El presidente Lee Teng-hui prometió contribuir al mantenimiento de la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico y a la vez reiteró su deseo de realizar una "jornada de paz a China continental".
Al hablar durante el primer Foro de Seguridad de Asia y del Pacífico, que se llevó a cabo en Taipei a inicios de este mes, Lee hizo un llamado a los países de la región para que abandonen las disputas relacionadas con la soberanía de las Islas Spratly (Nansha), ubicadas en el Mar de China Meridional, y a que desarrollen conjuntamente el archipiélago.
"Creemos que el reemplazo de las confrontaciones militares por la búsqueda de intereses económicos comunes; la solución a las disputas por medio de diálogos; y la reducción del despliegue de tropas, son las mejores fórmulas para disminuir las tensiones en el Mar de China Meridional", dijo Lee.
El archipiélago Nansha, rico en depósitos de petróleo y otros recursos, actualmente es reclamado parcial o totalmente por la República de China, China continental, Brunei, Malaisia, Vietnam y Filipinas. La complejidad del asunto es exacerbada debido al hecho de que Taiwan y China continental se encuentran bajo jurisdicciones separadas.
Lee instó a Pekín a enfrentar la realidad de que China está dividida, dar fin a las hostilidades a través del Estrecho de Taiwan y abrir nuevamente las puertas a los diálogos con el fin de preparar el camino a la unificación final de China.
Por su parte, el vicepresidente Lien Chan habló sobre dos medidas que Taipei ha tomado para promover la estabilidad y seguridad regionales.
Indicó que la República de China intenta ingresar nuevamente a la Organización de las Naciones Unidas y a otros organismos internacionales con el fin de solucionar las disputas de una manera pacífica e incrementar los intereses mutuos bajo un marco multilateral. A la vez, espera mejorar las relaciones y fomentar la cooperación entre los dos lados del Estrecho de Taiwan.
Lien declaró que la República de China y otros países del área de Asia y del Pacífico comparten objetivos similares, los cuales incluyen la paz, la prosperidad, la democracia, los derechos humanos y el desarme nuclear.
El Foro de Seguridad de Asia y del Pacífico está integrado conjuntamente por el Instituto de Investigaciones sobre Política Nacional, con sede en Taipei, y tres organismos internacionales: el Foro del Pacífico, de Estados Unidos; el Instituto de Estudios Estratégicos y de Desarrollo, de Filipinas; y el Instituto de Relaciones Internacionales, de Francia.
Un total de 35 expertos procedentes de más de 17 países participaron en la conferencia de tres días de duración. Los principales temas tratados fueron los nuevos desafíos a la seguridad de Asia y del Pacífico; las nuevas fuerzas que dan forma a la estrategia de seguridad nacional; y el establecimiento de un sistema de seguridad colectiva.
Tien Hung-mao, presidente del Instituto de Investigaciones sobre Política Nacional, señaló que dadas las presiones de Pekín, a la República de China se le prohibe participar en otros organismos de seguridad, tales como el Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y el Consejo de Cooperación para la Seguridad en Asia y el Pacífico.
Por lo tanto, uno de los objetivos de la conferencia fue compensar las deficiencias que han resultado debido a la inhabilidad de Taipei de participar en foros de seguridad regionales celebrados oficialmente, añadió Tien.
Entre los participantes del último foro estuvo el ex secretario de Defensa de Estados Unidos, William Perry, quien desempeñó un papel importante al persuadir al presidente Bill Clinton a enviar dos portaaviones con sus respectivos grupos de combate a aguas cercanas a Taiwan cuando Pekín realizó simulacros militares días antes de las primeras elecciones presidenciales directas de la República de China, que se efectuaron en marzo de 1996.
Perry, quien ahora es profesor del Centro de Seguridad Internacional y Control Armamentista de la Universidad Stanford, sigue siendo una figura influyente en el sector de la tecnología de la defensa de Estados Unidos.
Ha sido firme al instar a Estados Unidos a mantener su presencia militar en la región del Pacífico Occidental bajo una estrategia de "defensa preventiva" que involucra el mantenimiento de alianzas regionales, la prevención de la proliferación de armas y un "compromiso constructivo" con China comunista.
Según Perry, Washington ha dicho a Pekín que aunque Estados Unidos se adhiere a la política de "una China", también insiste en que se mantenga un balance en sus relaciones con ambos, Taipei y Pekín.