n raras oportunidades se ha sentido el pueblo de Taiwan tan estrechamente relacionado con la comunidad global como en el 2001. La lenta economía mundial que limitó el crecimiento doméstico, la caída del yen japonés que forzó a bajar al Dólar Nuevo de Taiwan, y el impacto sicológico y económico de los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, y la resultante guerra en Afganistán, contribuyeron todos a crear la sensación de que Taiwan está íntimamente unida al resto del mundo. Para poner el toque final, el 11 de noviembre, con una votación en Katar de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Taiwan ganó finalmente la admisión al ente comercial mundial -un día después que China- concluyendo un arduo esfuerzo de doce años.
Para Taiwan, la catorceava mayor economía del mundo, ocupar su lugar como el 144º miembro de la OMC, es un hecho considerado justicia tardía, y al mismo tiempo, un motivo de satisfacción por lograr un nuevo papel en el ámbito internacional. De igual modo, es sin duda una oportunidad substancial para los sectores de la economía que ya han probado su habilidad internacional, y un reto considerable para otros que tendrán que enfrentar la dura competencia de las importaciones como nunca antes lo habían hecho. Para aquellos sectores más débiles, el desafío se les presenta en una época particularmente difícil, cuando Taiwan está experimentando un bache económico severo y sus más altos niveles de desempleo.
Como miembro de la OMC, Taiwan debe ahora redefinir su posición en el orden económico global para poder mantener su momentum comercial. El Ministerio de Economía (MOEA, siglas en inglés) ha descrito ese papel como el de un “centro manufacturero de alto valor agregado”. El entonces viceministro Lin Yi-fu explicó que “la investigación y el desarrollo y la innovación estarán a la vanguardia en el proceso de avance, con el respaldo de las sólidas capacidades en logística, mercadeo y marcas comerciales. Para alcanzar esa meta son necesarios la fuerza intelectual y el capital, recursos que se considera que Taiwan tiene en cantidad suficiente”.
El progreso en el frente de batalla, según Lin, ha sido lento en ocasiones, sin embargo, la admisión a la OMC ha dado lugar a un mayor sentido de urgencia dentro del Gobierno. En los últimos años, el Gabinete y la Legislatura pasaron muchas horas redactando un total de cincuenta y cinco leyes nuevas o revisiones de las ya existentes. Estas incluyeron seis leyes promulgadas durante una sesión legislativa especial en junio para ofrecer la base legal de las reformas financieras, y unos últimos catorce estatutos importantes referentes a la OMC aprobados en diciembre. Dos meses antes, la Legislatura aprobó una planilla de tarifas enmendada que redujo el arancel nominal promedio del 8,1 por ciento al 7,1 por ciento a comienzos de 2002, con mayores reducciones en los años subsiguientes hasta llegar a un nivel promedio de 5,54 por ciento a finales de 2005.
Además, las tarifas para algunos productos -farmacéuticos, médicos, equipos, muebles, ciertos licores, cerveza, juguetes, acero, equipos agrícolas y de construcción, y productos de papel- serán totalmente eliminadas de manera gradual durante los próximos dos años y medio, conforme al Programa Cero-a-Cero de la Ronda de Uruguay que forma parte del paquete de calidad de miembro de Taiwan. El Ministerio de Finanzas (MOF, siglas en inglés) estima que las tarifas reducidas causarán una baja en los ingresos gubernamentales de NT$5.100 millones (US$146 millones) en el primer año. Pero se espera que la introducción de nuevos tributos en los productos de tabaco y vino produzcan alrededor de NT$4.900 millones (US$140 millones) al año para ayudar a compensar la pérdida.
Se espera que los lazos empresariales con el resto del mundo crezcan aún más fuertes ahora que Taiwan está eliminando las barreras comerciales para permitir la libre competencia y oportunidades abiertas.
