El bádminton en Taiwán ha evolucionado de ser un pasatiempo modesto en la posguerra a convertirse en una verdadera pasión nacional. Sus orígenes en la nación se remontan a finales de la década de 1940, cuando personal militar lo introdujo entre la población local. Lo que comenzó como encuentros informales en los cuarteles pronto adquirió estructura, dando lugar a la fundación de la Asociación de Bádminton de Chinos-Taipéi (CTBA, siglas en inglés) en 1973. Bajo el nombre de “Chinos-Taipéi” en las competiciones internacionales, Team Taiwan, el Equipo de Taiwán ha superado constantemente las expectativas, combinando entrenamiento disciplinado y un amor profundamente arraigado por el deporte para posicionarse entre la élite mundial.
Según un análisis de la Administración de Deportes (SA, siglas en inglés) del Ministerio de Educación, más de tres millones de personas —alrededor de una octava parte de la población de Taiwán— practican activamente el bádminton, en comparación con los dos millones registrados en 2018. Este auge pone de manifiesto la profunda relevancia cultural del deporte. Jugadores como Tai Tzu-ying, quien ocupó el primer lugar en el ranking mundial de individuales femeninos durante un récord de 214 semanas, y Chou Tien-chen, el principal representante taiwanés en individuales masculinos, han inspirado a una nueva generación de atletas.
Los triunfos de Tai y Chou trascienden las competiciones de élite. Los niños pequeños imitan los saques de sus ídolos, los adolescentes entrenan con sueños olímpicos y los adultos redescubren la alegría del deporte. El auge del bádminton en Taiwán es una muestra del poder de la perseverancia, el apoyo comunitario y un enfoque sistemático para el desarrollo de atletas.
Respaldo estratégico
La supremacía del bádminton en Taiwán se sostiene gracias a un sólido apoyo gubernamental, que garantiza una base firme para el desarrollo de los jugadores. La SA desempeña un papel clave a través de iniciativas como el Plan de Desarrollo Deportivo Nacional a Medio Plazo, lanzado en 1989 y refinado continuamente desde su inicio. “Estamos construyendo un sistema sostenible que ayude a los atletas a competir con confianza”, explicó Lu Shu-tzu, especialista senior en la División de Atletismo Competitivo de la SA.
En el corazón de este sistema se encuentran los torneos de clasificación y los campeonatos de copa de la CTBA, que identifican y cultivan a los jugadores prometedores desde los niveles de primaria, secundaria y preparatoria. La inversión gubernamental juega un papel crucial, con una financiación importante del Plan de Desarrollo de la Industria Deportiva de 2018, que mejora los programas de entrenamiento y la infraestructura. Desde 2020, el Centro Nacional de Entrenamiento Deportivo (NSTC, siglas en inglés) también ha proporcionado subsidios anuales de atención médica a los atletas.
La colaboración internacional refuerza aún más el ecosistema de entrenamiento de Taiwán. Bajo la Nueva Política hacia el Sur (NSP, siglas en inglés), los jóvenes jugadores de Taiwán participan en campamentos de entrenamiento y torneos de intercambio en el Sudeste Asiático, lo que les permite conocer diversos estilos de juego y entornos competitivos. La iniciativa también fomenta la diplomacia deportiva al recibir a jóvenes atletas de países socios de la NSP para entrenar en Taiwán. Al integrar el cultivo de talentos con la cooperación internacional, Taiwán no solo mejora su posición competitiva, sino que también profundiza los lazos con sus vecinos.
El director de la oficina de la CTBA, Lee Yu-lung, destaca que la estrategia de bádminton de Taiwán equilibra la participación pública general con el desarrollo profesional. “Taiwán prospera gracias a la cooperación entre la CTBA, el Gobierno y los principales patrocinadores de clubes”, señaló Lee. Este enfoque coordinado se refleja claramente en el NSTC, que sirve como un centro de entrenamiento vital para los mejores jugadores de Taiwán. El centro ofrece canchas profesionales, gimnasios completamente equipados, alojamiento tipo hotel, tres comidas diarias estilo bufé adaptadas a las necesidades nutricionales de los atletas y tutoría académica para asegurar que los jugadores prosperen en todos los niveles. “Médicos, entrenadores, psicólogos deportivos: todos estos servicios están respaldados por la SA”, indicó Chou, agregando que “el apoyo me ayudó a concentrarme en mi juego y alcanzar todo mi potencial”.
