Hsinchu, a sólo una hora de Taipei y cuarenta minutos del Aeropuerto Internacional CKS, fue seleccionado como sitio para dicho proyecto debido a que varias instituciones científicas e industriales importantes ya se encontraban establecidas allí, entre ellas la Universidad Nacional Tsing Hua, la Universidad Nacional Chiao Tung, y el semi-oficial Instituto de Investigaciones de Tecnología Industrial (ITRI). La presencia de esas instituciones aseguraron una fuente permanente de personal científico y técnico.
La localización del parque jugó claramente su parte en el éxito. Pero también existen otros factores importantes. El parque fue inaugurado en diciembre de 1980, con siete compañías que ya estaban funcionando. El Consejo Nacional de Ciencias, cuyo papel primario es alentar el desarrollo científico y tecnológico, supervisó la evolución del parque. Sus responsabilidades siguen siendo el financiamiento de la construcción de la infraestructura e instalaciones públicas de Hsinchu, y la revisión de las solicitudes de las compañías que desean establecer sus fábricas allí. La administración diaria está bajo la responsabilidad de la Administración del Parque Científico. La misma ofrece servicios gubernamentales en una sola ventanilla a las compañías dentro del parque, incluyendo el pago de impuestos, el registro de compañías y los asuntos laborales.
Se ofrecen varios incentivos para las compañías locales y extranjeras que desean establecerse en el parque. Entre ellos se incluyen la exención de impuestos por cuatro o cinco años, impuestos comerciales más bajos, ofrecimiento de hasta 49% del capital requerido a través de instituciones tales como el Banco Chiao Tung y el Fondo de Desarrollo del Yuan Ejecutivo, subsidios de investigación y desarrollo, una acelerada depreciación de equipos, arancel en bodega para las exportaciones, y asistencia para el entrenamiento del personal.
Pero, el parque ofrece mucho más que ventajas comerciales. Es una comunidad que se auto-abastece. Dentro de sus serenos campos con hermosos paisajes se encuentran instalaciones deportivas, un supermercado, restaurantes, un teatro y escuelas que van desde el jardín de infancia al bachillerato. Esas instalaciones no están allí sólo para lucir mejor. Un propósito importante de este agradable entorno de vida, aparte de los incentivos financieros que se ofrecen, es atraer a los ingenieros chinos del extranjero, especialmente aquellos en los EE.UU.,para que trabajen o inviertan en el parque.
La estrategia ha dado resultado. Hasta ahora, más de mil chinos de ultramar han venido al parque, y hasta diciembre de 1994, setenta y siete compañías, casi la mitad del total, han sido fundadas por ellos. La mayoría de los profesionales que han llegado provienen del Area de la Bahía de San Francisco, donde los chinos juegan un papel prominente en las operaciones de alta tecnología del Valle del Silicio.
Otro factor importante que alienta a los chinos de ultramar a retornar, es la madurez del entorno industrial de Taiwan para las industrias de alta tecnología. El personal técnico y el capital son relativamente fáciles de obtener, y ya existen las industrias de apoyo.
Los chinos de ultramar llegan en grupos, trayendo con ellos tecnologías avanzadas, directrices para el desarrollo de productos, de igual modo importan métodos de producción novedosos para las industrias de alta tecnología, así como estrategias de mercadeo más sofisticadas. Con la ayuda de su experiencia, muchas firmas de alta tecnología se han asentado gradualmente y subsisten en el parque. Alentados por su éxito, un gran número de empresas industriales tradicionales han comenzado a entrar en el parque y han invertido en operaciones similares.
En 1987, era evidente que el Parque Industrial Científico de Hsinchu sería un triunfo. Comparado con el año anterior, el número de compañías aumentó de cincuenta y ocho a setenta y nueve; el total de ingresos creció casi 60%, de US$597 millones a US$947 millones, y el número de empleados aumentó de 7.300 a 12.000. Hsia Ha-min, ex-presidente del Consejo Nacional de Ciencias, dice: "El parque se desarrolló como una empresa de capital conjunto, que normalmente requiere de cinco a seis años para que despegue en el negocio".
Hoy, el parque se ha convertido en un centro de industrias de alta tecnología reconocido internacionalmente. Es actualmente el centro de producción más importante de la industria informática de la isla, cuya producción alcanzó US$11.500 millones en 1994, colocando a Taiwan en el cuarto lugar (después de EE.UU., Japón y Alemania) entre los proveedores del mundo. El parque es hogar de todas las doce firmas manufactureras de circuitos integrados (IC) de la isla, cuya producción combinada en 1984 alcanzó US$3.200 millones, siendo el quinto mayor del mundo. El parque tiene una red completa de industrias de apoyo, tales como diseño, empaque, materiales y pruebas, que reducen en gran medida los costos de producción de los fabricantes de IC.