La remoción de las barreras arancelarias, con el fin de abrir el mercado de Taiwan a los productos extranjeros, podría provocar dificultades temporales, según la opinión de funcionarios e intelectuales, pero a largo plazo, el cambio debería ser en el mejor interés de la nación. Bajo el principio de nación más favorecida, las industrias orientadas hacia la exportación, tales como las de textiles, maquinaria, y tecnología de la información, se beneficiarán al obtener mayor acceso al mercado global. Los exportadores de textiles se beneficiarán aún mucho más con la derogación de la cuota de restricciones en todo el mundo en 2005. Este, el primer año tras el ingreso en la OMC, la industria de la computación está lista para alcanzar un crecimiento del 12 por ciento en las exportaciones, logrando así una cifra récord de US$41.000 millones, según el Buró de Desarrollo Industrial del MOEA. Igualmente, el sector de servicio de telecomunicaciones y la industria de seguros podrían encontrar nuevas oportunidades para expandirse a otros países y elevar sus destrezas de administración a fin de alcanzar los estándares globales. Del mismo modo, la participación en el Acuerdo de Aprovisionamiento del Gobierno, de la OMC, podría reforzar las destrezas y competitividad de las compañías constructoras de Taiwan, lo que a su vez podría fortalecer varias industrias derivadas.
Los beneficios de pertenecer a la OMC también serán evidentes para los consumidores. Tanto los vendedores al detal como los hipermercados están actualmente siendo servidos por muchos más abastecedores, y por lo tanto, son capaces de almacenar una mayor variedad de productos a precios más bajos. Una amplia gama de aparatos electrodomésticos importados aparecieron en el mercado incluso antes de 2002. La mayoría de los consumidores no se dieron quizás cuenta que el año pasado hubo una baja de 0,01 por ciento en el Indice de Precio al Consumidor (IPC), pero ya deben estar notando que ir de compras está poniendo menos carga en sus bolsillos. La Dirección General de Presupuesto, Contabilidad, y Estadísticas calcula que el IPC llegó a bajar en un 0,36 por ciento este enero en comparación con el año anterior.
ero la OMC también traerá ciertas dificultades. Sin duda, la economía debe soportar un aumento de la tasa de desempleo, que ya ha incrementado a niveles récord por encima del 5 por ciento. En los próximos cinco años, 100.000 trabajadores en el sector agrícola perderán sus trabajos, mientras que más de 10.000 puestos de trabajo en la industria bancaria podrían ser eliminados a través de la consolidación de las instituciones financieras, según un informe del Instituto de Economía de la Academia Sínica. Algunos estudios han advertido que el mercado de trabajo podría dividirse en dos extremos. Los buscadores de trabajo con conocimientos especializados, experiencia internacional, y destrezas en idiomas extranjeros tendrán muchas oportunidades de trabajo, y aquéllos con niveles educativos más bajos y menos destrezas serán fácilmente reemplazados por la mano de obra extranjera más barata.
“El MOEA ha estado realizando muchos esfuerzos para ayudar a las nuevas tecnologías y empresas a forjar raíces aquí para así ampliar el mercado de trabajo”, dice el viceministro Lin. “La calidad de miembro de la OMC traerá también oportunidades comerciales que crearán empleos. Pero las capacidades de los trabajadores desempleados tendrán que mejorarse si quieren satisfacer las necesidades de la nueva economía. Por ello, el Consejo de Asuntos Laborales (CLA, siglas en inglés) está ofreciendo más entrenamiento para mejorar las destrezas de los trabajadores”. Conforme al papel más importante del sector de los servicios, el CLA ha colocado más énfasis en la formación para trabajos pertinentes a los servicios, con el objetivo de aumentar el peso de esa categoría al 55 por ciento del programa total dentro de tres años. El Consejo planea también transformar su red de oficinas de empleo locales, de centros de información a agencias de colocación.
Otras iniciativas del CLA incluyen la redacción de un estatuto para proteger los derechos de los trabajadores que son despedidos y diseñar un sistema de seguridad laboral que abarque entrenamiento, servicios de consulta, y beneficios para los desempleados. La mayor preocupación es el destino de los trabajadores que tienen familias que mantener, pero no la suficiente aptitud para ser entrenados nuevamente. Si el número de estos desempleados es alto, el costo de los subsidios públicos podría ser una enorme carga para las finanzas gubernamentales. El CLA estima que el monto de subsidios por desempleo que pagó el año pasado fue de NT$7.200 millones (US$206 millones), tres veces más que el año anterior.
Aparte del desempleo, la entrada a la OMC podría traer dificultades a ciertas industrias centradas en el mercado doméstico y que habían estado protegidas por las altas tarifas y otras medidas. El impuesto promedio nominal en los productos industriales bajará de 6,03 por ciento a 4,15 por ciento. Entre las industrias que sentirán el mayor impacto están la papelera y la automovilística. Aunque los fabricantes de autos domésticos enfrentarán mayor competencia de las importaciones, las dos empresas manufactureras de automóviles más importantes de Taiwan, China Motor y Yulon Motor, comenzaron a prepararse para el impacto de la OMC ya desde hace seis años. Sus estrategias incluyen establecer centros de investigación y desarrollo domésticos y fabricar sus productos en ambos lados del Estrecho para reducir los costos generales, así como venderlos en China continental. La industria papelera, por su parte, se centrará más en el mercado doméstico, ya que el actual valor de exportación anual de NT$30.000 millones (US$857 millones) seguramente se reducirá en los años venideros. El Buró de Desarrollo Industrial del MOEA podría asistir a estas industrias, aplicando medidas “de defensa comercial”, tales como multas anti-dumping y aranceles proteccionistas contra las importaciones que compitan injustamente.
El mercado para los productos del tabaco o alcohólicos ha sido también afectado por la entrada a la OMC. El Buró de Tabaco y Vino del Gobierno (TTWB, siglas en inglés), después de disfrutar casi medio siglo los privilegios de monopolio, será convertido en una corporación en la segunda mitad de este año, y enfrentará la competencia directa por primera vez. Por ejemplo, en el lucrativo mercado de la cerveza y los licores, están realizándose más de una docena de proyectos para establecer plantas de producción. En respuesta, el TTWB está tomando medidas para modernizar su estructura administrativa, reducir los recursos humanos, y contratar especialistas en mercadeo. Además, ajustará su variedad de productos para concentrarse en los artículos más populares, desarrollar productos nuevos y tratar de sacar provecho de los mercados extranjeros.
Tanto los hipermercados como las tiendas al detal están siendo abastecidas por un mayor número de suministradores, facilitándoles el almacenamiento de una mayor variedad de productos a precios mas bajos.
Según los principios de la OMC que promueven el libre flujo de capital, el Gobierno tendrá también que reforzar el ambiente comercial para la inversión extranjera. Pero la entrada de más multinacionales gigantescas al mercado, podría ser una amenaza para el bienestar de muchas empresas pequeñas y medianas que han constituido la columna vertebral de la economía de Taiwan durante muchos años. La pequeña envergadura de estas empresas ha favorecido la mayor flexibilidad administrativa y la más rápida respuesta a los cambios de mercado, y éstas han tenido más de una década para prepararse para un mercado más liberalizado. “La vitalidad de nuestras empresas es mayor de lo que imaginamos”, dice Day Sheng-tung, presidente de la Asociación Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa. “Durante los últimos doce años en los que las barreras tarifarias fueron reducidas para que Taiwan se ajustara al sistema comercial global, nuestro valor de exportación ascendió de manera continua. Desde esa perspectiva, la entrada a la OMC no debería causar tantas preocupaciones. En cambio, China debería preocuparse más porque ha sido un mercado cerrado con altas tarifas”.
