Yang es conocido principalmente como escultor por sus enormes piezas de acero inoxidable, en relieve, pequeños bronces, arcilla, madera, escultura láser y obras de temas budistas. Estas han sido exhibidas en la mayoría de las áreas metropolitanas y villas rurales de Taiwan, así como también en Asia, Norte América y Europa.
Pero además de sobresalir por sus múltiples tipos de esculturas, Yang ha sido alabado también por su trabajo en otras técnicas como dibujo, grabados, pintura en tinta china y al óleo. Sin embargo, han sido las tiras cómicas lo que lo acercó al cariño de la gente en Taiwan.
De acuerdo con la hija del artista, Yang Han-hen, presidenta del Centro de Investigaciones Artísticas, los logros alcanzados por su padre pueden atribuirse en parte, a los estudios académicos que realizó en diversos ambientes alrededor del mundo. Esto incluye estadías en el Departamento de Arquitectura de la Escuela de Tokio, en el Departamento de Escultura de la Academia Nacional de Arte en Roma, el Departamento de Arte de la Universidad Fu Jen de Pekín y en la Universidad Nacional Normal de Taiwan en Taipei.
Nacido en el distrito de Ilan, ubicado en el noreste de Taiwan, Yang viajó a Pekín a la edad de 15 años para realizar sus estudios. Dos años más tarde ya estaba exhibiendo dos de sus esculturas y una pintura al óleo en una muestra local. Durante sus tempranos veintes Yang pasó una buena parte de su tiempo viajando en la provincia de Shansi (Shanxi) y quedó pasmado ante la gran solemnidad de las múltiples esculturas budistas en piedra que hay en el área de Yungang. Estas históricas imágenes formarían parte de su carácter artístico en los años que vendrían.
Yang regresó a Ilan a la edad de 22 y empezó a trabajar como profesor de bellas artes en una escuela secundaria local. Además, formó parte de un proyecto del Departamento de Botánica de la Universidad Nacional de Taiwan que tenía como fin proveer de ilustraciones a los especímenes de plantas. Mientras tanto, empezó a estudiar bajo la tutela de los pintores Chang Da-chien y Pu Hsin-yu.
Debido a problemas financieros, tuvo que abandonar la universidad y obtener otro trabajo. Su amigo, Lan Yin-ting, quien también era un artista de su natal Ilan, le presentó a un editor de Harvest, una revista bisemanal patrocinada por la Comisión Conjunta de Reconstrucción Rural. Ellos lo contrataron como artista gráfico en 1951. El resto, como él mismo lo afirma, es historia.
Por 11 años, Yang dibujó tiras cómicas y otras ilustraciones para la revista sobre agricultura. Los niños escolares de la isla esperaban ansiosos las dos semanas entre cada publicación de Harvest hasta que salía la próxima entrega.
Su Ying-ling, investigadora del Centro de Estudios Artísticos Yuyu Yang, habló sobre la perspectiva de la importancia de las tiras cómicas. "Los años sesenta fueron para Taiwan un tiempo donde existió un sentimiento anticomunista", señaló Su.
"Los chinos hacen históricamente un énfasis en los valores familiares y ésto fue lo que se usó para construir una nueva ideología nacional. Esta revista --financiada por el Gobierno de Estados Unidos-- era una publicación oficial de la República de China y estaba dirigida a la gran población de agricultores que constituían la mayoría en la economía taiwanesa".
Harvest fue muy exitosa en educar a los agricultores y a sus familias. Las tiras cómicas de Yang, las cuales tenían una extensión de cuatro cuadros de largo, hicieron una crucial contribución a ésto. Las políticas oficiales y los conceptos de una "nueva vida" fueron entregadas a la población en una entretenida e innovadora manera.
"Las tiras cómicas no tenían palabras, éstas eran innecesarias", dijo Chen Yi-hsun, una guía de la exhibición. En aquel tiempo, la mayoría de los agricultores y residentes rurales eran analfabetos. Una imagen simple y clara era entonces necesaria para atraer a los lectores quienes no tenían deseos de leer.
Un ejemplo perfecto de ésto fueron las series de Gran Boca y A-Hua. Esta fue la tira cómica de más larga duración, explicó Chen.
A través de una descripción humorística de la vida de una pareja de agricultores se educaba a los lectores acerca de aspectos tales como planificación familiar, limpieza apropiada, platillos de la cocina de China continental, así como el manejo de nuevas maquinarias para la agricultura que estaban comenzando a aparecer en escena dentro de la isla.
Pero además de las tiras cómicas, algunas de sus esculturas pequeñas en bronce están en exhibición. Creada en 1958, la singular alcancía en forma de cerdo sonriendo mejor conocida como Contento, es parte de la muestra.
Los cerdos forman parte de la vida del campo y es una pieza que transmite la filosofía de que el trabajo duro, la buena alimentación y la despreocupación son el camino a la felicidad.
Sin pensamiento creada en 1952, es una escultura que presenta a un pájaro descansando confortablemente en la espalda de un buey. Este retrata la simbólica relación de la vida rural en armonía y equilibrio con la naturaleza. El buey en primavera esculpido en 1964, usa técnicas abstactas para ilustrar las cambiantes facetas de las villas agrícolas durante la década de los años 50 y 60. Esfuerzo, terminado en 1973, muestra a un agricultor sembrando arroz.
Después de dejar la revista Harvest cuando tenía 37 años, Yang completó sus esculturas Ciervo Sika y Dragón en vuelo mientras vivía en Taichung. El balido, sonido que emiten los ciervos fue la inspiración de Yuyu, nombre en inglés que adoptó el artista.
Pero no fue hasta que tuvo 38 años cuando Yang comenzó a hacer esculturas en acero inoxidable, por las cuales es ampliamente reconocido. Durante esta época estaba viviendo en Italia y en nombre de la Universidad de Fu Jen donó la escultura Esperanza ganada a su santidad el Papa Paulo VI.
Después de regresar a Taiwan, Yang diseñó muchos proyectos de esculturas paisajísticas por toda la isla como el que actualmente está en el Centro Cívico del Distrito de Ilan; terminado en 1995 cuando el artista tenía 70 años.
Yang murió en Hsinchu en 1997 y será recordado por siempre como el primer escultor en la isla de la escuela abstracta de orientación occidental que se generalizó en el mundo artístico de Taiwan en los sesenta, ganando la atención del mundo entero. Sus esculturas en acero inoxidable, que a veces representan símbolos tradicionales chinos en formas suaves y fluídas, son generalmente grandiosas.
Sus trabajos pueden ser vistos desde el Wall Street, en Nueva York, hasta Osaka, Japón. La Fundación Yuyu Yang administra un fondo de becas para promover estudios académicos en arte y escultura, y para conservar las tradiciones y el trabajo de Yang.
La retrospectiva de las tiras cómicas de Yang, titulada Caminando en los sesenta --La villa agrícola de Taiwan bajo el pincel de Yuyu Yang-- estará en exhibición hasta el 19 de mayo.
Traducido de Taipei Journal por Gabriela Castro