Hablando en su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo de presidente hace un mes, Chen propuso a Jiang Zemin, presidente de China continental, una reunión entre ambos en cualquier momento y lugar, sin imponer condiciones previas.
Siguiendo el ejemplo de la histórica cumbre entre los líderes de las dos Coreas, Chen dijo que cree que los líderes de los dos lados del Estrecho de Taiwan pueden “crear y enfocar la historia desde una nueva perspectiva”, ejerciendo sabiduría y creatividad.
El instó a Jiang a no exigir condiciones previas para las negociaciones, y empezar con un “saludo histórico” para que los dos lados puedan solucionar sus diferencias.
Indicó que una fotografía de los presidentes Kim Dae Jung, de Corea del Sur, y de Kim Jong Il, de Corea del Norte, avanzando para darse un apretón de manos el pasado 13 de los corrientes, ahora cuelga en su estudio. Agregó que el retrato le sirve de inspiración.
“Si los dos coreanos pueden, ¿por qué nosotros no?”, preguntó Chen. Agregó que los líderes de los dos lados del Estrecho de Taiwan poseen sabiduría y creatividad similares, y podrían darle un nuevo enfoque a la historia. Añadió que él es sincero al invitar a Jiang para darse un “saludo histórico”.
Así mismo, señaló que el no establecer ninguna condición previa para los diálogos satisface las expectativas del público a ambos lados del Estrecho, siempre y cuando los dos líderes hagan una gran contribución a sus pueblos.
Enfatizando que “ahora nos encontramos en una era de reconciliación”, Chen dijo que promoverá la buena voluntad, la cooperación mutua y la paz permanente entre los dos lados del Estrecho de Taiwan.
Manifestó que siempre y cuando ambos lados muestren buena voluntad y sinceridad en las conversaciones, los líderes podrán encontrar una definición del concepto de “una China” que sea aceptable para las dos partes.
Chen manifestó su confianza en que siempre y cuando a ambos lados se les permita mantener sus diferentes puntos de vista mientras tratan de llegar a un consenso, Taipei y Pekín podrán hacer frente a la cuestión de “una China” futura basándose en los fundamentos actuales; es decir, en las conclusiones y acuerdos alcanzados durante las negociaciones sostenidas por los organismos intermediarios de cada parte.
En lo que respecta a la afirmación de Pekín de que en 1992 los dos lados llegaron a un consenso sobre el principio de “una China”, Chen indicó que la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan –con sede en Taipei– y la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan –con sede en Pekín– trataron el concepto de “una China”, pero no llegaron a un acuerdo en su definición.
“Nosotros propusimos que si iba a haber un acuerdo, éste sería que cada parte tenga su propia interpretación de ‘una China’. Pero la costa opuesta no cree que dicho acuerdo fue alcanzado”, manifestó Chen. “Si dijéramos que hubo un acuerdo, éste sería que acordamos en no acordar”, agregó.
Indicó que en el lapso desde la elección del 18 de marzo pasado hasta ahora, la República de China ha demostrado su buena voluntad y disposición para alcanzar la reconciliación, una cooperación positiva y la paz eterna. Este es el objetivo común de los esfuerzos concertados de los líderes, gobiernos y pueblos a los dos lados del Estrecho de Taiwan.
También dijo que en el discurso que pronunció en la ceremonia de toma de posesión, prometió que se someterá a lo estipulado en la Constitución de la República de China; salvaguardará la soberanía, la dignidad y la seguridad nacionales; e intentará alcanzar el bienestar de todo el pueblo. También, en la ceremonia de investidura, manifestó su esperanza de que los líderes de ambas partes respeten la voluntad del pueblo a los dos lados del Estrecho de Taiwan y que utilicen su sabiduría y creatividad, basándose en los principios de igualdad y democracia, para crear juntos un nuevo ambiente de cooperación a través del Estrecho.
Tocando el tema de un posible camino a seguir en las relaciones Taipei-Pekín, Chen dijo que en la actualidad no ha adoptado una posición, pero que una “confederación” entre los dos lados es una opción que puede ser tomada en consideración.
Agregó que la solución del asunto no depende de él ni de ningún partido político, sino de los casi 23 millones de habitantes en Taiwan.
Al preguntársele si cree que Estados Unidos debe jugar un papel más activo para ayudar a resolver los asuntos a través del Estrecho, Chen señaló que ciertamente espera que Estados Unidos trabaje más para ayudar a Taipei y Pekín a romper su actual impasse.
Chen indicó que en sus “seis garantías”, adoptadas en 1982, Estados Unidos prometió a la República de China que no presionaría a Taiwan para que sostenga negociaciones con China continental y que no actuaría como intermediario en las relaciones Taiwan-China continental.
Chen opinó que la posición de Estados Unidos no ha cambiado. “Sin embargo, en sus conversaciones acerca de las relaciones a través del Estrecho, el presidente Bill Clinton, ha dicho en repetidas ocasiones que cualquier solución a los asuntos entre Taipei y Pekín debe ser alcanzada mediante medios pacíficos, con el consentimiento del pueblo de Taiwan y basándose en la voluntad del mismo”, agregó.
El Presidente también dijo que cree que Estados Unidos puede desempeñar un papel aún más activo en las relaciones a través del Estrecho, dado que mantener una paz duradera en el Estrecho de Taiwan no sólo sirve los intereses de Taiwan, sino también los de Estados Unidos.
En lo referente a la formación de un comité interpartidista, Chen dijo que el proyectado organismo será básicamente un organismo asesor. Se espera que éste sea organizado a fines de este mes.
El comité, que será encabezado por Lee Yuan-tseh, presidente de la Academia Sínica, forjará un conseso interpartidista sobre asuntos delicados pertinentes a los contactos Taipei-Pekín y ofrecerá servicios de asesoría a las agencias gubernamentales del caso, explicó Chen.
Recalcó que dicho organismo de ninguna manera reemplazará a las agencias gubernamentales existentes que administran la política a través del Estrecho, tales como el Consejo para los Asuntos de China Continental –agencia dependiente del Gabinete– y el Consejo para la Unificación Nacional.
Además, dijo que el comité tampoco reemplazará a la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan, que está autorizada por el Gobierno de la República de China para manejar las negociaciones y los intercambios a través del Estrecho dada la ausencia de lazos oficiales.
Por último manifestó su creencia de que los asuntos entre Taipei y Pekín seguirán siendo manejados mediante dicha fundación y su presidente, Koo Chen-fu.