Mientras que algunas personas se encaminan hacia los campos de golf apenas se jubilan, y otros toman té y charlan con sus vecinos; Lin Tong-yang decidió abrir una “biblioteca para exhibir muebles”. Este hecho es realmente sorprendente debido a las pocas “bibliotecas” de este tipo en el mundo, tanto que Lin creía que existía solamente una antes de la Biblioteca de Muebles HDG --donde HDG se entiende como “residencia de abarcadora virtud”. Este establecimiento fue inaugurado en diciembre de 2004, en la pequeña villa de Jiabao del distrito de Taipei.
Lin se había pensionado apenas un año atrás, tras enseñar diseño de muebles en la Universidad Nacional de Tecnología de Taipei (NTUT, siglas en inglés) por 24 años. Dado que no deseaba ver que los incontables libros, carteles, modelos y otros artículos que había adquirido a lo largo de los años se dispersaran, Lin sugirió a la administración de la NTUT que se podría hallar un lugar dentro de la universidad donde se pudiera exhibirlos, junto con los diseños galardonados realizados por estudiantes y exalumnos.
La respuesta de la institución fue pasmosa por su silencio, algo que Lin considera en la actualidad como un signo de buena fortuna. “De otra forma, todos estos tesoros hubieran terminado en algún oscuro rincón de la universidad, y yo nunca hubiera construido la Biblioteca por mí mismo”.
Los visitantes a Jiabao podrían confundir fácilmente a la estructura de dos pisos con cualquiera de las otras casas que se yerguen a medio camino de las colinas del poblado. Una vez dentro, pueden pensar que se han transportado a la sala de un caballero académico tradicional: la caligrafía escrita por el padre de Lin cuelga en las paredes, y los muebles clásicos de madera adornan el área de recepción.
Más allá de la entrada, el profesor creó un patio abierto decorado con bonsai, banquillos de madera, y una mesa redonda. A la izquierda, se encuentra la biblioteca. Allí Lin muestra lo mejor de su colección: modelos a escala de 1/6 de muebles famosos, adquiridos del Museo de Diseño Vitra en Alemania. Las paredes de la biblioteca están cubiertas con fotografías y cartelones con cientos de ejemplos de muebles que datan de todos los períodos de la historia humana, desde una antigua silla egipcia al arte danés del siglo XXI. No debe sorprender que, como Lin llama a su institución una biblioteca y no un museo, también se encuentran más de mil volúmenes de libros relacionados con los muebles, en chino y en inglés.
La biblioteca también incluye una pequeña sala de conferencias, equipada con un proyector de video y una pantalla; mientras que la segunda fase del sueño de Lin, la construcción de un taller para carpintería y fabricación de muebles, debe estar listo para finales de este año. La labor en estas instalaciones requirió de una prolongada negociación con docenas de miembros de la familia extendida de Lin, ya que se localiza en una porqueriza en desuso que perteneció a uno de sus antepasados. Ahora que finalmente logró el permiso de todos los involucrados, la porqueriza está siendo actualmente transformada, y ya está llena la cuota de 15 plazas para la primera clase.
Los cursos estarán disponibles para cualquier interesado en el diseño de muebles y el trabajo con madera, afirma Lin. Le ayudará en la enseñanza Shen Ping-fang, un tallador aborigen amis de Taitung, al igual que Lin Yen-jhih y Guo Zih-rong, antiguos pupilos que han obtenido premios a nivel internacional.
Lin Yen-jhih ayudó a su profesor a crear los muebles utilizados en la biblioteca, diciendo lo mucho que extrañaba hacer artículos usando sólo la madera, sin clavos ni planchas de madera artificial. “Yo amo el sentido y tacto de la madera sólida”, confiesa el exalumno.
“Normalmente, es muy difícil empatar el grano en los muebles de madera sólida”, comenta Cheng Wen-sin, un diseñador de interiores, cuya oficina se encuentra en Taipei. “En todos los muebles de HDG, el grano empata perfectamente: las líneas rectas son rectas, y los patrones están muy bien diseñados”.
