Este fotógrafo podía fácilmente confundirse con un director de cine. El da órdenes, hace gestos con énfasis, y corre de un lado al otro, estirando arrugas y abombando volantes. “¡Mírense a los ojos cariñosamente! ¡Acerquen más sus rostros! ¡Así es! ¡Qué pareja tan amorosa!”, dice el fotógrafo mientras gira alrededor de la pareja sacando fotografías. Al lado, en una cómoda habitación, las novias escuchan melodías románticas mientras los maquilladores y peluqueros giran alrededor de ellas. “Todo el proceso me hace feliz”, dice Chen Juei-fen.
Ella y su prometido han estado posando para fotos desde temprano en la mañana, se han cambiado de vestidos, maquillaje, peinados y fondos, una y otra vez para que sus fotos sean interesantes y variadas. Esta es la rutina en un popular ritual que ocurre antes de la boda. Aunque a algunos novios no les gusta, la mayoría de las novias considera que una sesión en el estudio fotográfico especializado es una parte indispensable del matrimonio. “Las fotos son significativas porque quedan como un recuerdo. Ellas completan la ceremonia”, dice Chen. “Es fantástico ser tratado como una super estrella y verse como una también”.
Durante las dos últimas décadas, los estudios fotográficos especializados en bodas de Taiwan han tenido un flujo continuo de negocio. Sus vidrieras exhiben vestidos de novia lujosos y fotografías de parejas adorables. Estas tiendas aparecieron primero a mediados de los años ochenta, y desde entonces se han multiplicado por toda la isla. En Taipei, se encuentran agrupadas en colonias virtuales a lo largo de la Calle Jhongshan Norte y la Calle Aiguo Este.
Mai Tsan-wen atribuye esta repentina aparición y popularidad a su practicidad inherente. Mai, presidente de Noticias Matrimoniales Julia, es también director de la Asociación de Fotografía de Bodas de Taipei. El comenzó con un estudio fotográfico en 1980, principalmente para fotografiar artistas, gente famosa y modelos, y lo transformó en una tienda de bodas en 1986. “Antes de que aparecieran estos estudios especializados en bodas, las parejas tenían que ir por separado al salón de belleza, la tienda de vestidos, y luego, al estudio fotográfico. Fue un esfuerzo que requirió tiempo y energía”, dice Mai. “En Taiwan se combinó todo en una sola tienda por primera vez”.
Lee Yu-ying, profesora asociada del Instituto de Historia y Reliquias Históricas, de la Universidad Feng Chia, dice que el negocio de los matrimonios es típico de la cultura y costumbres taiwanesas. Ella piensa que el rito de fotografiarse, particularmente para las novias, es un símbolo del cuento de Cenicienta hecho realidad en el que el príncipe y la princesa se casan finalmente y viven felices para siempre; la historia de amor de la pareja se convierte en un romance visible.
“La novia es mimada en cada etapa del proceso; un estilista y un maquillador la atienden cuidadosamente, y es ataviada con un bello vestido”, dice Lee. “Ese trato es extraordinario, haciéndola sentir como una actriz principal. Eso es lo que mantiene la prosperidad de este tipo de negocio”.
Lee piensa también que el servicio de fotografía, la ceremonia de matrimonio y el banquete son muestras de la situación financiera de las familias, y por lo tanto están conectados profundamente con la idea de prestigio. “Aquí en Taiwan, el matrimonio no es solamente la unión de los novios, sino de sus dos familias”, dice ella. “Se coloca mucho énfasis en los ritos matrimoniales. Siempre que exista el sistema matrimonial, el negocio de las bodas irá viento en popa”.
Los estudios fotográficos especializados en bodas de Taiwan no solamente atraen a los locales, sino también están ganando popularidad en el Este de Asia. Mai ha notado un marcado incremento en el número de clientes de Hong Kong, Japón y Corea del Sur en los últimos años. “La mayor ventaja de nuestros estudios es que ofrecen servicios completos y eficientes a precios competitivos”, dice él. “Citemos el caso de las fotos, el fotógrafo trabaja como director y fotógrafo simultáneamente, y puede terminar un trabajo dentro y fuera del estudio en un solo día”. Los paquetes básicos cuestan alrededor de NT$50.000 (US$1.587) en Taiwan, en comparación con NT$100.000 o más en Singapur y Japón.