Day resalta que las compañías orientadas hacia la exportación deben ya haber comprobado su competitividad internacional para así poder sobrevivir, lo que a él le preocupa es cómo el 22 por ciento de los fabricantes taiwaneses que se concentran en el mercado doméstico competirán con las importaciones mucho más baratas procedentes de China continental. “La mitad de estas empresas operan a pequeña escala, a menudo administradas al antiguo estilo familiar”, dice. “Espero que el Gobierno pueda ajustar el programa de apertura de mercado para que no perjudique tanto a las empresas”. Day se refería a la decisión del Yuan Ejecutivo en enero sobre permitir la importación de 2.126 productos adicionales de China continental, expandiendo la lista completa a 8.104 artículos o 76 por ciento de los que abarca el acuerdo de la OMC. El MOEA permitirá gradualmente la entrada de todos los productos industriales del otro lado del Estrecho, excepto alrededor de 100 categorías que se consideran que afectan la seguridad nacional.
A medida que Taiwan toma medidas para satisfacer los acuerdos de la OMC, a algunas personas les preocupa el hecho de si China cumplirá sus obligaciones, porque la comunicación entre ambos lados no se ha reaunudado debido a obstáculos políticos. Las autoridades del Consejo para los Asuntos Continentales del Gobierno han expresado la esperanza de que la OMC pueda ofrecer la oportunidad para que ambos lados reanuden los diálogos, por lo menos en los temas comerciales, pero la actitud de las autoridades de Pekín sobre ésto es aún dudosa. Los funcionarios continentales han advertido que Taiwan no debe usar el canal de la OMC como substituto para diálogos directos más generales, y aún insisten en el principio de “Una China” como una precondición para esas negociaciones, términos que a las autoridades en Taipei les parecen inacceptables.
unque la conexión con la OMC pueda o no ayudar a estimular las relaciones a través del Estrecho, aquélla está teniendo un impacto favorable en la creación de un ambiente financiero más sólido. “Cuando la economía baja catastróficamente, las palabras solamente no son suficientes para asegurar a los inversionistas las perspectivas económicas”, dice Yen Ching-chang, ministro de finanzas hasta su nombramiento el 1 de febrero como primer representante permanente a la OMC, con sede en Ginebra. “La entrada a la OMC se convirtió en un tema de debate que pudimos usar para apremiar reformas financieras que le dieran a los inversionistas más confianza”. En junio del año pasado, el presidente Chen Shui-bian convocó al Yuan Legislativo a una sesión especial para aprobar seis proyectos considerados cruciales para la reestructuración de los mercados financieros domésticos. El paquete incluía leyes nuevas que permiten establecer compañías holding financieras, modernizar la reglamentación de firmas de títulos valores, y establecer y regular el Fondo de Reconstrucción Financiera, así como revisar las leyes sobre impuestos comerciales, seguros y seguro de depósito.
Con el apoyo de siete empresas de servicio financiero mediante los impuestos comerciales, el Fondo de Reconstrucción Financiera destinará un monto total de NT$120.000 millones (US$3.400 millones) durante un período de cuatro años, entre 2002 y 2005, para ayudar y consolidar las firmas financieras que están en dificultades. Para resolver los problemas desde el fondo, el MOF ordenó en septiembre pasado a 10 bancos importantes que se encargaran de treinta y cinco instituciones financieras locales con dificultades. El Ministerio emitió también trece licensias durante el 2001 para la operación de compañías holding financieras. Con la aprobación de la Ley de Fusiones Corporativas en enero, el Gobierno está buscando con gran ambición ayudar a que las empresas domésticas se transformen en corporaciones transnacionales más competitivas.