La maquinaria para el taller fue donada por los amigos y conocidos de Lin Tong-yang en la industria del mueble. También han donado algunos fondos para la biblioteca, a pesar de que la mayoría de ellos provienen del propio bolsillo de Lin, aunque no se cobra la entrada en la biblioteca. Lin solamente pide que se hagan las reservaciones con antelación, para proteger la calidad del ambiente local.
Lin describe su contribución financiera como un deber. “Siento que he sido muy afortunado y bendecido. Si no fuera por el dinero de los contribuyentes que pagan impuestos, el hijo de un agricultor de té nunca hubiera tendido la oportunidad de salir del país a estudiar y llegar tan lejos”, relata el profesor, añadiendo que “Siento que siempre he estado en deuda con el pueblo de Taiwan, y quiero retribuírsela”.
La pequeña villa de Jiabao, localizada en las alturas de las montañas donde se cultiva el té en el distrito de Taipei, y desde donde se vislumbra el Aeropuerto Internacional de Taoyuan, también es el lugar de nacimiento de Lin y sus siete hermanos mayores. La pobreza era común en toda la comunidad, y la mayoría de los niños apenas tenían tiempo de ir un poco a la escuela antes de unirse a sus padres en las labores del campo. Con frecuencia, era el hijo menor quien podía recibir el beneficio de una educación por más tiempo. Por lo tanto, Lin fue afortunado, pero también lo suficientemente talentoso como para lograr ingresar a uno de los mejores colegios secundarios de Taipei, el Colegio Secundario afiliado a la Universidad Nacional Normal de Taiwan. Posteriormente, se graduó del Departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad Nacional Chung Hsing en Taichung, y pasó un año en el extranjero estudiando fabricación y administración de muebles en la Universidad de Carolina del Norte, en Raleigh --denominada la capital mundial de la carpintería y mueblería-- antes de regresar a esa ciudad con una beca del Gobierno para obtener su doctorado.
Lin modeló su biblioteca según la primera en el mundo, en High Point, Carolina del Norte, que “está dedicada a promover el conocimiento de los muebles”, y que también funciona como un lugar para la investigación de trabajos en madera. Lin confiesa que espera que el HDG se convierta en “una plataforma para el conocimiento de los muebles” que pueda mejorar la calidad de vida en Taiwan. El profesor considera que no debe estar limitada al papel de biblioteca útil para aquéllos artesanos interesados en hacer muebles finos, sino también que sea un ámbito donde pueda conversar con sus amigos, y un taller donde pueda transmitir sus experiencias en la fabricación de muebles de clase mundial.
“Lo que he notado hasta ahora en la industria del diseño de muebles es que, por un lado, la mayoría de los diseñadores de interiores no tienen una experiencia práctica con el proceso de trabajo con la madera. Por otro lado, los carpinteros carecen de la preparación en estética”, explica Lin, señalando que si bien muchos de los fabricantes locales saben cómo copiar con gran talento los muebles europeos, la originalidad es la clave para superar la crisis en esta industria, y que lograr ésto a su vez requiere de cambios en los métodos educativos.
Lin citó las palabras de Heinrich Cotta, un famoso pionero alemán en ingeniería forestal del siglo XIX. Como Cotta, Lin se considera a sí mismo un hijo del bosque, para quien “Mi nacimiento ha predeterminado mi profesión”, indica. En la página de HDG en Internet, Lin manifiesta que “Sueño que algún día, mis compatriotas no muestren su riqueza material como un símbolo de estatus social, sino más bien, demuestren su buen gusto por medio del tipo de muebles que poseen”.
Mientras tanto, la presencia de la biblioteca ciertamente ha atraído la atención hacia esta quieta villa. Para celebrar su primer aniversario, en diciembre del año pasado, Lin invitó al Cuarteto del Cañaveral, compuesto por jóvenes clarinetistas, para que animaran a los amigos y admiradores de los muebles. “Colocamos una invitación abierta en nuestro sitio web”, recuerda Lin. “Al final, se presentaron más de 80 personas”.
Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos