Chen hizo la declaración durante una reciente entrevista de Il Sole 24 Ore , importante diario financiero italiano. El Presidente también señaló que su Administración da máxima prioridad a la seguridad nacional.
A la vez, Chen dijo que ningún otro Presidente en la historia de Taiwan ha dedicado tanto tiempo como él en el mejoramiento de las relaciones a través del Estrecho. A pesar que no se percibe un resultado importante aún, él no se siente desanimado y continuará buscando reiniciar los diálogos constructivos con China continental.
El Gobierno de la República de China no tiene ideas o condiciones prefijadas, ni prioridades establecidas en tales conversaciones, sino que sólo busca que ambas partes se reúnan para dialogar, reveló Chen.
Chen señaló que el principio de “una China” no constituye problema bajo la Constitución de la República de China, pero el mismo no puede ser interpretado de manera tal que convierta a Taiwan en parte de la República Popular China o relegue a Taiwan al estatus de gobierno local, lo cual iría en contra del deseo de los 23 millones de habitantes de la isla.
La entrevista del diario italiano fue realizada por el jefe de la Oficina para Asia del periódico, Luca Vinciguerra, el 20 del mes pasado.
Con respecto a las adquisiciones de armamento en EE UU, Chen estuvo refiriéndose al esfuerzo que constantemente hace la República de China para adquirir armas y equipos más avanzados con el fin de reforzar su capacidad defensiva.
Al respecto, el portavoz del Pentágono, A. Quigley, informó formalmente varios días después a una delegación de Taiwan que el Gobierno estadounidense ha decidido ofrecer a la República de China la opción de adquirir cuatro destructores de clase Kidd , doce aviones de vigilancia anti-submarina P-3 Orion , ocho submarinos con motores diesel y otros materiales bélicos.
Quigley describió la actual propuesta de venta de armamento como un “paquete robusto” cuyo fin es mejorar la capacidad de combate naval de Taiwan. Sin hacer mención del costo total del paquete, Quigley señaló que la República de China tendrá que evaluar los factores del costo, entrenamiento y mantenimiento antes de informar a las autoridades estadounidenses acerca de los rubros y cantidades que desea comprar.
Aparte de los aviones y navíos de guerra descritos anteriormente, el paquete incluye también sistemas de artillería autopropulsada Paladin ; helicópteros barreminas MH-53E; vehículos anfibios de asalto AAV7A1; sistemas de misiles superficie-aire Avenger ; misiles Harpoon lanzados desde tierra y desde submarinos; torpedos MK48; y equipos de supervivencia para aviones. También se presentará a la República de China un informe técnico sobre el sistema antimisil PAC-3.
La Oficina Presidencial en Taipei señaló que cree que la decisión estadounidense de vender armas para mejorar las capacidades defensivas de la República de China fortalecerá la confianza de los residentes de la isla, mantendrá el equilibrio militar y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwan, y promoverá el diálogo en pie de igualdad entre ambos lados del Estrecho.
Las negociaciones sobre armamento entre EE UU y la República de China se mantienen a bajo perfil, y la delegación de Taiwan en Washington ha retornado al país con una lista completa de los rubros aprobados.
El Gobierno de la República de China no ha hecho una confirmación oficial o comentario sobre los detalles del paquete de adquisiciones aprobado. Sin embargo, reiteró la posición defensiva de Taiwan y el deseo de reanudar el diálogo pacífico con China continental.
“Entendemos que las adquisiciones de armas no constituyen la única ruta de la defensa de Taiwan. Sólo a través del diálogo constructivo y la normalización de las relaciones es que ambos lados del Estrecho podrán mantener una paz genuina y permanente”, señaló una declaración de la Presidencia del 25 del mes pasado.
“Sin embargo, Pekín sigue rehusándose a rechazar el uso de la fuerza en contra de Taiwan, se dilata en la reanudación del diálogo, y continúa llevando a cabo el emplazamiento de misiles y desarrollo de la fuerza militar en áreas al otro lado de Taiwan”, indica el documento.
“Taiwan se ve forzado a comprar armas defensivas para satisfacer las necesidades fundamentales de la defensa, con el fin de prevenir que las vidas y propiedades del pueblo de Taiwan sean amenazadas por la fuerza”, añadió la declaración.
La Presidencia hizo hincapié en el deseo de que Pekín se percate que las compras de armas y políticas de defensa de Taiwan son reacciones ante la intimidación de China continental. La declaración también expresa el deseo de que a medida que Taiwan completa sus adquisiciones militares, Pekín pueda cambiar el curso de acción para abandonar la opción del uso de la fuerza en contra de la isla, retirar los misiles y el despliegue de fuerza en la costa sudoriental hacia el interior de su territorio, y reanudar las conversaciones de paz.
El despacho presidencial también dijo que los dos lados del Estrecho deben procurar desviar los presupuestos de defensa hacia el desarrollo económico y de infraestructuras, así como mejorar el bienestar del pueblo mediante más gastos en servicios médicos, educación y programas de bienestar social.
“Los dos lados pueden trabajar juntos para mantener la estabilidad en el Estrecho de Taiwan y la región de Asia y el Pacífico”, puntualizó el documento.
Un comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de la misma fecha señala que dicho Ministerio da la bienvenida a la decisión de EE UU de vender armas defensivas que se “necesitan urgentemente” de acuerdo con el Acta de las Relaciones con Taiwan y las necesidades prácticas de la seguridad de la isla.
“Apreciamos la preocupación y los esfuerzos mostrados durante el proceso de las ventas de armas por el Gobierno, Congreso y amigos de todos los sectores en EE UU con respecto al mantenimiento de un equilibrio militar en el Estrecho de Taiwan y la seguridad de Taiwan”, indicó la Cancillería. A la vez, reconoció la firme posición de Estados Unidos en las promesas hechas con respecto a la seguridad en el Estrecho.