Accionistas estatales ocuparon nueve de los 15 asientos de la junta directiva y supervisora de la Corporación del Ferrocarril de Alta Velocidad de Taiwan (THSRC, siglas en inglés) el 10 del presente mes, permitiendo al Gobierno tomar control de esta empresa agobiada por las deudas.
A tempranas horas del mismo día, la THSRC convocó a sus accionistas a una reunión provisional en donde se realizó la elección para los miembros de su junta directiva, a pesar del hecho de que la vigencia en cargo de sus actuales directores expirará en agosto del próximo año.
Debido a su seria carga financiera, el Gobierno tuvo que intervenir en la administración de la THSRC. La elección tuvo como fin justificar el derecho del Gobierno para ayudar a la compañía a mejorar su precaria estructura financiera, indicaron algunos funcionarios de la empresa.
La nueva junta directiva está compuesta por 15 directores y dos supervisores, incluyendo a tres directores independientes. De un total de 17 puestos en la junta, 10 fueron llenados por los funcionarios actualmente en funciones.
Según los resultados de la elección, los que mantuvieron sus escaños en la junta incluyeron a los titulares de la estatal Fundación para el Desarrollo de la Aviación de China, la Corporación de Azúcar de Taiwan y la Fundación de Asesores Técnicos de China.
Los nuevos integrantes de la junta incluyen a la Corporación China del Acero y el Fondo Nacional para el Desarrollo, este último dependiente del Yuan Ejecutivo.
Los tres directores independientes son el ex ministro de Finanzas, Lin Cheng-kuo; el ex viceministro de Transportes y Comunicaciones, George Chen; y el presidente de la compañía Waterland Financial Holdings, Víctor Liu.
El ferrocarril de alta velocidad conecta el norte con el sur de Taiwan, permitiendo a los pasajeros viajar entre la ciudad capital de Taipei en el norte y la segunda mayor ciudad del país, Kaohsiung, en el sur, en menos de dos horas.
La compañía que construyó el ferrocarril de 345 kilómetros y manejó la línea de conformidad con un contrato bajo la modalidad construir-operar-transferir, ha sufrido gigantescas pérdidas desde que inició sus operaciones en enero de 2007.
En dos años y medio, sus pérdidas acumuladas han sobrepasado 2.160 millones de dólares estadounidenses, junto con miles de millones de dólares en deudas.