Tsai Ching-hua, presidenta de Ching Hua International Co., calcula que su estudio atrae aproximadamente a 500 parejas procedentes del exterior al año. Ella dice que la apertura de la sociedad taiwanesa en los últimos años, hasta cierto punto, ha contribuido al desarrollo de la industria de las fotografías de bodas, al hacerla más creativa, diversificada y dinámica.
Tsai piensa que las fotos de bodas aún se toman de una manera rígida y uniforme en muchos países, con los novios de pie hombro a hombro, directamente frente a la cámara; en cambio, en Taiwan se realizan con más variedad. Aquí, las parejas se cambian de trajes varias veces y posan en diferentes lugares de su preferencia. Esto ha diferenciado a Taiwan, y le ha dado la ventaja frente a otros países.
Sin embargo, el mercado de las fotografías de bodas en Taiwan ahora se enfrenta a la saturación. El aumento de la competencia ha llevado a los propietarios a ofrecer mejores productos y servicios para poder sobrevivir.
Hace seis años, Tsai gastó NT$10 millones (US$317.500) en equipo de fotografía digital , y creó un alianza estratégica con Epson para desarrollo de tecnología.
Su esposo, Tsai Jung-feng, un fotógrafo experimentado, también fue a Nueva York durante medio año para aprender nuevas técnicas. “La digitalización de imagen ha mejorado la calidad fotográfica, y le ha dado sofisticación a los estudios”, dice ella. “La utilización de esta tecnología es también una ventaja competitiva”. Las fotos de bodas se ofrecen ahora en un disco compacto con música de fondo, así como las tradicionales copias impresas.
Mai dice que los vestidos de novia, los estilos y fotografías se vendían antes como un paquete, y eso era suficiente para hacer feliz a los clientes, pero ahora, éstos escudriñan cada parte del negocio, forzando a los estudios a ser perfeccionistas.
El estableció una marca, Julia, para vestidos de novia producidos por sus propios diseñadores. “Al tener nuestros diseñadores, esperamos hacer vestidos para nuestras clientas que no sólo se ajusten a sus figuras, sino que estén conforme a la moda”, dice él. “Los servicios hechos a la medida son una tendencia, así como la ventaja competitiva de nuestra operación”.
De igual modo, David Huang, director de mercadeo de LinLi Studio, dice que los estudios fotográficos especializados en bodas de Taiwan han prestado mayor atención a los vestidos de novia, ofreciendo servicios hechos a la medida. “Debido a la mayor competencia, los estudios domésticos luchan por ofrecer productos y servicios diferentes con más alta calidad”, dice él. “Los vestidos de novia hechos a mano o a la medida, por ejemplo, están ganando popularidad frente a los producidos en masa, a pesar de la gran diferencia de precio”.
Huang piensa que Taiwan se ha convertido en uno de los principales centros de diseño y fabricación de vestidos de novia del mundo, debido a su experiencia en la fabricación por contrato con algunas importantes marcas extranjeras. En consecuencia, los vestidos de novia hechos en Taiwan están por lo menos en línea, si no a la vanguardia, de la moda internacional.
Chen Ying-mei, empleada de Judy Wedding Photo, dice que la mayoría de los clientes están más preocupados por el servicio que el precio. Ellos prestan mucha atención al efecto de sus fotos y si los trajes se ajustan a sus estilos personales. En Judy, si los clientes no están satisfechos con sus fotos, pueden solicitar una nueva sesión fotográfica, y si no pueden encontrar los vestidos de su preferencia, pueden solicitar los hechos a la medida a precios especiales.
