Al conmemorarse el 25º aniversario de la Masacre de Tiananmen, la República de China instó a China continental a que reflexione acerca de la tragedia ocurrida el 4 de junio de 1989 y procure convertir esta “llaga histórica” en una fuente de energía que impulse reformas reales en los sistemas político y social del país.
Desde que el presidente Ma Ying-jeou asumió el cargo, ha colocado la protección de la seguridad personal y las preocupaciones humanitarias de las comunidades de base en el centro del diálogo y las negociaciones a través del Estrecho de Taiwan, reveló el Consejo para los Asuntos de China continental, con sede en Taipei.
La meta de los intercambios a través del Estrecho ha sido poner de relieve los valores universales de libertad, democracia, derechos humanos y Mandato de la Ley, señaló dicho Consejo.
En ocasión del aniversario de la Masacre de Tiananmen, el presidente Ma Ying-jeou emitió un mensaje donde se interrogó: ¿Por qué el camino de la democracia y el Mandato de la Ley en el pueblo chino siempre ha sido largo y tortuoso?.
El mensaje, titulado Reflexiones en el Vigésimoquinto Aniversario del “seis de junio”, hace un breve recuento de la gesta revolucionaria del Dr. Sun Yat-sen, que condujo a la fundación de la República de China. También menciona el movimiento del 4 de mayo en defensa del “Sr. De (democracia)” y destaca que el Incidente del 4 de junio ocurre exactamente 70 años después del movimiento antes mencionado.
Hace 27 años, Taiwan levantó la así llamada “Ley Marcial”, y a pesar de las manifestaciones y contiendas que han ocurrido con frecuencia, la sociedad taiwanesa se ha vuelto cada vez más tolerante y se ha establecido un fuerte y sano sistema político constitucional basado en la democracia, afirma dicho mensaje.
Finalmente, el presidente Ma instó que China continental lleve a cabo una verdadera reforma política usando el mismo esfuerzo con que ha llevado su exitosa reforma económica en los últimos 30 años. También hizo un reconocimiento a la eliminación del sistema de reforma por la labor que estuvo vigente en China continental durante 45 años.
El sistema, abolido en diciembre del año pasado, permitía que las autoridades colocasen bajo un régimen de trabajo forzado a cualquier disidente político o reo común.