La mayoría de los países con los que la República de China mantiene relaciones diplomáticas se encuentran en Centro y Suramérica. Estas naciones latinoamericanas siempre han ofrecido su apoyo a Taiwan en el ámbito internacional. Funcionarios de la República de China visitan con frecuencia a sus aliados diplomáticos de esa región con el fin de fortalecer los lazos de amistad que existen con esas naciones desde hace mucho tiempo.
La República de China ha establecido embajadas en 14 países latinoamericanos y del Caribe: Belice, Costa Rica, Commonwealth de Dominica, República Dominicana, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, San Cristóbal y Nevis, y San Vicente y las Granadinas. De estos países, nueve cuentan con embajadas en la República de China. Con el objetivo de promover relaciones substantivas con naciones con las que no mantiene lazos diplomáticos, el Gobierno ha establecido oficinas representativas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Seis de estos países han establecido oficinas comerciales en Taipei para promover las relaciones bilaterales entre ambos países.
En los últimos años los países latinoamericanos han experimentado transformaciones en los aspectos político, económico e industrial, lo que ha contribuido al aumento de su ritmo de desarrollo económico, convirtiendo toda el área en una atractiva zona para la inversión. Su situación geográfica y abundancia de recursos naturales y humanos despiertan aún más el interés de los inversionistas.
Asimismo, el gobierno de la República de China ha comenzado a impulsar activamente la cooperación económica y comercial con Latinoamérica, y facilita oportunidades a los empresarios taiwaneses para invertir en esta zona.
En 1995, se pusieron en marcha una serie de iniciativas para reforzar las relaciones económicas y comerciales con los países con los que la República de China mantiene relaciones diplomáticas. Se envió personal a esa región para estudiar la situación económica, firmar acuerdos de cooperación, crear zonas procesadoras para exportación y ofrecer asistencia financiera que garantice a las compañías taiwanesas sus inversiones en la zona.
La consolidación de bloques regionales como el Mercosur, el Mercado Común Centroamericano, la Comunidad y Mercado Común del Caribe, el Pacto Andino, etc,... han atraído hacia Latinoamérica a un creciente número de empresas taiwanesas.
La República de Panamá es la nación en esta región donde la República de China ha hecho la mayor inversión, un total de US$180 millones en 1996. Hoy día hay más de 120.000 chinos en Panamá, constituyendo la comunidad china más numerosa en Centro y Suramérica. Aproximadamente 60 empresas taiwanesas han invertido en Panamá y otras cuatro empresas están planificando invertir allí. Cabe citar los siguientes ejemplos: el Grupo Evergreen construyó un muelle de carga; la Corporación de Inversión y Desarrollo de Ultramar estableció la Zona de Procesamiento para Exportaciones en Fort Davis; el Banco Internacional Comercial de China ha establecido sucursales en Ciudad de Panamá y en la Zona Libre de Colón.
En Honduras, 14 empresas taiwanesas ya han invertido US$40 millones, entre ellas Textiles Chung Hsing que estableció una fábrica de ropa, y otras 12 están planeando invertir aproximadamente US$4 millones.
En Costa Rica hay más de 25 empresas taiwanesas que han invertido alrededor de US$32,28 millones. Y en Guatemala, el monto total de la inversión de unas 50 empresas taiwanesas alcanza los US$27,4 millones.
En Nicaragua, unas 10 empresas de Taiwan han invertido en ese país. Hay que destacar la inversión de Textiles Nien Hsing que se dedica a la fábrica de ropa vaquera y representa una octava parte de las exportaciones de ese país. Actualmente, esta compañía está instalando una tercera planta por valor de US$12 millones. Además, la empresa ha planeado invertir US$11 millones en la cría de camarones. Vale la pena mencionar la inversión de más de US$12 millones hecha por dos empresarios taiwaneses, Wu Tung-chin y C.P. Lin del Grupo Shingkong, al comprar el Hotel Intercontinental de Managua y un terreno cercano para construir un centro comercial.
Asimismo, El Salvador cuenta con 14 empresas taiwanesas que han invertido US$45 millones.
México es un país que por estar tan cerca de EE UU, ofrece muchas ventajas para la inversión. Algunas empresas taiwanesas como Acer y Textiles Nien Hsing se han establecido allí y han invertido fuertes sumas de dinero. La razón principal hay que buscarla en los beneficios derivados del Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, siglas en inglés) firmado por EE UU, Canadá y México.
