El primer ministro Frank C. Hsieh señaló que excluir a Taiwan de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría resultar en una gran pérdida, no sólo para el país, sino también para el resto del mundo. Hsieh hizo tal declaración el 6 de los corrientes cuando recibió a Glenn S. Estess, presidente del Club Rotario Internacional (RI). El Primer Ministro añadió que se le ha negado a Taiwan un justo llamado para contribuir a la sociedad internacional, a la cual también pertenece. No sólo a los taiwaneses, sino también a cientos de miles de trabajadores extranjeros les ha sido negado el acceso a las informaciones médicas y los programas de salud que ofrece la OMS, arguyó Hsieh.
En nombre del Gobierno de la República de China, el Primer Ministro donó un millón de dólares estadounidenses a Estess, reconfirmando los incesantes esfuerzos del Club Rotario para ayudar a erradicar la poliomielitis. El RI inició una campaña para recolectar fondos en 2002 con el fin de ayudar a eliminar esta enfermedad. Hsieh dijo que el Gobierno está complacido en apoyar un proyecto tan significativo y expresó la esperanza de que los países afectados por el polio puedan erradicar la enfermedad tal como lo hizo Taiwan.
Después de varios reveses en los programas de vacunación de la OMS en Africa, cientos de niños han quedado paralizados por polio en 2004. La OMS está trabajando para combatir el mal, que ataca a los jóvenes y causa parálisis, deformaciones en las extremidades o incluso la muerte. Funcionarios de la organización indicaron el mes pasado que ellos desean erradicar el virus para fines de este año, que sería una forma simbólica de conmemorar el cincuentenario del desarrollo de la vacuna contra el polio por Jonas Salk en 1955.
En la reunión anual de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), que se llevará a cabo del 16 al 25 de los corrientes en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, Taiwan está cabildeando con otros países y organizaciones no gubernamentales internacionales para lograr su apoyo al noveno esfuerzo que hace el país para que sea admitido como observador en la AMS como ente o territorio de salud. Los esfuerzos en el pasado han sido inútiles, mayormente debido a la obstrucción por parte de Pekín. El Primer Ministro aprovechó la ocasión para solicitar que Estess use su influencia para ayudar que este último esfuerzo de Taiwan a la AMS sea exitoso.
La Asociación Médica Mundial (WMA, siglas en inglés) reiteró recientemente su apoyo a la causa de Taiwan. "Como lo hicimos el año pasado, iremos a proponer una resolución para apoyar la calidad de observador de Taiwan en la OMS", declaró Yoram Blanchar de la WMA a un diario local. Blanchar advirtió acerca del peligroso hueco en el sistema de prevención de epidemias si Taiwan continúa siendo excluido del ente de salud.
En una conferencia de prensa realizada el día 10, el ministro de Salud, Hou Sheng-mou, pidió a las autoridades en Pekín que dejen de lado la política cuando traten de asuntos de salud. Hou señaló que los médicos en China han tomado el mismo Juramento de Hipócrates que sus colegas de Taiwan, añadiendo que ellos "conocen bien acerca de la obligación de la profesión médica de salvar vidas y ayudar a los pacientes, indistintamente de su nacionalidad".
Taiwan ha pasado de ser un recipiente a un donante de recursos para el cuidado de la salud, indicó Hou, añadiendo que negarle a Taiwan el papel de observador en la AMS es injusto, no sólo para el pueblo de la isla, sino también para todo el mundo. Incluso países con una política de "una China", como Estados Unidos y Japón, apoyan al esfuerzo de Taiwan debido a que ellos están al tanto de que la salud es un derecho humano básico que debe estar por encima de la política, insistió Hou. Para evitar las controversias políticas, Hou reveló que su Ministerio está abierto a cualquier forma de denominación para su ingreso en la OMS, siempre y cuando Taiwan "participe en una forma directa, separada, completa e inmediata".
El ministro de Relaciones Exteriores, Chen Tan-sun, quien también estuvo presente en esa ocasión, instó a la República Popular China a hacer lo que dice, o por lo menos, "abstenerse de movilizar a sus aliados para bloquear nuestro esfuerzo para participar en los Reglamentos Internacionales de Salud y la OMS". El Canciller afirmó que los dirigentes en Pekín expresaron en varias ocasiones su deseo de ayudar a Taiwan para que participe en la OMS. Sin embargo, todo ha sido meras declaraciones, agregó Chen.
Chen sugirió que la comunidad internacional examine la sinceridad de Pekín a la luz de dos incidentes que ocurrieron la semana pasada. El Canciller mencionó que la Oficina de la ONU en Ginebra rehusó la semana pasada otorgar la acreditación a los periodistas taiwaneses que desean cubrir la presente asamblea. Esa decisión demuestra que Pekín no sólo restringe la libertad de prensa dentro de China, sino que también extiende sus manos negras hacia las Naciones Unidas, señaló Chen. El Canciller instó a la oficina de la ONU a respetar la libertad de prensa y no abandonar sus propios principios debido a las presiones políticas de Pekín.
Otro caso donde se pone en duda la buena voluntad de China ha sido la reciente conferencia de salud realizada en Tailandia. En esa ocasión, no se permitió la participación en la sesión inaugural del evento a una delegación de expertos médicos taiwaneses que había sido oficialmente invitada para asistir a la Conferencia sobre los Aspectos de Salud del Desastre del Tsunami en Asia, que se llevó a cabo en Phuket, del 4 al 6 del presente mes. La razón que presentó David Nabarro, representante de la Dirección General para Acción de Salud en Crisis de la OMS, y organizador de la conferencia, fue que China se oponía a la presencia de los expertos taiwaneses en el evento. La delegación sólo pudo participar en el panel de discusión en el último día del evento. Sin embargo, la presencia de la delegación taiwanesa no aparecerá en los registros oficiales de la OMS debido a que Nabarro rehusó emitir distintivos de participantes para los miembros de la misma.