 2016 ofreciendo contribuciones diarias de productos perecederos sin vender o poco atractivos a los grupos no gubernamentales. Se reciclaron 284 toneladas de alimentos a través de esta iniciativa el año pasado.

El depósito del Banco de Alimentos 1919 en la ciudad de Taichung, en el centro de Taiwan, almacena alimentos reciclados principalmente por empresas privadas. (Foto de Chin Hung-hao)

La tienda minorista está lejos de ser la única compañía en Taiwan que se enfoca en los alimentos descartados. Entre innumerables otros ejemplos, la cadena de restaurantes 12 Hot Pot, que cuenta con más de 50 establecimientos, comenzó el suministro de carne y verduras poco atractivas visualmente a organizaciones benéficas en 2017. Y al año siguiente, la compañía Unilever Taiwan comenzó a donar sopas empacadas a las que les queda corto plazo de vencimiento.

La mayoría de estos productos van a redistribuidores como el Banco de Alimentos 1919. “En el pasado, las empresas solían vender los artículos que se aproximaban a sus fechas de caducidad a precios con descuento, pero hoy en día están más dispuestos a donarlas para demostrar su generosidad corporativa”, manifestó Sam Chang, director de la organización sin fines de lucro.

Sam Chang, director del Banco de Alimentos 1919, inspecciona paquetes de salsas producidas en sus instalaciones sin fines de lucro en Taichung. (Foto de Chin Hung-hao)

Establecida en 2010 por la Asociación China de Socorro Cristiano (CCRA, siglas en inglés) con sede en Nuevo Taipei, el Banco de Alimentos 1919 es una de las organizaciones más grandes de su tipo en Taiwan. Esta suministra alimentos a casi 200 iglesias que ayudan a unos 4.500 jóvenes desfavorecidos. La organización también ha negociado acuerdos de donaciones diarias entre 54 de las iglesias y 84 tiendas cercanas propiedad de Carrefour, PX Mart y RT-Mart.

Para extender la vida útil de los alimentos que recibe, el Banco de Alimentos 1919 opera una cocina en la ciudad de Taichung, en el centro de Taiwan. El sitio crea salsas nutritivas para arroz y fideos utilizando elementos como zanahorias, papas, cerdo y tomates enlatados. Los productos terminados se almacenan en congeladores hasta que pueden enviarse a familias desfavorecidas. Según la CCRA, estas instalaciones produjeron alrededor de 15 toneladas de alimentos en 2018.

Marilyn Su, directora ejecutiva de la Fundación Carrefour de Taiwan, muestra productos alimenticios donados por clientes en una de las tiendas de su compañía en la ciudad de Taipei. (Foto de Chin Hung-hao)

Dos pájaros de un tiro

El papel que pueden desempeñar los bancos de alimentos para ayudar a los menos privilegiados, recolectando alimentos y reduciendo el desperdicio, es cada vez más reconocido, señala Richard Hwang, profesor asociado en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad Tecnológica de Chaoyang en Taichung. “La conciencia pública ha aumentado a medida que los bancos de alimentos han pasado de gestionar casi exclusivamente productos de larga duración como arroz y fideos instantáneos a aquellos perecederos como frutas, verduras y carne”, agrega Hwang. 

El lema de la Asociación del Banco de Alimentos del Pueblo de Taiwan (TPFB, siglas en inglés), “Cero desperdicios, cero hambre”, refleja este doble papel. Con sede en Taichung, la asociación recolecta donaciones de alimentos y los redistribuye entre unos 170 grupos de bienestar social en Taiwan. “Luchando contra la desnutrición y reduciendo el desperdicio, estamos ayudando a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS)”, apuntó su secretaria general Nancy Liu. Los ODS 2 y 12 hacen mención al hambre cero, y al consumo y producción responsables, respectivamente.

Miembros del personal en una tienda Carrefour en Taipei acopian productos perecederos no vendidos para distribuirlos a una organización no gubernamental. (Fotos de Chin Hung-hao)

Además de resolver problemas creados por productos no vendidos, los grupos de caridad pueden ayudar a combatir el exceso de producción, apuntó Jeff Chen, secretario general de la Alianza de Bancos de Alimentos de Taiwan (ATF, siglas en inglés). En el otoño de 2017, las empresas acuícolas del sur se encontraron con un excedente de 480 toneladas de tilapia. La ATF intervino y ofreció suministrar pescado a los desfavorecidos a través de una red de organizaciones asociadas. “Los grupos participantes tuvieron que firmar una declaración jurada declarando que no venderían la tilapia con fines de lucro”, agregó Chen.

