Artículos tan mundanos como lápices y bolígrafos atraen poco la atención de la gente; sin embargo, la industria de efectos de escritorio en Taiwan genera ventas anuales por más de mil millones de dólares estadounidenses. El sector ocupa un pequeño segmento de la economía, totalizando menos del uno por ciento del producto interno bruto del país. A pesar de su tamaño, los efectos de escritorio se han convertido en una "pequeña industria que sobresale", dice el secretario ejecutivo de la Asociación de Industrias de Efectos de Escritorio de Taiwan, Donald Mai.
"Con un inicio tardío, el sector local de efectos de escritorio comenzó a exportar durante los años sesenta", indica el ministro de Economía, Chen Ruey-long, en Historia de los efectos de escritorio de Taiwan, un libro publicado el año pasado por la asociación. Desde el ingreso de Taiwan a la Organización Mundial del Comercio en 2002, el sector se enfrenta a una severa competencia, señala Chen. El impacto de las importaciones, fotocopiadoras y computadoras ha forzado a los fabricantes locales de efectos de escritorio a adoptar una estrategia de realizar la investigación y el desarrollo localmente, mientras que la manufactura se hace en el extranjero.
Fundada en 1956, la asociación ha asistido al sector de efectos de escritorio desde el inicio, realizando ferias comerciales, integrando recursos entre las compañías y representando a la industria en su comunicación con el Gobierno. Con unos cien miembros ahora, la asociación ha descubierto que 50 por ciento de los productos en este sector hechos por compañías taiwanesas han sido exportados al exterior, mientras que el 50 por ciento restante se vende localmente, dice Mai. Enfrentando a una fuerte competencia desde el exterior, muchas compañías taiwanesas se han visto en la necesidad de trasladar sus operaciones de mano de obra intensiva al extranjero, señala. Este es un esfuerzo para rebajar costos y mantener la competencia.
"El desarrollo del sector de efectos de escritorio refleja la evolución de la economía nacional", dijo el gerente general de Liberty Stationery Corp., Chang Chun-i, el 29 de marzo. En las etapas iniciales del período de la posguerra, la nación sólo tenía un fabricante de lápices y dependía casi totalmente en artículos para escritorio importados, señala Chang. Posteriormente, los fabricantes locales de lápices, crayones y acuarelas surgieron gradualmente durante los años cincuenta. Con el tiempo, el volumen de artículos para escritorios locales excedió aquél de las importaciones japonesas y estadounidenses, explica Chang.
Fundado en la ciudad de Taipei por Wang Song-chen en 1954, Liberty es la representante de las compañías en ese sector. En sus primeros años, la empresa enfocaba en importar efectos de escritorio desde Japón. Wang nació en China continental y había trabajado anteriormente en una tienda de artículos para escritorio allí, donde desarrolló buena relación con los fabricantes japoneses.
Después de los años setenta, Liberty se transformó de un importador a un fabricante al iniciar varias inversiones conjuntas con compañías japonesas. La cooperación introdujo la tecnología para producir una variedad de efectos de escritorio, incluyendo grapas, tinta y papel carbón. Expandiéndose a dos fábricas más en el Parque Industrial Pingjhen y el Parque Industrial Gueishan, en la ciudad y distrito de Taoyuan, la empresa hizo hincapié en la calidad de sus productos y ha podido permanecer en el negocio por más de 50 años, declara Chang.
Otro actor que ha estado por mucho tiempo en el sector de los efectos de escritorio es Lion Pencil Co. Ltd., fundado por Lee A-mu, cuando adquirió una fábrica de lápices en 1956. Para promover la innovación, la empresa creó departamentos para investigación y desarrollo, así como de diseño y moldes. "Incluso diseñamos y modificamos nuestras máquinas según las necesidades de la producción", indica el presidente de la compañía, Lee Ye-wen.
A medida que se fue desarrollando la industria, el sector de los efectos de escritorio en Taiwan quedó apretado entre los productos de alta calidad provenientes de Japón y aquéllos baratos de China continental y los países del Sudeste Asiático. Lion Pencil adoptó y obtuvo ventas anuales por unos 25 millones de dólares estadounidenses a través de la manufactura por contrato para compañías europeas y estadounidenses; a la vez que promovía los productos de marca propia en los mercados locales y del Sudeste Asiático.
Lion Pencil fue uno de los primeros en Taiwan que ofreció juegos de arte que contienen lápices de colores, marcadores de pastel y acuarelas. Esto pudo satisfacer la necesidades de dibujo de los clientes en una sola compra, y sigue siendo un éxito hasta el día de hoy, señala Lee. Aparte de nuevos rubros, la compañía también fabrica algunos artículos de escritorio que han estado en el mercado por más de 40 años.
En una era donde la oferta excede a la demanda, Lee se percató que atraer a los clientes no es solamente un asunto de la calidad de los productos, sino también de la imagen de la empresa. Las compañías taiwanesas siguen necesitando trabajar arduamente para desarrollar sus marcas, observa Lee, lo que constituye un factor crítico para el éxito en la economía global. La compañía usa la marca Simbalion para su valor simbólico. "Simba" significa león en swahili, de modo que al escoger el doble nombre del león le imparte doble poder al producto.
