La Cancillería hizo la declaración el 12 de los corrientes después de una decisión del Comité General de la ONU de excluir de la agenda de la 53ª Asamblea General, que actualmente se encuentra en sesión, una petición relacionada al ingreso de la República de China.
Firmada por 15 aliados de la República de China, la petición hizo un llamado a las Naciones Unidas para que reconsidere la Resolución 2758, que hace 27 años excluyó a la República de China de la organización global.
En su declaración del 12 de septiembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el Gobierno de la República de China exige que China continental y la comunidad mundial consideren seriamente los aspectos pragmáticos de un escaño para la República de China en la ONU. El brindar a la República de China representación en el organismo mundial corrobora el principio de justicia establecido en la Carta de las Naciones Unidas, señaló la Cancillería.
El portavoz de la Cancillería Roy Wu expresó su agradecimiento al firme apoyo de los aliados a la iniciativa de la República de China para ingresar a la ONU. A pesar de la decisión de excluir la petición de este año, los esfuerzos de estos aliados una vez más han atraído la atención de los miembros de las Naciones Unidas al asunto del escaño para la República de China.
Este año, un total de 56 países miembros de la ONU expresaron sus opiniones sobre la propuesta. Esa cifra es mayor en comparación con la de años anteriores. Además, el asunto fue debatido durante dos horas y cincuenta minutos, el tiempo más largo desde 1995.
Wu dijo que la activa discusión demostró la creciente preocupación de la comunidad internacional por la participación de la República de China en las Naciones Unidas.
Este es el sexto año consecutivo que la República de China ha cabildeado para ingresar a las Naciones Unidas, y la sexta vez desde 1993 que la iniciativa ha sufrido una derrota en manos del Comité General.
Irónicamente, la República de China fue un miembro fundador de la ONU. Sin embargo, la Resolución 2758, que fue aprobada por la 26ª Asamblea General de las Naciones Unidas en 1971, dio el escaño de Taipei a la República Popular China y reconoció al régimen de Pekín como el único representante de China.
Las quince naciones que firmaron la petición de este año apoyando el ingreso de la República de China a las Naciones Unidas fueron Burkina Faso, Senegal, Liberia, Santo Tomé y Príncipe, Gambia, Suazilandia, Granada, El Salvador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, las Islas Salomón, Malaui, Chad, Dominica y Panamá.
En el debate del Comité General, estas quince naciones, además de Paraguay, expresaron su apoyo al ingreso de la República de China.
Ellas aludieron al ejemplo de la anterior participación paralela de Alemania del Este y del Oeste, así como la actual participación paralela de Corea del Norte y del Sur en la ONU.