29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

UN LLAMADO CLARO Y ENÉRGICO

01/05/2020

El brote global de coronavirus, reportado por primera vez en la ciudad de Wuhan en la República Popular China a fines del año pasado, presenta a la comunidad internacional una serie de desafíos económicos, sanitarios, políticos y sociales sin precedentes. Taiwan, en la primera línea de la pandemia del COVID-19 a menos de 130 kilómetros de China, no es inmune. De hecho, la nación está haciendo frente a este desafío al margen de la red de apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta situación totalmente insatisfactoria es el resultado directo de la negativa de China a permitir que Taiwan tenga voz en la OMS. A pesar de contar con un sistema de seguro nacional de salud ampliamente elogiado y una larga trayectoria de iniciativas médicas transfronterizas exitosas que benefician a personas de todas las etnias, la nación permanece excluida de dicha agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas por motivos políticos. Un enfoque tan estrecho y políticamente motivado, que amenaza la salud y el bienestar de los 23 millones de habitantes de Taiwan, no tiene sentido cuando la familia internacional de naciones necesita unirse para combatir el coronavirus y hacer realidad el lema de “Salud para todos”.

A pesar de que la OMS le ha dado la espalda, Taiwan es acogido cálidamente por aliados y socios de ideas afines, así como por organismos gubernamentales y no gubernamentales que actúan de manera honesta, abierta y transparente en el mejor interés de aquellos a los que representan. Estos países y grupos están respaldando una causa noble al expresar su apoyo a Taiwan y a la necesidad de su significativa participación en las actividades, mecanismos y reuniones de la OMS, como la 73a Asamblea Mundial de la Salud (AMS) prevista a realizarse del 17 al 21 de mayo en Ginebra.

El respaldo sin precedentes proviene de todos los rincones: líderes, legisladores, expertos médicos, expertos en medios, activistas y celebridades, todos se encuentran entre una legión creciente que reconoce a Taiwan como un faro de libertad, democracia, derechos humanos, orden basado en la ley y fuerza para el bien en el mundo. Triste y lamentablemente, se necesitó la pandemia del COVID-19 para crear las condiciones bajo las que muchos entienden mejor y aprecian plenamente las formas en que Taiwan puede ayudar.

La necesidad agudiza el ingenio. Taiwan ha tomado en serio el espíritu de dicho proverbio, utilizándolo para dar forma a una política aplicada con gran fuerza y ​​vigor a los esfuerzos de lucha contra el coronavirus. Cuando surgieron los primeros indicios de casos de neumonía atípica en Wuhan, el Ministerio de Salud y Bienestar (MOHW, siglas en inglés) y los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés)  de Taiwan aprovecharon la amplia experiencia del país con el síndrome respiratorio agudo severo e inmediatamente se tomaron medidas.

Estas incluyeron la realización de inspecciones de salud a los pasajeros a bordo de aviones que regresaban de Wuhan, la detección de fiebre y evaluaciones sobre contactos, ocupación y viajes de las personas que arribaban a Taiwan. Otras medidas incluyeron la implementación de informes obligatorios de los casos clínicos severos por parte de las instalaciones sanitarias y el aumento de los estándares para los equipos de protección que emplea el personal sanitario en riesgo, así como el llamado a crear conciencia sobre las medidas de prevención entre los viajeros y mantener al público al tanto de los últimos acontecimientos relacionados a través de plataformas como la TV y las redes sociales.

Lo que en ese momento fue percibido como una estrategia agresiva por el MOHW y los CDC salvó vidas y ahora se conoce globalmente como el Modelo de Taiwan. También abrió las puertas para que el país colabore estrechamente con aliados naturales en la investigación y el desarrollo de vacunas contra el coronavirus a través de la Academia Sínica –la principal institución de investigación de Taiwan– y comparta mascarillas quirúrgicas, termómetros digitales de frente, guantes, gafas, batas, kits de pruebas rápidas y otros equipos. Los acuerdos con naciones de todo el mundo sobre donaciones e intercambios de artículos médicos esenciales han generado una amplia cobertura mediática, ganando a Taiwan aún más amigos en el extranjero.

Dado que la pandemia del COVID-19 no muestra aún signos de desaceleración, la cooperación, la amistad, el apoyo, la confianza y la unidad son justo lo que el médico ordenó para que el mundo sane. Ya es hora de que la OMS escuche el llamado claro y enérgico de la comunidad internacional y dé a Taiwan un asiento en la mesa de la AMS. 

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