Durante los Juegos Olímpicos de París, el NSTC extendió su apoyo en el extranjero, alquilando apartamentos y estableciendo centros de fisioterapia en Francia para proporcionar un entorno óptimo a los atletas. Esta estrategia contribuyó a que Taiwán ganara dos oros y una plata en los Juegos de 2024. Los bonos por rendimiento otorgados a los medallistas incentivaron aún más la excelencia y el ciclo continuo de participación de alto nivel.
Para mantener su ventaja competitiva, Taiwán mira hacia el exterior. Los proyectos de colaboración con instituciones internacionales de bádminton facilitan el intercambio de técnicas y estrategias innovadoras, como el análisis de datos. “Podríamos elevar aún más nuestro entrenamiento invitando a entrenadores extranjeros a unirse a las prácticas del equipo nacional”, sugirió Chou. “Las perspectivas diferentes agudizan nuestra ventaja”, añadió el atleta. Esta visión orientada al futuro se basa en la sólida base de Taiwán, a la vez que incorpora la experiencia global para mejorar el rendimiento.
La industria se ha convertido en una fuerza económica y cultural en auge que impulsa la popularidad y el crecimiento del bádminton en Taiwán. Empresas como Victor, con sede en la ciudad de Taipéi, lideran la iniciativa, patrocinando a atletas de élite como Tai y Lee Yang, mientras lideran los avances en la tecnología de raquetas. Los avances tecnológicos impulsan aún más el progreso, con iniciativas de ciencias del deporte, como el análisis de movimiento y el entrenamiento basado en datos, que mejoran la precisión y el rendimiento en todos los niveles.
Las colaboraciones entre universidades y empresas tecnológicas se centran en integrar tecnología de vanguardia en el entrenamiento, beneficiando tanto a atletas profesionales como a jugadores amateurs. La industria de equipos de bádminton de Taiwán, conocida por producir raquetas y volantes de alta calidad, continúa liderando a nivel global, mientras abraza la sostenibilidad a través de materiales ecológicos. “El equipo sigue evolucionando. Mi raqueta es más ligera, más precisa”, comentó Chou, añadiendo que “la ciencia del deporte y los equipos de hoy ayudan a nivelar el campo de juego y a maximizar el potencial de los atletas.”
El patrocinio corporativo y los programas comunitarios también contribuyen a la accesibilidad y la inclusión. Los campamentos anuales de bádminton del Land Bank of Taiwan (Banco de la Tierra de Taiwán), por ejemplo, han formado a miles de niños. El plan de expansión de ligas del Gobierno, que tiene como objetivo añadir cientos de nuevas canchas en los próximos años, asegura que la infraestructura esté a la par con la creciente demanda.
Impulso patriótico
Torneos como el Abierto de Taipéi han jugado un papel importante en establecer la posición atlética internacional de Taiwán. Establecido en 1980, ha crecido hasta convertirse en un evento BWF Super 300, atrayendo talento internacional y generando beneficios económicos a través del turismo y los patrocinios. “El Abierto de Taipéi fortalece nuestra cultura deportiva al generar empleos, atraer visitantes e inspirar a la gente”, aseveró Lee.
Los logros de Taiwán son una fuente de enorme orgullo nacional, uniendo generaciones a través del éxito compartido. Más de 300.000 espectadores sintonizaron la final de París 2024, mientras que el desfile posterior a los Juegos en Taipéi atrajo a 50.000 fanáticos, reflejando el poder del deporte para inspirar y unir. Las medallas de oro consecutivas en dobles de Lee y Wang Chi-lin en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y París 2024, la plata de Tai en Tokio y la victoria de Chou en el Thailand Masters 2024 consolidaron el estatus de Taiwán como una potencia mundial del bádminton. “Cada medalla demuestra nuestro espíritu”, afirmó Lu.
“Los fracasos y los éxitos me formaron. Ganar en 2010 fue un punto alto, pero quedar fuera de los Juegos Olímpicos de 2012 me enseñó resiliencia”, indicó Chou al reflexionar sobre su carrera. Su mensaje para los atletas jóvenes es simple pero profundo: “Sueña en grande, pero planea con detalle. Cada paso construye tu camino”. Desde las canchas locales hasta los podios olímpicos, el legado del bádminton en Taiwán sigue creciendo, impulsado por el apoyo del Gobierno, la inversión del sector privado y una pasión duradera por este deporte.