El 10 de octubre, la República de China (RDCh) celebró su centenario con un torrente de festividades y -fuegos artificiales, pero el día también brindó la oportunidad para reflexionar sobre un siglo de grandes esfuerzos y tremendo éxito. La RDCh se convirtió en la primera -república de Asia el 10 de octubre de 1911 como resultado de los -esfuerzos del padre fundador el Dr. Sun Yat-sen (1866-1925) y otros revolucionarios. Las primeras -décadas -fueron turbulentas, pero en 1947 se promulgó la Constitución de la RDCh, que ordena un Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo –los principios -fundamentales de la democracia.
Después que el Gobierno se reubicó en Taiwan en 1949, las políticas tales como las reformas agrarias de los años cincuenta y los Diez Mayores Proyectos de Construcción de los setenta condujeron al “milagro económico” de la isla, que transformó una economía agraria en una basada en los servicios y los conocimientos. El desarrollo de la democracia y los derechos sociales se aceleraron cuando se puso fin a la ley marcial en 1987, resultando en el levantamiento de prohibiciones sobre los nuevos partidos políticos y periódicos. Los próximos pasos ocurrieron cuando se celebró la primera elección presidencial directa de la RDCh en 1996, y la primera transferencia de poder del partido gobernante al partido de la oposición ocurrió pacíficamente en 2000.
En la esfera internacional, la RDCh resistió varias -décadas de pruebas después que dejó las Naciones Unidas en 1971 y experimentó la ruptura de los lazos diplomáticos con Estados Unidos en 1979. Desde la toma de posesión en 2008, la administración del presidente Ma Ying-jeou ha -trabajado enérgicamente por mejorar las relaciones con China continental, reconstruir lazos con Estados Unidos y fortalecer la imagen pacífica y posición mundial de la RDCh. En consecuencia, los ciudadanos de la RDCh gozan ahora de entrada libre de visa a 117 países y territorios.
Además, la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Económica (ECFA, siglas en inglés) entre Taiwan y China continental en 2010 ha resultado crucial para la continuación del desarrollo económico de Taiwan. El ECFA permite que la nación aproveche el mercado continental, participe en la economía regional, y ha conducido a negociaciones comerciales con otros países.
Taiwan también se conoce por realzar los mejores -elementos de la cultura china y mezclarlos con las -características locales distintivas, dando lugar a una mezcla que es la razón primordial de que más de 2,5 millones de turistas de China continental hayan visitado la isla desde que entraron en vigor los acuerdos sobre lazos más -estrechos de transporte marítimo y aéreo en 2008.
La mezcla social única de Taiwan ha producido el -desarrollo de una industria cultural y creativa que está a la vanguardia del mundo de habla mandarín. Por ejemplo, el movimiento Cine Nueva Ola atrajo los elogios -inter-nacionales durante los ochenta, y suscitó la aparición de directores reconocidos mundialmente como Hou Hsiao-hsien y Ang Lee. Un nuevo renacimiento puede verse en películas, tales como Cabo No.7, un éxito de taquilla de 2008, del -director Wei Te-sheng.
Entre tanto, el espíritu filantrópico que existe en Taiwan puede verse en la donación de más de NT$5.700 millones (US$196,6 millones) –más que cualquier otro país en el mundo –por el Gobierno de la RDCh y el sector privado a las -víctimas del devastador sismo y tsunami ocurrido el 11 de marzo de este año en Japón. Otro ejemplo del humanitarismo de Taiwan es el trabajo de la vendedora de verduras Chen Shu-chu, quien fue seleccionada como una de las personas más influyentes del mundo de 2010 por la revista Time por sus grandes donaciones a organizaciones benéficas.
Hoy día, los ciudadanos de la RDCh disfrutan de una democracia multipartidista vibrante, una economía fuerte y completa libertad de expresión, así como sistemas -completos de bienestar social y protección de los derechos humanos. Cuando los fuegos artificiales explotaron el 10 de octubre, hicieron honor a cada individuo que ayudó a la nación a alcanzar este hito, e iluminaron el futuro de la paz y el desarrollo sostenible.
Por Philip Y. M. Yang
Director general de la Oficina de Información del
Gobierno de la República de China