“Los seis proyectos financieros serán definitivamente la base para un mejor mercado financiero, pero hasta qué punto se pondrán en marcha es lo que realmente cuenta”, dice Wang Chuan-shi, director administrativo y presidente del Fubon Bank. El considera la creación de compañías holding financieras como un importante avance, citando ventajas tales como la eficiencia de capital, la mayor efectividad-costo, y la mayor facilidad de mercadeo mediante ventas cruzadas entre diferentes compañías en el grupo. El Grupo Fubon, que obtuvo una de las nuevas licencias para operar una compañía holding financiera, incorpora los servicios financieros en actividades bancarias, títulos valores, y seguro, y ha establecido alianzas estratégicas para explorar las oportunidades comerciales en el exterior. Están formándose más de estos grupos, y se espera que alteren dramáticamente el ambiente en el sector de los servicios financieros. “Los cambios que el MOF realizó en los últimos quince meses fueron sin precedentes”, dice el ex ministro de finanzas, Yen Ching-chang. “Desde entonces, la reacción positiva de los inversionistas locales y extranjeros confirma nuestra creencia de que estamos dirigiéndonos en la dirección correcta”.
De forma similar, se debe necesitar una perspectiva fresca para la era de la OMC en otras partes de la Administración. “Lo que realmente se necesita es un cambio de mentalidad dentro de la burocracia y la Legislatura”, mantiene Richard Henson, presidente de la Cámara de Comercio Americana en Taipei. “Un ejemplo, la Ley de Quiebra es un salto atrás. En lugar de salvaguardar a los acreedores, protege a la persona que provocó la quiebra de la empresa”. Henson cree que Taiwan tiene todavía potencial para desarrollo en áreas tales como fabricación de alto valor agregado, logística, software y diseño de cirtcuitos integrados, diseño de equipos, y el mercadeo de productos de marcas. “Pero actualmente su habilidad para crecer está sofocada por las reglamentaciones burocráticas y las leyes pasadas de moda”, dice. “Eso es totalmente cierto para aquellas pequeñas y medianas empresas que podrían convertirse en importantes jugadores globales dentro de cinco años. Con mucha frecuencia, las leyes se redactan en base a consideraciones políticas sin consultar con la gente de la industria correspondiente”.
Henson hace hincapié en que en el ambiente de la OMC, el cumplimiento de las leyes es tan importante como su promulgación. “Esperamos ver una mejor coordinación entre las agencias en la implementación para que el Gobierno pueda trabajar con más eficiencia”, indica. “Hemos visto casos en los que hay que hallar a la persona correcta para que se lleve a cabo algo. Eso denota una falta de transparencia, lo que es aún un problema para los inversionistas extranjeros”.
Aparte de sus esfuerzos en la isla, la Administración también necesitará desempeñarse bien a nivel internacional. “El Gobierno debería procurar convertirse en un jugador activo en la OMC”, dice Lo Changfa, profesor de derecho en la Universidad Nacional de Taiwan. “La posición económica de Taiwan en la clase mediana (entre los países más adinerados y los más pobres) la coloca en una posición favorable para presentar valiosas propuestas para el beneficio de muchos otros miembros del ente comercial”. Demostrando su habilidad y buena voluntad de esta manera, Taiwan tiene la oportunidad de reforzar su imagen en el ámbito mundial, dice Lo. Para asegurar que tales propuestas tengan como base la experiencia práctica, él sugiere que el Gobierno establezca un equipo de trabajo ad hoc que ofrezca un flujo activo de información entre el Gobierno y el sector privado. “El Gobierno tiene que entender que en la OMC, el profesionalismo se encuentra por encima de la política”.
Yen Ching-chang, representante de la OMC, habla con emoción sobre su nuevo cargo. Su delegación estará formada por unos treinta y seis miembros seleccionados de varias agencias gubernamentales. “Estaremos enviando información de primera mano desde la OMC”, promete Yen. “Además, estaremos participando activamente en el proceso de formación de las reglamentaciones comerciales de la OMC. Aquí es donde Taiwan comienza a conectarse con la economía mundial. Un juego maravilloso apenas acaba de empezar”.