Un peatón entra a un pasaje que fue decorado para el proyecto Túnel de los Cuentos, cuyo fin es embellecer la ciudad. En el centro están los carteles del Gigante egoísta y de Los doce animales del zodíaco chino. Abajo se muestra El señor botas (izq.) y El fantasma del agua y el dios de la ciudad. (Fotos de Chen Mei-ling)
Denominado el Túnel de los Cuentos, el pasaje subterráneo está localizado enfrente de la estación de tren de Panchiao, en el distrito de Taipei.
Veinte cajas de vidrio, cada una con un sistema de audio y un colorido cartel con un dibujo de un cuento infantil, han sido instaladas en las paredes de mosaicos del túnel. Solamente oprimiendo un botón en la caja de su elección, los peatones pueden escuchar una breve grabación de cualquiera de los diversos cuentos antes de seguir su camino.
“El objetivo de todo ésto es que las instalaciones públicas dedicadas a los peatones sean más agradables”, dijo Lin Shu-fang, organizadora del proyecto y bibliotecaria del Centro Cultural del Distrito de Taipei.
El Túnel de los Cuentos es parte del programa de Embellecimiento de Nuestro Espacio para Caminar, lanzado en respuesta al llamado del alcalde del Distrito de Taipei, Su Tseng-chang, para que se realicen más actividades con el fin de enriquecer la calidad de la vida de los residentes locales.
El proyecto de los cuentos fue patrocinado por el Gobierno del Distrito de Taipei y organizado por el centro cultural de dicho distrito. Como productor del proyecto, el Taller Tierra de la Paz compiló las narraciones y los acompañamientos musicales utilizados en las grabaciones de los cuentos.
Once de estas historias son folclóricas; el resto son occidentales. “Decidimos que la mayoría de las historias deben ser cuentos folclóricos chinos con el fin de que los niños tengan una mayor conciencia y aprecio de su herencia cultural”, dijo Chao Kun-hsiu, miembro del comité organizador del túnel.
Excepto un cuento basado en la cultura aborigen, todas las historias locales son fábulas tradicionales chinas.
Estos cuentos folclóricos locales son: La mujer tigre; Los doce animales del zodíaco chino; El fantasma del agua y el dios de la ciudad; El mentirosillo número siete; La boda de la rata; Lee, el vendedor de caracoles; Diario de un loco; El payaso grande de mi hijo; Las semillas de cebada de las montañas; El violín con cabeza de caballo así como una historia aborígen llamada Las ascuas.
Las nueve historias occidentales son: Caperucita Roja; una adaptación de La bella durmiente llamada El castillo de los sueños; La creación del universo; Salvando al unicornio; El reino de las barajas; El señor botas; El gigante egoísta; El nuevo paraíso de los caramelos, y Un dólar por una pizza.
Las “estaciones narradoras” del Túnel de los Cuentos hacen que el uso del pasaje sea divertido.
Las grabaciones de La mujer tigre y Caperucita roja han resultado ser las más populares entre los jóvenes que usan el túnel. Quizás es porque estas dos emocionantes historias tratan sobre niños que son amenazados por alguien.
El Gobierno del Distrito de Taipei gastó aproximadamente 30 mil dólares estadounidenses para financiar la producción e instalación de las cajas narradoras de historias.
Cuando por primera vez ella se acercó al gobierno del distrito para tratar sobre el proyecto, Lin señaló que un pasaje subterráneo sería un buen candidato para un programa de enriquecimiento social porque es un sitio frecuentado por la gente todos los días.
También hizo énfasis en un beneficio de seguridad. “Las grabaciones de cuentos motivarán a todas las personas a usar el pasaje, disminuyendo el número de peatones que peligrosamente corren para cruzar la calle en medio del tráfico, indicó Lin.
El gobierno del distrito rápidamente se dio cuenta de la prudencia de su propuesta y aprobó el proyecto. Como primer paso, el pasaje fue limpiado y pintado. También se instalaron focos nuevos para ayudar a iluminar el oscuro túnel.
“El pasaje se ve mejor ahora”, dijo Lin. “Antes, estaba oscuro y apestaba”.
Dado que sirve a la estación de tren, este pasaje en particular es muy grande y tiene siete entradas.
A mediados de este año, cuando el remodelado pasaje con sus cajas de cuentos fue reabierto al público, una gran cantidad de gente se presentó en la instalación. En la ceremonia de inauguración, un grupo teatral contribuyó al aire festivo con la presentación de un relato corto basado en una de las 20 historias. Así mismo, integrantes del personal del distrito regalaron cuadernillos a los niños para celebrar el acontecimiento.
Cada una de las cajas narradoras mide 60 centímetros de largo y 45 de ancho. La parte superior tiene un foco brillante que ilumina el cartel. La parte inferior contiene un sistema de sonido para la narración del cuento. También en la caja se muestra un poema que introduce el cuento con el fin de picar la curiosidad del visitante en esa historia en particular. Cada narración dura 90 segundos.
Los narradores de las historias incluyen desde niños hasta funcionarios. Entre ellos están el alcalde de la ciudad de Panchiao, Lin Hung-chih; el director del centro cultural, Yang Kuo-chy; varios miembros del ayuntamiento del distrito de Taipei; un supervisor escolar del Ministerio de Educación; cinco madres, y seis niños.
Green Press y Yuan-liou Publishing suministraron una gran colección de libros para niños, de los cuales se seleccionaron los veinte cuentos para el proyecto.
Los organizadores dieron a los narradores la libertad de grabar las historias en mandarín o en taiwanés.
Sunrise Records brindó una selección de grabaciones musicales para el acompañamiento de fondo. El comité organizador eligió esencialmente composiciones sinfónicas de canciones folclóricas taiwanesas, que ayudaron a dar a los cuentos un sabor local.
Las actividades preparatorias para el proyecto del Túnel de los Cuentos empezaron en marzo pasado. La mayoría de los narradores, señaló Lin, fueron seleccionados a través de competencias de lecturas. Unos trescientos niños y ochenta madres participaron en una gran competencia de narración de cuentos que se celebró en junio.
“El concurso fue una buena manera para generar interés y hacer que la gente se involucrara en el proyecto del pasaje subterráneo”, dijo Lin.
A los ganadores se les permitió practicar en varias ocasiones antes de realizarse las grabaciones finales. A los niños se les pidió ir a una cabina a grabar las cintas. Sin embargo, a las madres se les dieron cintas en blanco y se les permitió hacer las grabaciones en casa.
Además, Lin organizó un seminario con el fin de enseñar las técnicas para contar cuentos a los narradores.
Chao dijo que algunas personas que no participaron en el proyecto manifestaron sus dudas acerca de lo práctico de establecer el Túnel de los Cuentos. “Esencialmente, estaban preocupadas acerca de la posibilidad de que las cajas de vidrio fuesen el blanco de actos de vandalismo”, señaló.
“Pero resultó que las cajas no fueron dañadas y todos están contentos con el proyecto”, añadió.
El éxito del Túnel de los Cuentos en Panchiao ha dado lugar a que se considere la posibilidad de conducir proyectos de enriquecimiento social similares en pasajes subterráneos en otras ciudades alrededor de Taiwan.
Traducción de María Francisca González de The Free China Journal