La distribución de productos perecederos ha conducido a que los bancos de alimentos adopten estrictos protocolos de seguridad. “Si las organizaciones querían transportar la tilapia fresca a mayores distancias, tenían que demostrar que contaban con congeladores capaces de almacenar el pescado a menos 18 grados”, explicó Chen.

Comensales degustan los platos del restaurante de Even Ko en Nuevo Taipei. (Foto de Chin Hung-hao)

Marilyn Su, directora ejecutiva de la Fundación Carrefour de Taiwan, señaló de manera similar la importancia de mantener estándares estrictos de seguridad alimentaria, y agregó que su empresa no recicla artículos que se echan a perder rápidamente, como los productos de panadería con crema o mayonesa, para no ser una carga. “Al ofrecer donaciones, las empresas deben ser conscientes de las posibles repercusiones en la reputación si no se considera adecuadamente la seguridad alimentaria”, comentó Su, añadiendo que “mientras se tome en serio el asunto, el reciclaje y la disminución del desperdicio de alimentos son esfuerzos que valen la pena”.

Compartiendo experiencias

A medida que Taiwan acelera los esfuerzos de reducción de desechos locales, también está trabajando para fortalecer los intercambios internacionales sobre este asunto a través del foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés). En 2014, Taiwan propuso una iniciativa llamada   Fortalecimiento de las Asociaciones Público-Privadas para Reducir las Pérdidas de Alimentos en la Cadena de Suministros. El proyecto de cinco años hace un llamado a las economías miembros para que aborden el asunto de los desechos mediante el reciclaje de alimentos y mejorando las prácticas de gestión de la cadena de frío.

Ko elabora bocadillos usando solo verduras de apariencia fea pero nutritivas. (Fotos de Chin Hung-hao)

En 2017, la Fundación Carrefour de Taiwan fue invitada a una reunión del APEC bajo la iniciativa en Vietnam a fin de discutir las mejores prácticas para recolectar artículos con fecha de caducidad cercana y trabajar con grupos benéficos. Y en una conferencia de seguimiento en la ciudad de Taipei el año pasado, la ATF compartió su experiencia en la operación de una plataforma de coordinación entre donantes y bancos de alimentos.

Las organizaciones sin fines de lucro de Taiwan también participan en las organizaciones internacionales no gubernamentales. La TPFB representa a la nación en la Red Global de Bancos de Alimentos (GFN, siglas en inglés), con sede en Chicago, la asociación más grande de su tipo. En la convención de la GFN de este año celebrada del 25 al 27 de marzo en Londres, a la que asistieron alrededor de 150 expertos de más de 50 países y territorios, Liu presentó un informe sobre los esfuerzos de su asociación para proporcionar alimentos a niños desfavorecidos en áreas remotas.

Grupos no gubernamentales como la ATF y la TPFB están ayudando a llamar la atención en Taiwan hacia temas como la agricultura verde y la reducción de los desperdicios de alimentos. (Fotos de Lin Min-hsuan y Chuang Kung-ju)

En el ámbito local, los bancos de alimentos de Taiwan están trabajando para afianzar aún más los conceptos de reciclaje y reducción de desechos en la sociedad. El último proyecto de la ATF consiste en instalar refrigeradores públicos en las comunidades de todo el país. Los residentes colocan artículos no deseados en estos microbancos de alimentos y las personas desfavorecidas pueden simplemente tomar lo que necesiten. Los voluntarios realizan inspecciones periódicas para mantener limpios los refrigeradores y garantizar que los productos sean aptos para la donación. La ATF ha colocado refrigeradores en más de 50 comunidades hasta la fecha, con un número previsto de 150 para fin de año.

Los dueños de restaurantes como Ko y las organizaciones sin fines de lucro como la ATF y la TPFB también mantienen presencias activas en las redes sociales, lo que ayuda a correr la voz sobre la reducción del desperdicio de alimentos. “Si bien Taiwan ha logrado algunos avances notables para resolver este problema, en general las personas aún deben prestar mucha más atención a cuánto están desperdiciando”, puntualizó Liu. 

Popular

Más reciente