Lion Pencil creó un personaje de caricatura llamado "León Mantequilla" para impartir nueva vida a la marca. La mantequilla se refiere a la melena del león, que se asemeja a una masa del mencionado material. "Este león vocero sirve para despertar recuerdos en personas de la generación anterior que tuvo que usar nuestros productos en la niñez, así como para llamar la atención de la generación más joven", explica Lee.
Desarrollar la confianza del público también es algo importante para Liberty. Preocuparse por la conservación del medio ambiente tiene un gran impacto sobre el sector de los efectos de escritorio, dice Chang. Por ejemplo, el cloruro de polivinilo usado en los artículos para escritorio ha sido reemplazado por plástico reciclable y los lápices han sido más atractivos debido a su reputación de ser favorables al entorno. "Para usar más óptimamente los limitados recursos, diseñamos algunos productos que son favorables al medio ambiente", señala Chang, refiriéndose a los lápices hechos con papel periódico reciclado o madera no procesada.
Además de concentrarse en la calidad, Liberty también pone atención al bienestar de sus empleados, afirma Chang. Esto fue puesto en prueba en 2005, cuando el Acta de Pensión Laboral entró en vigor. La ley ofrece pensiones que son garantizadas, indistintamente del número de veces que haya cambiando de trabajo un obrero o del total de años que ha trabajado. Cerca del 90 por ciento de los aproximadamente 400 empleados de Liberty ha optado por seguir con el plan tradicional de pensión que ofrece la compañía. "Esto muestra cuánta confianza tienen nuestros empleados en esta vieja, pero sana compañía", reclama Chang.
Si bien los recursos humanos son importantes, también es crítico evaluar los mercados y clientes, como lo demuestra Fu Mei Scissors & Tools Mfg. Co., Ltd. La compañía comenzó vendiendo al mercado local, pero después que se desató una guerra de precios, cambió al mercado de ultramar, exportando 90 por ciento de su producción a Norteamérica, Europa y Africa, según describe Historia de los efectos de escritorio de Taiwan.
Johnny Huang, presidente de Fu Mei, dice en una sección de la historia de la industria que ganar la confianza de los clientes significa mantener una calidad consistente. "Las tijeras no pueden ser hechas totalmente a máquina, de modo que el control de calidad es particularmente importante", dice Huang. Aunque una máquina puede ensamblar automáticamente las tijeras, se sigue necesitando personas para que examinen cuidadosamente y prueben el producto final, explica. A medida que los clientes demandan más de los útiles de escritorio, los fabricantes de tijeras deben poseer capacidades de diseño para satisfacer sus necesidades.
Es difícil tener una infraestructura apropiada para apoyar a los clientes, y los obstáculos surgen cuando los proveedores no pueden ofrecer lo que piden ellos, como le pasó a Uee Zee Enterprise Co., Ltd. Según la historia de este sector industrial, Uee Zee fue la primera compañía en Taiwan que fabricó la cinta adhesiva de doble cara.
Como no habían instalaciones para ello, el fundador, Robert Liu, y sus dos socios tuvieron que diseñar por sí mismos la máquina para producir la cinta adhesiva. La compañía aprovechó el auge de las consolas para juegos de video por televisión, produciendo cinta aislante para ser usada en las máquinas. Uee Zee tuvo otro éxito al ser el productor exclusivo para las pegatinas usadas en el juego de rompecabezas conocido como el Cubo de Rubik, señala la historia de la industria.
Con suficiente capital para expandirse, Liu ha establecido fábricas en Malasia, Tailandia, Hong Kong y Shanghai. Después de vender bajo la marca Oso Polar en el Sudeste Asiático, la compañía intentó penetrar en el mercado más grande del mundo: Estados Unidos.
Sin embargo, el mercado de EE UU ha sido dominado por 3M, de modo que Uee Zee evitó la competencia directa dedicándose a la manufactura por contrato para tiendas a gran escala y compañías de efectos de escritorio, tales como Staples. Equipado con la experiencia en Estados Unidos, la compañía adoptó la misma estrategia para ingresar a los mercados europeo y japonés, señala la historia de la industria.
A medida que el sector se vuelve más competitivo con rivales dentro y fuera del país, algunas personas se extrañan si podría sobrevivir la industria de efectos de escritorio en Taiwan. En todos los negocios, algunos productos podrían quedar fuera de moda con el paso del tiempo, dice Lee; pero siempre que los fabricantes sigan diseñando productos del alta calidad, cualquier negocio de la vieja moda podría seguir floreciendo a pesar de ser la era de la alta tecnología. "Como un negocio tradicional, los efectos de escritorio siguen siendo considerados por algunos analistas de mercado como una industria moribunda", comenta Chang. "Pero, para mí no existen industrias moribundas, sólo productos obsoletos", concluye.
Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.