El Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés) dio a conocer en un comunicado publicado el 22 de octubre su posición con respecto a la reciente prórroga de dos años del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el Nombramiento de Obispos.
En su declaración, la República de China (Taiwan) recordó a la Santa Sede la importancia de la libertad religiosa después de que este último renovara por otros dos años el acuerdo provisional sobre los nombramientos de obispos con la República Popular China.
La Santa Sede, el único aliado diplomático de la República de China (Taiwan) en Europa, anunció dicho día que acordó extender dicho acuerdo con Pekín debido a los “resultados positivos” observados en los últimos dos años, según diversos medios.
Según el acuerdo, firmado por primera vez en septiembre de 2018, Pekín propone obispos para el nombramiento del papa, quien puede nombrar o vetar las recomendaciones.
“De acuerdo con el Código de Derecho Canónico, todos los obispos de la Iglesia Católica en el mundo son nombrados por el papa”, señala el MOFA en su comunicado.
“A las autoridades civiles no se les otorgará ningún derecho ni privilegio de elección, nominación, presentación o designación de obispos”, indica dicha legislación, agregando que la Iglesia Católica no debe estar sujeta a la presión de ningún Gobierno.
Asimismo, la Santa Sede ha declarado públicamente en muchas ocasiones que el Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el Nombramiento de Obispos trata temas de asuntos pastorales y no toca asuntos diplomáticos o políticos. El MOFA concede gran importancia a esta solemne promesa de la Santa Sede, señala el comunicado del MOFA.
No obstante, el MOFA apuntó que espera que el acuerdo ayude a mejorar la libertad religiosa en la República Popular China, a pesar del continuo deterioro de la misma, así como de los derechos humanos allí durante los últimos dos años.
El MOFA añadió que observará de cerca los desarrollos relevantes y continuará promoviendo la cooperación con la Santa Sede y la Iglesia católica, defenderá conjuntamente el valor fundamental de la libertad religiosa, brindará asistencia a los desfavorecidos que son perseguidos debido a sus creencias y continuará profundizando la amistad con la Santa Sede sobre la base de compartir ideas comunes.