Shen Chih-hsian y Chiang Mei-huei planean casarse en octubre, y están visitando un estudio especializado para el servicio fotográfico. “Una boda en Taiwan involucra una gran cantidad de procedimientos. Por eso, nos enfocamos más en la totalidad del paquete que ofrece la tienda. Sabemos poco sobre qué preparar, porque ambos trabajamos y no tenemos tiempo”, dice Shen. “No nos importa pagar más por un mejor servicio y mejor calidad del producto. Es una práctica que se realiza una vez en la vida y queremos que todo salga bien”.
Junto a la dura competencia, el negocio de las fotografías de boda enfrenta algo que ni la tecnología ni la calidad pueden alterar: el declive del índice de matrimonios. Las últimas encuestas del Ministerio del Interior muestran una reducción en los matrimonios de 170.000 en 2003 a 130.000 en 2004. Existen aproximadamente 1.000 estudios fotográficos de bodas en Taiwan, que compiten por una porción del cada vez más pequeño mercado. Como resultado de la competencia y la disminución de la clientela, el margen de ganancia promedio ha bajado de 30 por ciento hace algunos años a entre 15 y 20 por ciento en la actualidad. Entre tanto, los costos de producción han aumentado por la mejora de los servicios y la calidad del producto.
Mai piensa que los estudios fotográficos especializados en bodas deberían construir su propia marca y expandir su margen operacional para lidiar con la situación. En vez de buscar clientes solamente entre las parejas que van a casarse, la tienda de Mai ha comenzado a fomentar el mercado para los aniversarios de boda, cumpleaños y grupos familiares. El también estableció un departamento de planificación para ofrecer servicio de comida, alquiler de automóviles, decoración y tarjetas para completar el estudio de una sola parada.
En términos de expandir el mercadeo, Mai abrió una tienda en Singapur. El sabe que en los últimos años, muchos propietarios taiwaneses han establecido estudios en China, Estados Unidos y Canadá.
Para atraer a más extranjeros, la asociación ha formado un equipo con el Buró de Turismo del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, así como agencias de viaje, aerolíneas y hoteles, con el objetivo de brindar paquetes preferenciales.
“El mejor desarrollo para la industria es crear un pastel más grande para que todos lo compartan, y no recurrir a una guerra de precios”, dice él. “En vista de las décadas de experiencia, tengo confianza en su habilidad de prosperar en los mercados del exterior, atrayendo a los clientes de otros países”.
Tsai, de Ching Hua, ha adoptado esquemas de mercadeo similares para enfrentar los mayores retos operacionales. Ella estableció una tienda en Hong Kong a principios de año. Además de servir directamente a los clientes locales, la sucursal de Hong Kong anima a las parejas a venir a Taiwan para el servicio. “Mi idea es promover la industria de los estudios fotográficos especializados en bodas de Taiwan en el exterior, así como usar mi negocio para dar a conocer Taiwan a través de la promoción de su belleza natural”, dice ella. “Durante los tres días de los paquetes a precios razonables, que ofrecemos en cooperación con aerolíneas y hoteles domésticos, las parejas pueden tomarse sus fotos en los principales lugares turísticos de la isla, y disfrutar de unas vacaciones al mismo tiempo”.
Tsai dice que no teme la competencia. A ella le importa el desarrollo continuo de su compañía, y presta especial atención al fomento de talento. Su tienda cierra un día al mes, o lo que ella llama un “día de cultura corporativa”. Este día, el personal recibe entrenamiento, a través de conferencias o videos.
“El éxito de los estudios fotográficos especializados en bodas no gira principalmente sobre grandes inversiones en instalaciones o tecnologías avanzadas”, dice ella. “En cambio, tiene más que ver con la calidad del servicio. Si podemos satisfacer las necesidades de los clientes, podemos ganar su corazón. Es algo cultural que requiere de entrenamiento humanístico”.
Lee Yu-ying piensa que la industria de las fotografías de bodas en Taiwan se encuentra a la vanguardia de los mercados de Asia. Lo que podría calificarse de orgullo nacional, es quizás corroborado más objetivamente por los estudios en China, que tratan de hacerse pasar como taiwaneses o colocan Taipei en sus nombres. Taiwan es claramente conocida como lo mejor cuando se trata de estudios fotográficos especializados en bodas.