---Por Alexis Ramírez ---
"El hombre fue, en sus orígenes, una especie de animal, que ha ido evolucionando, alejándose de la condición de las aves y las bestias hasta convertirse en 'el alma de toda la creación'".
(Sun Yat-sen)
Cuando un poeta tiene en sus manos cualquier escrito del Dr. Sun, no puede evitar que las palabras leídas eleven vibraciones rítmicas propias de la poesía hacia su percepción sensorial y psicológica, acostumbrada al verso. Diríase que el Dr. Sun Yat-sen legó a la Humanidad un gran libro de poemas políticos, hilvanados con frases y oraciones llenas de erudición, en cuyos signos y palabras se escucha, y probablemente se logre ver cuando se leen en su idioma original, un extraño aleteo, un susurro imponderable; lo que en Occidente llamamos "El Angel Poético".
Pero ese estilo preciso y urgente, esa poetividad, si cabe la palabra, no le restan objetividad y trascendencia política, social ni combativa a los asertos del Dr. Sun. Por el contrario, como sucede con toda la poesía verdadera, ese acento, ese tono; ese aleteo de poeta, refuerza el mensaje, clarifica y lo vuelve accesible para las masas, que constituían la preocupación fundamental del Dr. Sun Yat-sen.
Podemos pensar que esta frescura y esta espontaneidad notables en el más grande conductor del presente y del futuro chino se debe a su juventud, pero también es necesario agregar a este aspecto el hecho cierto de que si desde su juventud el Dr. Sun trabaja por la superación de la República de China, esta juventud estaba cuajada de un toque de sabiduría humanística que se espera ver cimentada en un pensador sólo cuando la experiencia de muchos años vividos trae consigo una gran serenidad intelectual. Fuera de cualquier demostración antitética, no podemos menos que aceptar como un hecho comprobado que el modelo de vida intensa y trascendental que mantiene a la República de China dentro del tipo particular de su desarrollo capitalista acelerado, es un reflejo de la propia superación personal del intelecto del Dr. Sun, planteada en sus escritos con una profunda coherencia política/ideológica que inquietó e inquieta a muchos pensadores de otras regiones del planeta.
Es por ello que nuestro viaje a la China traía consigo un equipaje de interés especial; significaba, entre otras cosas conocer más de cerca la historia y el pensamiento del Dr. Sun Yat-sen, quien es mancionado en Occidente con algo de misterio y mucho de lejanía; lejania no sólo geográfica y temporal, sino semántica. Por esta razón, al poder tener a nuestro alcance algunos escritos del Dr. Sun el impacto no surge porque sus ideas sean totalmente desconocidas, sino debido a que sus planteamientos, ahora que no son simples menciones ni citas resumidas, se presentan con una 'cercanía', con una 'familiaridad' que los convierte en los mejores fundamentos ideológicos de una propuesta política cuyo ámbito se vuelve casi universal.
Es conveniente mencionar que el mismo Dr. Sun marca las diferencias propias de cada época y de cada nación, pero también es válido referirnos a su concepción de masa popular que siempre está alejada de la decisión administrativa ejercida por una minoría gobernante, a menos que esa masa asuma la responsabilidad de su propio gobierno, ya sea en forma representativa o por medio de la capacitación administrativa popular.
Esta capacitación era el sueño más preciado del Dr. Sun. Por ello, mantenía su mente abierta a toda la cultura universal. Esta es la motivación por la cual, cuando habla del concepto de Nacionalidad, el concepto que propone como la base de desarrollo posterior de la elevación del pueblo chino, explica su pensamiento al respecto con una forma de parábola científica, demasiado audaz quizá para su entorno y para su época; una tesis evolucionista que eleva naturalmente al hombre hasta convertirlo en "el alma de toda la creación", condición que le confiere el derecho a organizarse en un estadio social superior; el Estado, pero no sólo un Estado Nacional aislado, sino una organización política supranacional que se extienda a través de las alianzas 'convenientes' hasta llegar a constituir una organización de Estados amigos con los cuales se lograría "LA PAZ UNIVERSAL".