Taiwan es el mayor productor de escáneres de imágenes y ratones para computadoras en el mundo, así como el segundo productor de tarjetas de redes. Casi la mitad de la producción de la isla en cada uno de esos rubros proviene del parque. Sin embargo, Hsinchu ha comenzado ahora a producir varios componentes claves de informática, tales como los TFT LCD (pantallas de cristal líquido de transitor de lámina fina) y CRT (tubos de rayos catódicos) de gran tamaño, que irán a fortalecer la competitividad de la industria de la tecnología informática de Taiwan.
En varias ocasiones, la alta tecnología de las compañías en el parque ha obtenido un estatus mundial, como se puede comprobar en la producción de chips DRAM (memoria dinámica de acceso al azar) sobre wafer de ocho pulgadas, TFT LCD y CRT de gran tamaño. Los fabricantes de equipos de telecomunicaciones también han comenzado a producir allí artículos más sofisticados tales como teléfonos celulares y equipos para ISDN (redes digitales de servicios integrados). Muchos de los productos desarrollados en Hsinchu han ganado fama internacional, tales como los escáneres manuales de Guts Inc., los emuladores de computadoras y escáneres a color de Microtek International, el módem de alta velocidad de E- Tech, y el sistema de comunicación por satélite de Microelectronic Technology Inc.
Las compañías en el parque están gastando entre 5 y 6% de sus ingresos en investigación y desarrollo, comparado con el nivel general de 1% en la industria manufacturera de la isla. La producción per cápita de los trabajadores del parque alcanzó US$170.000 en 1993, más del doble del nivel general de US$80.000 de la industria manufacturera.
El creciente éxito de Hsinchu ha logrado un reconocimiento internacional y sirve como modelo para promover la creación de otros parques industriales de alta tecnología, Taiwan tiene planificados algunos más. Cada año, más de cuatro mil empresarios de ultramar visitan Hsinchu, respondiendo a la cobertura publicitaria que ha recibido a través de los medios de comunicación a nivel mundial. H. Steve Hsieh (ver entrevista), Director General de la Administración del Parque Científico, señala que entre más de cuatrocientos miembros de la Asociación Internacional de Parques Científicos, Hsinchu sobresale en términos del número de compañías, empleados y total de ingresos. (Se debe recordar que muchos parques científicos son básicamente orientados a la investigación, y la mayoría está compuesta de instituciones de estudios.)
Las compañías en el parque han hecho contribuciones sustanciales al desarrollo industrial de la isla. Han introducido industrias de alta tecnología en la economía de Taiwan, y han aumentado el interés y la confianza de las firmas que manejan las líneas tradicionales a tal punto que están preparadas para invertir en operaciones de alta tecnología. Dan asistencia técnica a cientos de fábricas de apoyo situadas en otros lugares. Más importante aún, la movilidad del personal ha dado como resultado una amplia diseminación de habilidades administrativas y técnicas, elevando el nivel general de la experiencia industrial.
Foto de Ku Chin-tang
El parque ofrece instalaciones necesarias para que exista un ambiente de trabajo agradable, así como para satisfacer las necesidades de ocio de los empleados.
Pero, ¿qué pasará en el futuro? Desgraciadamente, el sobresaliente éxito de Hsinchu ha generado una serie de problemas. Un ejemplo: El rápido crecimiento del parque, ha producido aumentos excesivos en los precios de las tierras disponibles para el futuro desarrollo. Las 360 hectáreas que actualmente tiene el parque han sido totalmente ocupadas. Frente a los exhorbitantes precios de la tierra en el vecindario, la administración del parque ha logrado adquirir solamente 200 hectáreas de tierra en la Ciudad de Hsinchu, menos de la mitad de su meta original para la tercera etapa de expansión del parque. Aunque sigue en sus fases iniciales de desarrollo, la tierra adicional ha sido completamente reservada, principalmente por los fabricantes de los fabs (fabricaciones) de wafers de ocho pulgadas, cada uno de los cuales necesita un espacio relativamente grande de ocho a diez hectáreas. Para cubrir la falta de espacio, la administración del parque ha decidido construir una subsidiaria del parque en el vecino Distrito de Miaoli.
Además, se construirá un segundo parque industrial científico en el pueblo de Hsinshih, Distrito de Tainan, en el sur de Taiwan. Este parque estará situado en una granja de 600 hectáreas que pertenece a una empresa estatal, la Corporación del Azúcar de Taiwan. El desarrollo del nuevo parque será llevado a cabo por el Consejo Nacional de Ciencias, al igual que en Hsinchu, en dos etapas. La primera etapa de construcción, que cubre 360 hectáreas, se iniciará en julio de 1996 y será completada en 1997. Inicialmente, el parque acomodará compañías de cuatro sectores principales: microelectrónica y maquinaria de precisión, circuitos integrados, agricultura, y biotecnología.
