Las palabras que está leyendo ahora han sido impresas digitalmente sobre una hoja de papel liso y hecho a máquina. Este producto difiere en gran manera de aquél que muchos expertos dicen que data de la dinastía Han (206 a.C.--230 d.C.). Se cree que en ese entonces, Tsai Lun logró descubrir el arte de hacer papel, que finalmente facilitó la comunicación diaria alrededor del mundo. Pero, pareciera que el papel hecho a mano y las destrezas que se requieren para hacerlo han sido casi retirados de las páginas de los libros de historia.
En aquellas partes del mundo que han sido influenciadas por la cultura china, un pedazo de papel hecho a mano de calidad sigue siendo el material favorito para altas formas artísticas como la caligrafía y la pintura en tinta. Sin embargo, la demanda está reduciéndose, según Huang Huann-jang, director de Papeles Hechos a Mano Goang Horng Shing, en el poblado de Puli, distrito de Nantou. "Esto es inevitable, especialmente teniendo en cuenta que el papel hecho a mano no es un artículo de uso diario", dijo recientemente.
Por lo tanto, resulta raro entrar en un entorno lleno de los sonidos de instrumentos rodando y donde uno observa fibras de planta que se cocen, maceran, mezclan y machacan con agua para lograr una pulpa lista para su posterior procesamiento. "Las características del producto acabado --su color, fuerza y translucidez, por ejemplo-- son determinadas en esta etapa", explica Huang, quien aprendió cómo hacer el papel siendo un adolescente.
Maestros artesanos con un molde de madera rectangular hacen la demostración durante la siguiente etapa en la producción del papel. Ellos sumergen el cedazo en un tanque con pulpa y con mucha facilidad extraen una delgada capa, a la vez que sacuden el molde para asegurarse que la pulpa se haya asentado como una hoja uniforme. Esto será prensado durante toda la noche, dice Huang, mientras guía a los visitantes a la próxima sección del taller.
Turistas decoran los faroles de papel.
Una empleada que trabaja en una tabla a vapor no se perturba por la llegada de un grupo de turistas que toman fotos con sus cámaras. Ella levanta con habilidad una hoja de una pila de papel prensado con la ayuda de un hilo fino. Sosteniendo una brocha que pesa un kilo, ella alisa la hoja sobre la superficie de la mesa hacia las cuatro direcciones, logrando que las arrugas desaparezcan a medida que se seca la hoja de papel. Ella continúa su trabajo, hoja tras hoja, en un proceso que ha repetido durante más de tres décadas.
"El papel hecho a mano es perfecto para artistas y calígrafos debido a su baja densidad y textura de fibras entrecruzadas que hacen que sea más flexible", explica Huang, comparando el papel hecho a mano y a máquina que se exhibe dentro de la fábrica. Indistintamente de cuán deseable sean tales cualidades para algunos, también constituyen la razón por la que no exista gran demanda por tal tipo de papel en esta era de la comunicación en masa. "Mientras que el papel hecho a máquina puede estar listo en menos de un día, se requieren cuatro días para producir una hoja de papel hecho a mano", comenta Huang.
Los métodos de fabricación de papel eran secretos bien guardados, especialmente en el pasado, cuando la competencia dentro de la industria era muy reñida. Si bien algunas fábricas siguen manteniendo sus métodos bajo llave, Goang Horng Shing ha revertido la tendencia al permitir que el público observe todos los aspectos de la producción. "Si no promovemos la fabricación de papel dejando que la gente aprenda acerca del proceso, el arte y las habilidades que le toman años a los maestros aprender, pronto se perderán para siempre", dice Huang. El insiste en una tal posibilidad al indicar que casi todos los empleados con experiencia en el taller han estado allí desde que el negocio fue establecido en 1995.
"Es el único lugar en Taiwan donde existe una industria de papel hecho a mano", indica Huang, a medida que señala las tierras bajas frente a su fábrica en el área de Puli. "Los japoneses escogieron Puli (en 1935) como base de sus operaciones de manufactura de papel debido a que el área tiene agua limpia y buen clima, y está rodeada de montañas". El fabricante de papel hace hincapié en la importancia del contenido mineral del agua, que tiene que ser correcto para asegurar un producto acabado de la más alta calidad.
