Al pasar la medianoche del 11 de los corrientes, se iniciará un nuevo año para los chinos en todo el mundo. En el zodíaco chino, el Año de la Serpiente terminará, dando paso al del Caballo.
El Año de la Serpiente fue, como se había predicho, un año terrible y lleno de calamidades para todo el mundo. Además de las catástrofes naturales que ocurrieron en muchos sitios, se sumaron una serie de hechos que causaron un clima de temor y desesperación en la comunidad internacional.
El Año del Caballo promete ser uno más tranquilo y apacible. Será un momento apto para que la humanidad reflexione sobre el pasado y planifique un poco sobre su futuro.
El año lunar chino es el registro cronológico continuo más largo en la historia. Sus orígenes se remontan al año 2600 a. C., cuando el emperador Huang Ti introdujo el primer ciclo del zodíaco chino. Al igual que el calendario gregoriano, el chino es un registro anual que se basa en los ciclos de la luna. Debido a este fenómeno cíclico del único satélite de la Tierra, el Año Nuevo Lunar empieza en una fecha que varía anualmente en relación al calendario occidental, pudiendo iniciarse entre fines de enero a mediados de febrero. Un ciclo chino completo consta de 60 años, divididos en cinco ciclos menores de 12 años.
Este ciclo es usado para mantener el registro de años, meses, días y horas en China. Hay que observar que la hora china consta de dos horas convencionales. Desde que uno nace, la personalidad y destino de uno quedan permanentemente marcados por la fecha y hora del nacimiento. El ciclo completo de 60 años fue introducido durante la dinastía Han (206 a.C. - 220) y su uso se popularizó durante la dinastía Tang (618-907). Sin embargo, en las inscripciones de los huesos de oráculos de la dinastía Shang (1766-1122 a.C.) ya se empleaba un ciclo sexagesimal para designar los días, que eran agrupados en tres decenas de días para integrar un mes.
En el plano astrológico, el ciclo completo está integrado por sesenta combinaciones binarias de 10 troncos celestiales y 12 ramas terrestres.
Cada animal del zodíaco chino surge cinco veces durante este ciclo completo. En consecuencia, cada año corresponde a una determinada combinación de un tronco celestial y una rama terrestre. Así, el año 2002 es el 19° año del presente ciclo sexagesimal y su numeración cabalística es 9 y 7 (19= 10 + 9 = 12 + 7). Su correlación con los cinco elementos es agua, por lo tanto, este año corresponde al caballo de agua. Los dos caracteres chinos que corresponden a la combinación binaria, ren y wu, implican que será un año del Caballo de agua positivo.
El Año Nuevo chino, conocido también como Festival de la Primavera, es una celebración antiquísima. Es la ocasión propicia para pagar las deudas viejas, disfrutar de banquetes, entregar “sobres rojos” con dinero para los niños, y recordar a los antepasados. Existen muchas interesantes anécdotas legendarias y supersticiones añejas relacionadas con esta importante fiesta de los chinos.
Durante la dinastía Han, surgió la leyenda de un monstruo llamado Nien. Este enorme monstruo llegaba una vez al año a una pequeña aldea y se comía a cuantos desdichados humanos encontraba en su camino. Cierto día, Nien quiso atrapar a una niña, pero cuando vió que estaba vestida de color rojo, la bestia se asustó y salió huyendo. Más adelante, se encontró con un anciano que cargaba unas ollas de metal. Al ver al monstruo, el anciano comenzó a golpear las ollas y hacer ruido. Enseguida, Nien salió huyendo ante el inmenso ruido que hacían las ollas.
Al descubrir que la bestia temía al color rojo y al ruido, los aldeanos se prepararon al año siguiente. Cuando apareció Nien, todas las personas agitaron largos trozos de tela roja y comenzaron a hacer ruido golpeando diversos objetos. De esta manera ahuyentaron al monstruo y la gente nunca más volvió a saber de Nien.
Esto explica por qué los chinos consideran el rojo como un color de regocijo y felicidad y por qué se encienden triquitraques durante la medianoche del Año Nuevo Lunar. Así, se ahuyentan los malos espíritus que han quedado del año anterior.
Aquellas personas que nacen en el Año del Caballo son muy diligentes en el trabajo y bastante independientes. A pesar de ser inteligentes y amistosos, algunas veces se comportan de un modo algo egoísta. Al emprender una carrera, suelen verse coronados con el éxito a temprana edad, pero deben ser pacientes para poder mantener ese éxito hasta la madurez. Son muy aptos para el arte y la educación, y pueden ser excelentes científicos o poetas.
