Pero el tema milenario está siendo presentado como parte de la más moderna experiencia de los multimedios, una rica mezcla de conocimientos tecnológicos y artísticos que ha sido magníficamente combinada y empaquetada por la Compañía de producciones audiovisuales Yellow Eiver de Taiwan.
La producción, titulada "El nacimiento de la escritura china", obtuvo el Premio de Logro Sobresaliente en agosto pasado durante el Festival de Multimedios AMI 1988, celebrado en Phoenix, Arizona.
Aunque el tema de está presentación tiene que ver con los ideogramas chinos, un tema que no escogería de la mayoría de los aficionados del cine en una tarde del sábado, la proyección ha sido fascinante. El legendario escribano Tsang Chieh (倉頡), que sirvió en la corte del antigua Emperador Amarillo de China, cobra vida de repente.
El antiguo letrado surge del tempestuoso pasado de China y lleva a los espectadores en una histórica excursión para remontarse a los misteriosos orígenes de la escritura china desde la antigüedad hasta los tiempos modernos, y la audiencia atraviesa por milenios, adquiriendo una nueva visión de lo que muchos consideraban como un tema demasiado prosaico. El poder de los multimedios modernos traen una visión mayor del pasado.
Los multimedios se están rápidamente convirtiendo en uno de los principales medios de añadir un empuje a las producciones audiovisuales en la República de China. El impacto inigualado de este arte ultramoderno y de alta tecnología ha traído un éxito fenomenal a las compañías de producción que se han especializado en sus complejidades. Es tres veces más costoso querer igualar el efecto de los multimedios con filmes y vídeos, un factor de costo que ha apresurado a muchos negocios a recurrir al nuevo medio para presentaciones de venta, disertaciones u otras actividades de promoción.
El éxito de Taiwan en las presentaciones de multimedios anuncia al mundo que la isla realmente ha entrado en la era de la informática. Más aún, la compañía Yellow River está administrada por una dinámica mujer, haciéndola sobresalir no sólo como una joven empresa pionera, sino también como ejemplo de cómo las mujeres empresariales están jugando un papel mayor en el Taiwan contemporáneo.
Antes que se fundara la Yellow River en 1979, Taiwan no tenía compañías de producciones en multimedios. Confinadas por las limitaciones financieras de una nación en vías del desarrollo, las empresas mostraban poca receptividad hacia las técnicas de comunicación de alta tecnología, y mucho menos hacia el arte creativo y los medios de la nueva era. Para colmo, la perspectiva de los hombres de negocio hacia los comerciales y las promociones relacionadas era generalmente conservadora, poco imaginativa, y empecinadamente resistente al cambio.
Como resultado, los informes comerciales, cargados con la más fría descripción de los hechos, eran capaces de poner a dormir a insomniácos confirmados. Aunque se utilizaba ocasionalmente un filme, videotape o proyector de diapositivas para añadir un minimo de variación a las reuniones, prevalecía la más pesada somnolencia.
No fue sino hasta los años ochenta que el mercado estuvo listo psicológicamente preparado para los multimedios. El crecimiento económico de Taiwan, acoplado a una cambiante atmósfera social, abrieron la puerta a los servicios y conceptos de la era de la informática. Los multimedios, una poderosa expresión de gustos modernos y expandida fuerza tecnológica, comenzó a proliferar con sorprendente velocidad. Hoy día, se inyectan constantemente nuevas ideas y tecnologías a medida que el mercado florece ampliamente, Compañías como la Yellow River sirven una doble función en este ambiente: ellos satisfacen las demandas del mercado y posteriormente cultivan dicho mercado mediante el fomento de una mayor receptividad pública hacia más sofisticadas experiencias de los medios.
No es fácil definir los "multimedios". Margaret Chen (陳曼君), gerente general de Yellow River, considera que es una forma de comunicación que lo cubre todo. "Los multimedios son un tipo de arte que lo cubre todo, similar a la cinematografía, pero que usa equipos mucho más técnicos", explica ella. "Ellos incluyen la redacción del guión, fotografía, diseño, edición, montaje, procesado en el cuarto oscuro, efectos sonoros, ordenamiento de las diapositivas, secuencia de los efectos por la computadora, entrada del programa y proyección. De todos estos pasos, la secuencia por computadora es realmente el más vital. Un programa con nueve proyectores y cerca de 700 diapositivas, por ejemplo, sería un fracaso sin la ayuda de la computadora".
La espaciosa y bien decorada oficina de la Yellow River exuda un sentido de confort cuidadosamente preparado. La compañía no necesita promoción comercial o departamento de relaciones públicas por el momento: los clientes forman largas colas de espera. La oficina está frecuentemente manejada por seis personas, el resto se halla fuera en diversas tareas.
"Pocas personas creyeron en las posibilidades de los multimedios cuando la Yellow River fue inaugurada", se recuerda Chen. "Comencé con una cámara y un escritorio prestado de mi marido. Me acuerdo que el primer cliente que logramos atraer fue la Dirección de la Autopista Nacional del área de Taiwan, y que inmediatamente se quejó de que nuestro precio era demasiado alto. Pero después que terminé el primer programa, cesaron sus quejas; nuestros servicios probaron valer bien el gasto".
