La 34ª Reunión Anual del Consejo Internacional de Industrias Jugueteras (ICTI, siglas en inglés) fue inaugurada el 16 del presente mes en la ciudad de Taipei, contando con la participación de delegaciones procedentes de catorce países y áreas, incluyendo Alemania, Australia, Brasil, España, China continental, Canadá, Francia, Estados Unidos, Suecia, Hong Kong, y el país anfitrión, que participa en la organización mundial con el nombre de Chinos-Taipei.
El evento de este año fue patrocinado por la Asociación de Fabricantes de Juguetes de Taiwan. En los dos días de reunión se discutieron una serie de aspectos técnicos y desafíos a que se enfrenta la industria juguetera a nivel mundial. Entre los temas abordados, sobresalieron aquéllos relacionados con la seguridad del juguete, la armonización de estándares para la inspección de juguetes, la evaluación de la conformidad con las directrices internacionales que regulan la industria, así como los aspectos técnicos en el proceso de manufactura y la protección del medio ambiente.
Un aspecto interesante que sobresalió entre los temas discutidos fue la relación que se trata de presentar entre la industria del juguete y aquélla de los productos alimenticios. Entidades semioficiales y organizaciones no gubernamentales en el mundo han estado tratando de colocar parte de la responsabilidad del auge de los alimentos basura al acompañante efecto promotor de los juguetes, indicaron los presentes. Los representantes de la industria juguetera mundial sugirieron una clara separación de estos dos sectores diferentes que tienen una estrecha relación.
Según los delegados del ICTI, pueden existir juguetes defectuosos más no juguetes malos; mientras que sí existe comida mala que procura promover sus ventas mediante el ofrecimiento de premios en la forma de juguetes.
Los representantes de la industria del juguete acordaron en la necesidad de adoptar una actitud más proactiva para destacar la importancia de este sector empresarial.