Este grabado es la obra más famosa del artista japonés Utagawa Hiroshige. A la izquierda, otra representación clásica de una elegante mujer nipona realizada por el artista. (Fotos cortesía de la Universidad de Cultura China en Taipei)
En los años recientes, los amantes del arte en Taiwan han tenido la oportunidad de asistir a exhibiciones locales de obras de arte famosas procedentes de los mejores museos de Europa. En 1997, la colección de obras impresionistas del Museo de Orsay fue exhibida aquí. Dos años antes, famosas pinturas de paisajes del Louvre fueron traídas a Taiwan. Y en 1993, las pinturas de Monet del Museo de Marmottan fueron presentadas.
Pero en Taiwan raramente han habido oportunidades para apreciar obras de arte de Japón y de otros países asiáticos. No obstante, una exhibición que recientemente se llevó a cabo en el centro de Taipei podría abrir las puertas para corregir esa desventaja.
Hasta fines de junio, el Monumento Conmemorativo a Sun Yat-sen presentará 124 piezas de arte japonés que fueron seleccionadas de una gran colección del Museo de Arte Fuji en Tokio. La amplia muestra incluye obras japonesas que datan desde fines del siglo XVI hasta mediados del siglo XX.
Los visitantes tuvieron la oportunidad de obtener conocimientos sobre el desarrollo del arte japonés durante ese período de 400 años. Esto, a su vez, promoverá un entendimiento más profundo sobre la cultura nipona en general.
La exhibición constituye la primera vez que objetos de arte nipón son presentados en Taiwan a una escala tan grande.
Además, la muestra incluye varias obras que el Gobierno de Japón ha clasificado como “tesoros nacionales”. Anteriormente, se prohibía que estos objetos preciosos fuesen exhibidos fuera de Japón.
Teng Wei-cheng, miembro del comité de planificación, indicó que los intercambios culturales entre la República de China y Japón han sido limitados en las últimas décadas debido a la falta de lazos formales entre las dos naciones.
“Aunque la exhibición fue un acontecimiento patrocinado por el sector privado, es altamente significativo. En términos de la perspectiva del tamaño y el valor de estas obras japonesas, esta muestra no tiene precedentes”, señaló Teng.
Se dice que esta armadura intrincadamente decorada fue utilizada por el shogun Tokugawa Leyasu.
Se incluyen pinturas japonesas, obras caligráficas, bloques de madera para xilografía, objetos de laca, cerámicas y hasta armas antiguas. En conjunto, se estima que el valor de las obras presentadas excede los 300 millones de dólares estadounidenses.
La muestra en Taipei marca la primera vez que 24 de estos objetos han salido de las costas de Japón. Durante largo tiempo, el Gobierno japonés ha prohibido que estas antiguas obras sean transportadas a ultramar debido a los temores de que estos valiosos objetos sean dañados durante la travesía.
“No fue sino hasta un mes antes de la proyectada inauguración de la exhibición que el Gobierno japonés acordó que esos 24 objetos fuesen exhibidos aquí”, dijo Teng. “Nuestra parte negoció constantemente la aprobación y repetidamente garantizó que los antiguos objetos estarían absolutamente seguros”.
Según el miembro del comité de planificación, las piezas de la colección del Museo de Arte Fuji de Tokio han sido exhibidas unas 30 veces en países alrededor del mundo desde que el museo fue establecido hace 15 años.
La muestra de Taipei es apenas la segunda vez que la colección ha sido presentada en una región de Asia fuera de Japón. La primera vez fue en Hong Kong.
Teng señaló que la muestra de Taipei se distingue de la exhibición de Hong Kong dado que es más grande e incluye los 24 objetos mencionados.
El museo de Tokio fue fundado por Daisaku Ikeda en 1983. Está afiliado a Soka Gakkai International, una organización budista en Japón.
Gran ola, por Katsushika Hokusai, es considerada una de las obras más destacadas de la xilografía japonesa. La obra alcanzó fama mundial cuando Van Gogh comparó la enorme ola a los talones de un halcón gigante a punto de capturar su presa.
Considerado uno de los principales museos privados en Japón, alberga más de 25 mil obras de arte japonés, chino y occidental que datan desde el Renacimiento hasta el día de hoy.
La Universidad de Cultura China en Taipei es uno de los patrocinadores de la exhibición local. Lin Tsai-mei, rectora de esa institución, dijo que la idea de realizar la muestra se remonta a 1996, cuando su universidad estableció lazos de hermandad con la Universidad Soka Gakkai de Japón.
Ese año, Chang Ching-hu, entonces rector de la Universidad de Cultura China, visitó a Ikeda, quien también es rector de la Universidad Soka Gakkai, para discutir la posibilidad de llevar a cabo una exhibición en Taiwan.
“La muestra actual es evidencia de la estrecha amistad entre las dos universidades”, dijo Lin. “También, la exhibición ayuda a promover las relaciones culturales entre nuestros dos países”.
Entre las maravillas del arte japonés presentado en la exposición está el famoso grabado xilográfico Gran ola creado por Katsushika Hokusai en 1831. Esta obra maestra es parte de la serie de 36 obras del artista que presentan escenas del Monte Fuji.
Van Gogh en una ocasión elogió altamente este grabado. Describió la furiosa ola en la escena como los talones de un halcón gigante abatiéndose sobre las embarcaciones.
La jarra de porcelana en forma hexagonal data de fines del siglo XVII. Abajo se muestra una adornada caja de laca de la misma época. Se utilizaba con el objeto de guardar las piedras de entintar usadas por un hombre de letras japonés.
Se dice que el artista japonés tardó 30 años para completar las drámaticas imágenes de la obra.
Según Teng, el arte de la xilografía japonesa se extendió a Europa a finales del siglo XIX, en donde tuvo un impacto en el desarrollo del impresionismo. Muchos artistas europeos famosos —incluyendo a Manet, Monet y Van Gogh— fueron influidos por los colores brillantes y el estilo decorativo del arte japonés. El mismo Van Gogh creó varias pinturas imitando las obras japonesas.
Para muchos occidentales, el arte de la laca es simbólico de la cultura japonesa. En la muestra de Taipei se exhiben piedras de entintar decoradas y laqueadas, sellos y contenedores de medicina que datan de los siglos XIII al XVII.
La muestra también presenta un carruaje del siglo XVIII laqueado y adornado con diseños de flores. El vehículo pertenecía a la familia Dateke. Dichos carruajes eran populares entre las familias reales y shogunales del Japón.
Según Teng, en la actualidad solamente quedan dos carruajes laqueados en Japón. “Son considerados creaciones valiosas en la historia del arte nipón”, dijo.
Los visitantes vieron una armadura utilizada por un oficial militar japonés a fines del siglo XVIII. Las coberturas defensivas están intrincadamente decoradas y bien conservadas. La muestra de Taipei representa el estreno en ultramar de esta armadura.
Esta también es la primera exhibición en ultramar de una obra caligráfica creada por un mikado japonés, Goyozei Tenno, quien gobernó de 1571 a 1617.
Esta obra se distingue por sus trazos elegantes. El emperador escribió las palabras de una canción en el trozo de papel, que fue dorado y cubierto con chispas de plata. El objeto es considerado una belleza del arte clásico japonés.
Traducido por María Francisca González de The Free China Journal