La Yellow River ha servido a muchas organizaciones gubernamentales, incluyendo al Ministerio de Relaciones Exteriores, y la Oficina de Información del Gobierno. Además, también sirve a clientes extranjeros de EE.UU. y Japón.
La Yellow River pone juntos una amplia variedad de programas en temas que incluyen arte y literatura, promociones de productos, conservación del medio abiente, y parques nacionales. Cada nuevo reto trae una oportunidad para mejorar la calidad y alcance de los servicios a través de un constante bombardeo cerebral. "Sentimos como si rompiéramos un capullo cada vez que terminamos un trabajo", dice Chen. "Mientras más trabajos completamos, más expertos nos convertimos. Cuando comenzamos el programa sobre los caracteres chinos, el equipo no conocía muchos detalles acerca del tema. Al terminar, ellos no sólo conocieron más acerca de los orígenes de los caracteres chinos, sino que también aprendieron más caracteres".
El "Nacimiento de la escritura china" no fue producido originalmente para el festival AMI, sino como parte de una serie del Museo Nacional del Palacio. Aunque el programa sólo dura 12 minutos, fue necesario más de un año de estudios debido a lo complejo de la historia de la escritura china. En total, treinta profesionales trabajaron en el proyecto. El equipo seleccionó cerca de 700 diapositivas de entre las 10.500 que se habían fotografiado originalmente, tras de haber rebuscado entre volúmenes de clásicos chinos para encontrar los ideogramas apropiados. El costo total de la producción fue de US$50.000.
Aunque Chen ha ganado la reputación de ser clasificada por sus colegas como una de las "mujeres fuertes" de Taiwan, ella rehusa darse muchos créditos por su éxito. "Si pregunta a alguien que me conoce bien, le dirá que no soy ni ambiciosa, ni fuerte", dice ella. "Hago generalmente lo que puedo, y dejo que todo siga el curso natural. Sin embargo, si estamos trabajando en un tema que me interesa, me sumerjo a mí misma en él completamente, ¡algunas veces hasta el punto de casi olvidarme acerca de la administración de la compañía'"
Cuando Chen contrata una persona, ella busca una dedicación a la creatividad, no la ganancia. El personal de 20 miembros consiste principalmente de personas entre los 20 y 30 años, y sus estudios incluyen administración de empresa, literatura, radiolocución y TV, bellas artes, filosofía, sociología y periodismo.
"Cuando mi gente sufre un revés, yo trato de alentarla", dice ella. "Las dificultades y los reveses pueden ser positivas experiencias de aprendizaje, ya que sin ellas nunca desarrollaremos habilidades para resolver los problemas. El personal ha mostrado talento, creatividad y buen sentido. Pero lo más importante de todo, ellos han mostrado un deseo por crear arte". Chen misma no es inmune a los sentimientos de desaliento. Cuando ella se siente molesta, ella enciende un pedazo de incienso de sándalo y tranquilamente trabaja de vuelta a la autoconfianza.
Chen trabajaba originalmente en la Oficina de Información del Gobierno y el Servicio de programas Kuangchi, dos sitios que proporcionaron ambientes de trabajo alentador. "El apoyo y educación que recibí en esas organizaciones realmente me ayudaron y me siento obligada a mostrar la misma consideración para mis empleados", insiste Chen. "Espero que mi personal nunca sienta que su desarrollo personal está decayendo mientras avanza la compañía".
Para crear un mejor ambiente de trabajo, los empleados de la Yellow River tienen una oportunidad de relajarse con té por dos o tres horas cada semana para conversar acerca de asuntos no relacionados con el negocio. Chen organiza disertaciones para los trabajadores también, cubriendo temas tan diversos como fotografía ecológica, psicología, y programación y operación de computadoras. Ella también patrocina a sus empleados en sus estudios en el exterior.
La Yellow River dedica una porción sustancialmente mayor de las ganancias de la compañía en investigación y desarrollo que la mayoría de las otras compañías en Taiwan. En EE.UU. y Japón, este trabajo ha resultado en el desarrollo de las muy populares formas de multimedios en tercera dimensión y 360 grados. Pero esos tipos de presentaciones habían permanecido ignorados y desconocidos en la República de China hasta que Chen decidió probarlos con un cliente. Ella condujo primero un estudio de factibilidad, creyendo que el mercado local había madurado. Los resultados fueron positivos, y la oportunidad de probar su juicio vino cuando el Departamento de Asuntos Civiles del Gobierno provincial de Taiwan solicitó un programa acerca de la cultura aborigen de la isla.
El Dr. Han Pao-teh (漢寶德), director del Museo de Ciencias Naturales, recomendó que el gobierno solicitase a la Yellow River para que se encargase del proyecto, después de estudiar muchos posibles contratistas. Chen tomó la oportunidad para sugerir el uso de un enfoque de 360 grados en su presentación de multimedios. Su propuesta sobresalió exitosamente en contra de la fuerte competencia de firmas de multimedios de EE.UU. e Inglaterra. "Mi cliente quedó sorprendido al conocer que una firma local podía satisfacer los requerimientos de programas de multimedios tridimensionales y 360 grados", exclama Chen. El proyecto se encuentra ahora en una etapa bastante avanzada de trabajo.