Quienes nazcan durante este año, serán personas que podrán enfrentar en forma optimista las ironías de la vida. Con su infinita paciencia, la mayoría de los problemas se convierten en pequeñeces.
En el trabajo, los nacidos bajo el signo del caballo poseen un alto sentido de responsabilidad y esmero. Al seleccionar sabiamente las oportunidades que se les presentan, ellos podrían disfrutar de una relativa estabilidad financiera en la vejez.
El caballo es un símbolo de gracia, fuerza, ritmo y nobleza. Esas características suelen ser los atributos de quienes hayan nacido bajo este signo zodiacal chino.
El caballo ha tenido gran influencia en la cultura china y es tema prominente en la guerra, los deportes, la literatura y las artes. Podemos encontrar temas ecuestres en las pinturas de tinta tradicionales, en acuarelas modernas, así como en obras hechas en jade, oro y cerámica.
Por ejemplo, el emperador Tang Hsuan-tsung de la dinastía Tang, amaba mucho a los caballos y los anales históricos registran que tenía más de 40 mil corceles en sus establos. Muchos pintores de la época trataron de ganarse el aprecio del monarca pintando algunos de sus caballos predilectos.
El caballo aparece incluso en el campo de la filosofía china. El dialéctico Kung-sun Lung, del Período de los Estados Combatientes (175-221 a.C.), escribió una famosa obra titulada El diálogo del caballo blanco, donde arguye que el caballo blanco no es un caballo para llegar a una conclusión contraria al sentido común. El diálogo es extremadamente importante en la historia de la filosofía china, que generalmente suele ser mística o racionalmente orientada hacia el sentido común.
Después de Kung-sun, los filósofos en China comenzaron a usar la noción de la paradoja a través del argumento racional.
Existe una historia romántica relacionada con el caballo. Hace mucho tiempo, vivía un anciano con su hijo en un pueblo cercano a la Gran Muralla, en el norte de China. Cierto día, el anciano perdió su mejor caballo y los vecinos al saber de ésto, se lamentaron y trataron de consolarlo.
En vez de mostrar tristeza, el viejo sencillamente se encogió de hombros y dijo: “Tal vez la pérdida podría ser ventajosa en otro aspecto”.
Varios meses después, el animal perdido regresó junto con otro corcel de una tribu norteña. Los vecinos al ver el retorno del caballo perdido, se alegraron y fueron a felicitarlo. En vez de sentirse contento, el anciano manifestó que tendría que cuidarse un poco, porque ésto parecía ser señal de mal agüero.
Efectivamente, cuando su hijo trató de montar el otro corcel, la bestia se encabritó y arrojó al joven al suelo. En la caída, el muchacho se rompió las piernas y quedó permanentemente incapacitado.
De nuevo, los vecinos acudieron a la casa y fueron a consolarlo. Sin embargo, el viejo mostró una actitud optimista y dijo: “No se preocupen, posiblemente este infortunio puede traerme alguna felicidad”.
Un año después, los bárbaros del norte irrumpieron sobre la Gran Muralla y ocuparon el pueblo. Todos los jóvenes fueron obligados a la conscripción, pero el muchacho, como estaba inválido, no tuvo que ir al servicio militar. Así, pudo vivir tranquilo junto con su anciano padre.
Algunos artistas famosos nacidos en el Año del Caballo son: Robert Wagner, Clint Eastwood, Barbara Streisand, Aretha Franklin. Además tenemos políticos y gobernantes tales como el Duque de Windsor, la Princesa Margarita, Franklin Roosevelt y Nelson Mandela. Escritores, artistas y oradores tales como Billy Graham, Igor Stravinsky y Bertrand Russell.
Genghis Khan (1161-1227), fundador de la dinastía Yuan, nació en el Año del Caballo en el seno de una familia de pastores mongoles. Con sus insuperables tácticas en el campo de batalla, fundó el imperio más grande del mundo. Pero, el secreto de sus exitosas operaciones militares fueron los pequeños y ágiles caballos mongoles que tenían sus tropas. Genghis Khan conquistó China y otros pueblos, extendiendo su imperio hasta Europa Central.
Texto de Luis M. Chong L.