"Mientras más alto es el ingreso per cápita en un país, más se ve obligada su población a pasar hambre", dijo una vez el sociólógo Chan Hung-chih.
En Taiwan, donde las billeteras están llenas y almacenes y restaurantes ofrecen todo tipo de alimentos y platillos refinados, mucha gente se abstiene de probarlos. Es un aspecto de los males que trae consigo la prosperidad económica: la obesidad.
La multiplicación de los llamados "centros de consulta sobre nutrición" - un eufemismo para lo que son en verdad clínicas para reducir de peso - es evidencia de la seriedad del problema. Sólo en Taipei, su número ha crecido desde el puñado que había hace un par de años hasta los tres mil que hay hoy en día. Además, muchas organizaciones sin fines de lucro y hospitales ofrecen programas para ayudar a la gente a eliminar los kilos sobrantes.
Uno de estos centros, Muse, tiene un promedio de 600 clientes al mes. La mayoría son mujeres de mediana edad. Sin embargo, la lista de personas que se atienden ahí indica que cada .vez acuden más personas de 20 a 30 años.
La obesidad infantil también va en aumento. Según una reciente investigación del Departamento de Salud, el 15% de los niños que asisten a la escuela primaria son obesos. El criterio de análisis usado para definir obesidad fue el de un 20% sobre el peso ideal clínico. En un estudio de 1970, el 2,5% de los niños en edad escolar de la isla estaban en esa categoría.
El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Taiwan, Huang Po-chao, dice: "Los responsables de esta enfermedad de la prosperidad son los cambios sociales y de los estilos de vida. La gente no come sólo para vivir, sino para satisfacer su nivel de vida".
Lo que se sirve actualmente en una mesa es cada vez más nutritivo. Sin embargo, muchas personas comen en exceso y están tan ocupadas en sus trabajos que no tienen tiempo para adoptar buenos hábitos de comida o hacer ejercicios físicos.
Una consecuencia de la "obesidad de la abundancia", como algunos la llaman, es el aumento de enfermedades como la hipertensión, las afecciones cardíacas y la diabetes.
Por otra parte, la gente que tiene exceso de peso debe pagar un alto precio monetario cuando decide ponerse bajo un régimen vigilado. Aquellos que se inscriben en un programa de este tipo tienen una característica común, que es bajar de peso lo más rápido que se pueda, sin importar el costo monetario.
Los programas de ejercicios más populares son la gimnasia aeróbica, el yoga, el uso de máquinas, e incluso el chi-kung, un arte marcial chino de estilo suave que consiste en concentrarse en el flujo de la energía mental.