A pesar de sus éxitos en el pasado y sus demostradas habilidades, Chen aún tiene que justificar sus ideas a los clientes con angustiosos detalles antes de que sean aceptadas. Los clientes gubernamentales, por ejemplo, han rechazado cerca del 20 por ciento de las propuestas de la Yellow River, no debido a aspectos técnicos o creativos, sino por razones de costo. La compañía ha perdido en muchas ocasiones frente a otras firmas que ofrecen paquetes más baratos. Pero Chen permanece inexorable en sus principios: "El precio parece pesar considerablemente más que la calidad en las mentes de la gente. Ese punto de vista corto ha resultado en un decline general de la calidad de los filmes y cintas de video. Si yo caigo en la tentación de cortar esquinas en la calidad para ganarme un contrato, entonces estaré dañando la salud de la industria de los multimedios antes de que incluso se haya desarrollado en Taiwan".
Chen espera que los negocios y el público aprenderán a escuchar más atentamente a los profesionales. Ella ha descubierto que las firmas privadas con frecuencia entienden mejor que las organizaciones gubernamentales en este aspecto, ya que ellas parecen darse cuenta que comprar una imagen es un procedimiento diferente al de adquirir un bien material. Las entidades gubernamentales también están presionadas por los contribuyentes y los negocios para que mantengan bajos los costos monetarios. Por ello, firmas tales como la Toyota o la IBM, que no tienen que enfrentarse a tales severas restricciones financieras, están más liberadas para investigar por perspectivas en términos de calidad primero y precio después.
La Yellow River trabaja también en otros campos. Por ejemplo, ella diseña cuartos de reunión e informes audiovisuales multifuncionales, salas de exhibición y centros de exposición. También prepara manuales, panfletos, afiches, e informes anuales, además de programa de video y televisión.
Pero Chen considerada que sus operaciones son más que un negocio: es un instrumento para hacer que la sociedad avance y para crear nuevas perspectivas para la gente en la era de la informática. Ella toma muy seriamente su responsabilidad en esas áreas, luchando siempre por la perfección. Esto incluye corregir errores en proyectos que hayan sido terminados en plazos muy restringidos. "Cierta vez terminamos un programa para el Parque Nacional Yushan en un tiempo muy corto debido a que algunos miembros del parlamento deseaban verlo enseguida", recuerda ella. "Lo hicimos, pero no estaba satisfecha con los resultados. Le pedí al cliente que hiciera una lista de todos los defectos del programa y lo regresara para que corrigieramos las partes no safistactorias".
Durante su estadía en los EE.UU. en el festival AMI, Chen quedó particularmente impresionada por la tecnología y el estado del conocimiento en el exterior, especialmente en las técnicas de los dibujos animados. Ella cree que su propia presentación ganó no debido a ninguna innovación técnica avanzada, sino como resultado de la naturaleza fascinante de la cultura china en sí. "La exquisita escritura de China es parte de mi herencia cultural y un precioso legado al arte mundial", dice Chen. "Mi intención era hacer el mejor uso de los medios audiovisuales de alta tecnología en vez de los métodos académicos convencionales para introducir el tema. Fue una oportunidad ideal para expandir el intercambio cultural".
Chen enfatiza en la fuerza de la tecnología en las comunicaciones: "Los programas de multimedios demuestran más que creatividad, ellos proclaman el poderío nacional", nos dice Chen. "Esto es porque requiere de profesionales altamente entrenados, tecnología avanzada, y poderío financiero". Ella cree que la tecnología norteamericana en este campo está tan avanzada como en la defensa y el aeroespacio. Pero con más incentivos y estímulos del gobierno, tales como el patrocinio de certámenes y festivales, Chen siente que la industria de los multimedios en Taiwan podría subir rápidamente al nivel de las naciones extranjeras.
Chen señala que el gobierno y el sector priado comparten una responsabilidad ética de nutrir una sociedad bien informada, y que un público conocedor finalmente irá a garantizar la buena salud de las empresas y el gobierno. Resultan esenciales en este aspecto las comnicaciones. El progreso económico engendra una mayor sofisticación, lo que obliga a los negocios a adaptarse a demandas más complejas y refinadas. El gusto público y la necesidad intelectual en Taiwan requieren ahora de un cambio en el enfoque de los medios. Los comerciales, por ejemplo, son de corta duración y casi inútiles al menos que sean de calidad suficiente como para no aburrir ni insultar la inteligencia de los consumidores.
La gente en el Taiwan contemporáneo está demandando cambios en las formas tradicionales de los medios. En respuesta, la Yellow River se está dedicando a llenar local, y algunas veces internacionalmente, las necesidades por más modernas formas de comunicación. Las producciones oportunas, comprensibles y creativas de la Yellow River están ayudando a abrir la puerta de los multimedios hacia una fascinante nueva era en Taiwan. □