Las dos últimas han sido seleccionadas para poder aprovechar la ventaja de los abundantes recursos agrícolas del sur de Taiwan, y el apoyo tecnológico de varias instituciones de investigaciones relacionadas que se encuentran cerca, incluyendo el Centro Asiático de Investigaciones de Verduras y el Instituto de Investigaciones del Azúcar de Taiwan.La industria abarcará cinco campos: productos farmacéuticos a granel, producción de medicinas, vacunas para uso veterinario, cultivo de flores y biotecnología. La floricultura, con una producción que actualmente supera US$222 millones, es un sector particular mente promisorio. La demanda en el mercado local de flores ya alcanza US$926 millones anualmente, y las ventas al extranjero de este sector proyectan alcanzar US$370 millones para el año 2005.
El Consejo Nacional de Ciencias estima que diez años después de su creación, el nuevo parque acomodará ochenta compañías, con una producción total de US$2.900 millones y quince mil empleados.
La extensa área del nuevo parque, casi el doble del Parque de Hsinchu, evitará los problemas de limitación de espacio que actualmente restringen el crecimiento en Hsinchu. El nuevo parque también contará con una conveniente red de transporte, que será construida por el gobierno municipal, como medida para evitar los serios problemas de tráfico que plagan a Hsinchu.
El gobierno municipal también tiene planes para desarrollar una zona especializada adyacente al parque, cubriendo dos mil hectáreas, para satisfacer las necesidades de vivienda y recreación por parte de los empleados del parque y sus familiares, cuyo número se calcula en sesenta mil. Esta zona será diseñada para recortar la brecha entre las condiciones de vida en el parque y el área de su vecindad, otro problema que tiene actualmente Hsinchu, donde la diferencia de la calidad de vida dentro y fuera del parque es bien marcada.
Y ¿qué pasará con el Parque de Hsinchu? La industria del IC seguirá siendo su mayor fuente de crecimiento en los años venideros. Impulsada por la enorme demanda global, junto con las atractivas ganancias (un promedio de 25% en 1994, comparado con una media general de 6,5% en la industria manufacturera de la isla), las compañías de IC en el parque, así como muchas que están fuera del mismo, están apresurándose a construir nuevas plantas de manufactura con un costo de alrededor de US$l.000 millones cada una. Para 1997, once nuevas fábricas de chips se instalarán en el parque. Diez de ellas producirán wafers de ocho pulgadas, mientras que una tiene planes para fabricar wafers de seis pulgadas, la mayoría de ellos chips DRAM.
Foto de Ku Chin-tang
Una estatua de bronce del artista Ju Ming recibe a los visitantes en el área residencial. Las agradables condiciones del parque son una ventaja que atrae a los chinos de ultramar del Valle del Silicio.
El Director General H. Steve Hsieh cree que el parque puede continuar progresando a un paso vigoroso en dirección a la meta que tiene Taiwan de convertirse en un centro de alta tecnología, pero sólo siempre y cuando el gobierno reconozca que también jugará un papel importante. El gobierno deberá trabajar para crear un buen entorno de inversiones, y esto se puede hacer de varias maneras. Debe proveer suficiente espacio de tierra y asegurar adecuados servicios de agua y electricidad. Se debe alentar las actividades de investigación y desarrollo, y el entrenamiento de personal. Sobre todo, debe ofrecer acceso a un buen mercado bursátil y de bienes futuros, de modo que las compañías en el parque puedan obtener suficiente capital del público para apoyar sus esfuerzos de desarrollo.
Con su proyectada expansión en los años venideros, el Parque Industrial Científico de Hsinchu jugará un papel crítico en la promoción del desarrollo de industrias de alta tecnología en la isla. Este desarrollo es importante para la futura prosperidad económica de Taiwan. La instalación en junio del año pasado de una red de alta velocidad de información por cables de fibra óptica, la primera en la isla, mejorará los rendimientos del parque. Esta red integrará eventualmente los recursos informáticos de alta tecnología de las compañías del parque con el Instituto de Investigación de Tecnología Industrial, ayudando de esta manera a reducir los costos de investigación y desarrollo de las compañías. A través de esta red, la administración del parque podrá mejorar la eficacia de sus operaciones. Las compañías también tendrán la posibilidad de dar conferencias por video y transmitir boletines de servicio comercial y correo electrónico. Una amplia gama de compras por correspondencia electrónica y oportunidades de aprendizaje a larga distancia se abrirán para los empleados del parque y sus familias. Mirando hacia un futuro más lejano, la red podrá conectarse eventualmente con las instituciones académicas cercanas.
El límite es el cielo, pero con ciertas advertencias. El éxito continuo de proyectos como Hsinchu depende de su capacidad para atraer talentos, especialmente chinos de ultramar que deseen reubicarse en Taiwan. Las políticas inteligentes adecuadamente presentadas también son esenciales: El gobierno debe examinar particularmente las formas de ayudar a los potenciales inversionistas a obtener capital. Un servicio de agua y electricidad regular también es necesario. Y nada es posible sin tierra, un bien difícil de obtener en cantidad suficiente. Pero incluso con esas reservas, los arquitectos del Parque de Hsinchu tienen un plan de trabajo para el futuro industrial de Taiwan .■
Philip Liu es jefe de redacción de Business Taiwan, un periódico semanal publicado por el United Daily News Group.