Durante el auge del poblado en los años setenta, Puli era el hogar de unas 50 fábricas que manufacturaban papel hecho a mano dedicado principalmente para ser usado en pintura y caligrafía. Los productos satisfacían la demanda interna, así como los mercados en Japón y los países del Sudeste Asiático. Sin embargo, Goang Horng Shing es una de las apenas seis fábricas que siguen funcionando hoy en día en Taiwan, todas ellas concentradas en Puli, según Huang. El número de maestros artesanos que emplea Huang también ha bajado de 38 a 13.
Empleados separan las fibras de planta, forman la hoja con un cedazo y secan las hojas individualmente en una mesa a vapor. (Fotos cortesía de Papeles Hechos a Mano Goang Horng Shing)
La capacidad de Goang Horng Shing para adaptarse a través de los años ha ido paralelamente con el auge y caída de esta artesanía que es particular de Puli. Sin embargo, la transformación de la compañía podría también dar luces acerca del futuro de dicha industria, aparte de sencillamente registrar el declive de una forma de arte.
La excesiva dependencia en el mercado exterior durante los años setenta desató una fiera competencia interna. Fueron los años en que el padre de Huang decidió crear una tienda propia. El transformó el viejo negocio de manufactura en una compañía de producción y mercadotecnia, enfocando en la demanda local, recuerda Huang. Esta decisión permitió que la compañía hiciera muchas investigaciones y desarrollo, que finalmente terminaron en la invención de diferentes fórmulas para hacer papel destinado a una variedad de otros usos artísticos. "Mejoramos nuestra capacidad y expandimos nuestro alcance", nos revela.
La compañía se reestableció a sí misma lentamente, convirtiéndose en el mayor proveedor de papel para el mercado de Taiwan en el campo artístico y cultural. En los años noventa, sus productos comenzaron a venderse bien de nuevo en el exterior. Sin embargo, fue durante la última década del siglo XX que las fábricas en Puli comenzaron a trasladarse hacia China continental para sacar ventajas de la fuerza laboral y materiales más baratos. Esto hizo que fuera más difícil para las empresas que quedaron ofrecer precios competitivos. "La adaptación [hecha por mi padre] puso a la fábrica en una mejor posición para superar las dificultades a que tuvimos que enfrentarnos", menciona.
Sin embargo, incluso con la capacidad para ser más flexible que tiene Goang Horng Shing, resulta difícil ignorar el impacto de las compañías radicadas en China continental sobre el mercado de Taiwan. "Existe una ley que prohibe las importaciones de papel chino para pintura y caligrafía. Sin embargo, me parece que el 99 por ciento del papel hecho a mano en las tiendas hoy es hecho en China continental", reclama Huang, añadiendo que el 95 por ciento de los productos del taller es exportado, principalmente a Corea del Sur.
El nacimiento y subsecuente auge de una industria en un cierto lugar se debe generalmente a la correcta combinación de un número de factores, desde los habitantes del área a la geografía y herencia cultural de la región, insiste Huang. "En este sentido, nos sentimos obligados a sostener la industria en Puli". Con un ojo en la continuidad, la fábrica de Huang es la única que ha combinado la producción del papel con el turismo. Miles de estudiantes, grupos turísticos e individuos han visitado el sitio desde 1995, cuando la fábrica abrió sus puertas al público. Se recibe a los visitantes para que participen en cualquiera de los programas que introducen el arte de la fabricación del papel y la imprenta tradicional.
Transformar el negocio para enfocar en diferentes personas significa que Huang ha heredado el esfuerzo de su padre por lograr nuevas fórmulas. También ha ayudado a convertir uno de los inventos de su padre en un famoso producto local, denominado Si Fu Syuan, que está hecho principalmente de la piel de los brotes de bambú. Si fu significa "no malgastar cuando uno tiene mucho", y el término refleja la esperanza de Huang de que "si sabes cómo se hace el papel, probablemente aprenderás a valorar cada papel que uses".
Al final de la gira, Huang revela que el próximo paso de Goang Horng Shing es desarrollar productos de alta categoría que sean usados en la manufactura de artesanías u otras formas de arte decorativo. "No tenemos otra alternativa que enfocar en la calidad", señala. Al mismo tiempo, nos asegura que seguirá promoviendo su negocio de setenta años, así como la herencia tradicional de Puli, para colaborar con otros negocios en el área. "Dentro de un taller de fabricación de papel, puedes escuchar, oler y sentir toda la actividad. Es cómo debería ser --una fábrica viviente donde todos pueden participar--", concluye Huang.
Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.