En la región de América del Sur, Paraguay se ha beneficiado de la instalación de cinco fábricas que operan en un parque industrial creado por una empresa privada taiwanesa, y en el futuro se establecerán más de 20 fábricas que se registrarán en dicho parque industrial. El monto de la inversión hasta ahora alcanza los US$27,84 millones. Paraguay es miembro del Mercosur y ofrece diversas ventajas a los inversionistas extranjeros. Además el Banco Chinatrust siguiendo la tendencia actual hacia la internacionalización y tras detenidas evaluaciones, decidió establecer una sucursal en Asunción.
En Argentina, empresas taiwanesas han invertido en la pesca de calamar, producto del mar indispensable en la cultura culinaria china. La pesca es el mayor de los lazos económicos con este país suramericano, con un valor de varias decenas de millones de dólares estadounidenses.
En los últimos años, el Gobierno de la República de China ha creado diversos incentivos para animar a la inversión en América Latina a las empresas taiwanesas. Algunos ejemplos concretos han sido la inciativa de inversiones en la región del Caribe y el plan para reforzar los lazos económicos con Centroamérica. Algunas organizaciones, como la Asociación Nacional China de Industria y Comercio de la República de China, organiza con frecuencia giras de empresarios taiwaneses para visitar esa región. Todas estas empresas taiwanesas que han invertido y hecho grandes esfuerzos en Latinoamérica, no sólo han alcanzado importantes logros, sino que han aportado importantes contribuciones a esos países ofreciendo un mayor número de plazas de trabajo, transfiriendo tecnología avanzada, así como compartiendo su experiencia con los empresarios locales.
Un aspecto de gran importancia es el de la cooperación y asistencia técnica que brinda la República de China a los países de Latinoamérica. Desde 1963, se han enviado misiones técnicas agrícolas, pesqueras y artesanales para ayudar a estos países a construir infraestructuras de producción y venta, así como para mejorar su nivel tecnológico. En un principio la cooperación técnica se limitaba a la agricultura, pero luego se fue diversificando para responder mejor a las verdaderas necesidades de cada país. Se amplió a la crianza de animales, la medicina veterinaria, las técnicas de pesca y acuicultura, las artesanías, el procesamiento de alimentos, el mercadeo, el servicio médico, la producción de azúcar, el cultivo de tejido, la floricultura, etc.
Cada proyecto de cooperación varía dependiendo de la misión y del país, y de acuerdo con las condiciones y necesidades locales. Se ha dado un énfasis especial a la promoción de la producción de arroz, maíz, sorgo, frutas y hortalizas. Sin embargo, hoy día la tendencia es hacia artículos de exportación tales como la floricultura, el cultivo de champiñones o la cría de camarones.
Las frutas y hortalizas, esenciales en la dieta diaria, se precisan de destrezas agrícolas avanzadas para su cultivo en ambientes diferentes. A este respecto, las misiones de Taiwan han trabajado con variedades de cultivos adaptables a las condiciones locales de los países con los que se colabora.
Recientemente, se ha introducido la floricultura en algunos países y se han logrado importantes resultados en países como Costa Rica, donde la Compañía Azucarera de Taiwan, máxima autoridad en el cultivo de orquídeas en Taiwan, con la ayuda de la Misión Técnico-agrícola de Taiwan (MTA) que ya se encontraba en ese país, invirtió en el cultivo de orquídeas.
Para Centro y Suramérica, así como para el Caribe, las misiones técnico-agrícolas se centran en el desarrollo de aquellos cultivos que poseen un alto valor económico o de exportación.
Algunos ejemplos de cosechas desarrolladas en esta zona son el melón amargo, diversos tipos de calabazas y otros vegetales ‘asiáticos’ que, llevados por las MTAs, están siendo exportados por Honduras. Asimismo se han introducido divesas variedades de uvas en Costa Rica, en especial la uva roja-rubí, y se espera que la producción de éstas se convierta en una próspera industria para dicho país. En Panamá se llevó a cabo un proyecto para el cultivo de hortalizas que incluyó nuevas técnicas de producción.
