El famoso tenor español Plácido Domingo, llegó a Taípei el 29 de mayo, aprovechando un intervalo de su gira por el Japón, invitado por la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes (YWCA) y por Philip Morris, para ofrecer un recital en la Sala Nacional de Conciertos.
El espectáculo dio inicio a las 19:15. después de la interpretación del Himno Nacional de la República de China, por parte de la Orquesta Sinfónica Experimental Unida, bajo la dirección de Eugene Kohn, de Nueva York. La aparición del tenor en tuxedo negro, camisa, chaleco y corbata de lazo de color blanco, fue recibida con estruendosos y prolongados aplausos por parte del auditorio, entre los que figuraron el presidente Lee Teng-hui, el primer ministro Yu Kuo-hwa, el cuerpo diplomático y otras altas personalidades.
Dei Miei Bollenti Spiriti, de "La Traviata", sirvió de preludio. Luego, las dos piezas favoritas de Domingo: Vesti la Giubba de "Il Pagliacci" y E Lucellan le Stelle, de "Tosca", fueron entonadas con su maravillosa voz y con una fuerza sobrecogedora y al sumergirse en el sentimiento trágico y profundo de su personaje, su genial arte interpretativo logró hipnotizar al numeroso auditorio.
Sus interpretaciones comprendieron la flor y nata de algunas óperas y zarzuelas y presentó además algunos duetos,acompañado por la mezzosoprano colombiana Marta Senn. Al concluir su actuación y agradecer al numeroso público que puesto de pie lo ovacioaba cálidamente, Domingo les dijo:"En ustedes hay mucho de sangre latina".
Luego del espectáculo, fue ofrecida una recepción en su honor en el cuarto piso de la Sala Nacional de Conciertos, en donde el tenor recibió de manos del alcalde de Taipei, Hsu Shui-teh, las llaves de la ciudad.
Domingo regresó el 31 al Japón, para continuar allí sus recitales; sin embargo prometió que vendrá nuevamente a Taipei, para ofrecer una ópera completa. Todos los ingresos de su recital fueron donados a la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes, para obras benéficas.