Dentro de la región del Caribe, la República de China ha enviado MTAs a muchos países. En Granada, se ha hecho hincapié en el cultivo de frutas, vegetales y flores. Entre éstos, se ha tenido éxito en el cultivo de diversas variedades de tomate, maíz dulce, espárrago, melón, uva, piña, granadilla y manzana.
República Dominicana se siente orgullosa de ser el segundo país de América Latina en producción de arroz y, gracias a la ayuda de MTAs de Taiwan, se han desarrollado dos nuevas variedades de arroz: Juma 57 y 58. Este proyecto de cooperación con este país caribeño se inició en 1963, y se ha ido ampliando a la pesca, la acuicultura, ganadería y artesanía de bambú.
La cría de animales puede hacer más fértil la tierra para el cultivo y puede proporcionar alimento para la gente. Una de las tareas de las MTAs es mejorar los métodos de cría de ganadería y aves de corral, desarrollar mejores razas, y prevenir las enfermedades típicas de los animales domésticos.
En Honduras, con la ayuda de la MTA, la producción de cerdos se ha elevado a niveles de exportación. Además, en Nicaragua también se crían cerdos con la colaboración de la MTA y estas técnicas de crianza han sido objeto de muchas de las tesis sobre ganadería de los estudiantes nicaragüenses. En Paraguay también se ha experimentado con la crianza de cerdos y se han obtenido destacados logros, como la disminución de casos de cólera.
Las MTPs (Misiones Técnicas de Pesca), dedicadas a la cría artificial de peces y camarones a través de avanzadas técnicas, han tenido gran éxito en El Salvador, donde se producen más de 10 millones de camarones al año mediante inseminación artificial. Existen actualmente otros notables ejemplos de proyectos de cría artificial de camarones en muchos países de Centroamérica y del Caribe. En Costa Rica se lleva a cabo, desde 1980, un proyecto de construcción naviera y un programa de pesca, también con la ayuda de la MTP. En Granada se está llevando a cabo un proyecto de acuicultura para la cría de camarones. En República Dominicana, junto a la promoción de la cría artificial de camarones, la industria pesquera se ha beneficiado de la ayuda de las MTPs enviadas por Taiwan para desarrollar la pesca en agua dulce y salada.
Con la colaboración de las MTAs, algunos empresarios taiwaneses han hecho inversiones en las áreas de la pesca y la agricultura: por ejemplo, los 3.300 metros cuadrados destinados a la cría de camarones en El Salvador o la implementación de nuevos métodos de captura de atún en ese mismo país; también se puede mencionar, la inversión en el cultivo de orquídeas de la Empresa Azucarera de Taiwan en Costa Rica.
Las misiones técnico-agrícolas de Taiwan alcanzan actualmente, también, a las artesanías. Dado que la mayoría de los países que cooperan con la República de China producen materiales que sirven para la fabricación de productos artesanales como la madera y el bambú, las misiones artesanales de Taiwan entrenan a los trabajadores en la fabricación de artesanías en el estilo local. Por un lado, han colaborado así a mejorar la calidad de vida de éstos y, al mismo tiempo, elevado el valor comercial de las materias primas locales.
Un ejemplo es la misión agrícola y artesanal de Taiwan en El Salvador; con su ayuda, los salvadoreños han aprendido a sacar el máximo provecho del bambú, planta que abunda en este país. El MTA ha empleado diversas variedades de bambú como fuente de alimentación, material para la construcción de viviendas y materia prima para la fabricación de artesanía. En la República Dominicana, la MTA también ha llevado la artesanía del bambú, y algunos jóvenes artesanos ya exportan sus productos. Con la fabricación de artesanías en bambú se puede ganar dos o tres veces más el salario promedio de este país. Además, el clima cálido favorece la popularidad de los productos de bambú.
La región de Centro, Suramérica y el Caribe ofrece un gran potencial para las inversiones y un sinfín de oportunidades comerciales. A pesar de la distancia y el idioma, ya ha atraído la atención de los empresarios taiwaneses. Los programas de cooperación técnica entre la República de China y los países latinoamericanos han tenido gran éxito, mejorando el nivel de vida y la economía de esas naciones. Latinoamérica no es sólo una región exótica y lejana, sino también un nuevo centro lleno de beneficios y condiciones comerciales favorables para las inversiones extranjeras.