Se dice que el llamado Nien (年) o año es el nombre de un animal fiero y salvaje que solía esconderse en el bosque. Al final de cada año, salía de su escondite para devorar a la gente. Por motivos de seguridad, el pueblo se cuidaba mutuamente y se limitaba a estar solamente en su casa. Durante toda la noche, quemaban leños de bambú, dejando oir el ruido explosivo para ahuyentar al animal. Al día siguiente, por la mañana, todo el mundo salía de casa, para felicitarse el uno al otro por haber pasado tranquilamente la noche sin haber sido atacados por la fiera (nien). Entonces nació la celebración del Año Nuevo. Por supuesto, esto es sólo una leyenda sin fundamento alguno.
Desde tiempo inmemorial, China ha sido un país agrícola; la gente se dedica todo el año al trabajo duro del cultivo de la tierra. Después de la cosecha de otoño, las gentes se hallan en su período más rico del año y los campesinos pueden finalmente tener algun tiempo libre para descansar; por eso, al final del año, celebran esta época de abundancia con la esperanza de otra próspera. Jubilosamente se despiden del año viejo y dan la bienvenida al nuevo año. Ordinariamente, después del solsticio de invierno, el humor alegre desaparece y cada familia está ocupada en comprar artículos y provisiones tales como bacón, tartas fritas o en vapor que son necesarias para la llegada del Año Nuevo. Además de esto, se hacen vestidos, se escoge un día propicio para limpiar la casa, se decoran los vestíbulos, se renuevan las tablillas de los antepasados, las mesas y sillas tendrán nuevas pinturas, se colocan flores de la estación en el jarrón de la mesa, y en la pared se pegan coplas y pinturas de año nuevo para presentar una vista fresca y alegre. Las pinturas especiales y las coplas son las características típicas en la celebración del Año Nuevo. Estas pinturas son ingeniosas obras de arte y poseen sus propios estilos y temas que insinúan buena suerte, vida larga, año próspero ... etc. Se dice que los populares retratos de los dioses de las puertas representan a dos hermanos llamados Shen Tu (神茶) Y Yu Lei (鬱壘) quienes, gracias a la imaginación del pueblo, poseen poder para derrotar a los demonios. Pero otra versión sostiene la teoría de que ellos representan a Chin Chiung (秦瓊) Y Wei Chíh Kung (尉遲恭). Sus fechas retroceden a la Dinastía Tang cuando, según se dice, el Emperador Tai Tsung provocó casualmente por equivocación la muerte del Rey Dragón del Mar Oriental Ao Kuang. Posteriormente, el emperador soñó con frecuencia que el Rey volvía para vengarse de él y, por tanto, ordenó a dos generales que vigilasen el lugar donde dormía. Con respecto a las coplas, tienen su origen en "el hechizo del melocotón". Al comienzo, su función era similar a la de los dioses de las puertas, o sea proteger contra los espíritus malignos. Sin embargo, ahora se han convertido en un arte de escritura pintoresca. Su belleza consiste en la apropiada descripción relacionada con la situación y estado personal.
El año que llega
El tiempo pasa, y llega entonces el día 8 de diciembre del calendario lunar que es conocido como La Pa (臘八). En ese día, según la costumbre, la gente disfruta del potaje La Pa. Otra fiesta conocida como Wei Ya (尾牙) cae el 16 de diciembre. En ese día, los dueños invitarán a sus empleados. Luego del Wei Ya, llegará pronto el Año Nuevo Chino. El 23 o 24 de diciembre lunar se ofrecen sacrificios al "dios del horno". De acuerdo a las creencias tradicionales chinas, el dios del horno es el que tiene el control sobre la buena o mala suerte de la familia y quien subirá al cielo para rendir un informe de la tierra una vez al año en ese día. Por eso la costumbre exige que aparte de matar animales como sacrificio, se prepare una clase de melón dulce especialmente hecho para endulzar la boca del dios, quien hará así un informe favorable sobre la tierra a la cual llegarán todas las bendiciones de Dios. Estas fiestas son, en efecto, el anuncio del Año Nuevo.
En víspera del Año Nuevo, se preparan carnes, tartas y frutas para honrar a los antepasados, actividad importante realizada de una manera muy solemne y sincera. Agradecer por lo que ha recibido uno en el pasado y recordar a sus ancestros son las doctrinas de la ética china. El culto a los antepasados expresa el amor filial no sólo a los muertos sino también a los vivos. La familia entera participa en la ceremonia dirigida por el cabeza del hogar. Se queman pebetes, velas, dinero de papel y luego, para añadir más el ambiente dichoso, se encienden triquitraques. Después de esto, empezará la cena del Año Nuevo. Para los miembros que no pueden volver a casa, se deja un asiento, un vaso de vino y un tazón de arroz como si ellos estuvieran participando de la cena. Tal acción puede parecer ridícula, pero representa la noción profundamente arraigada de la unión familiar china. La cena, sin duda, es rica: pollo, pato, carne, pescado, etc. están incluídos. El estilo de la comida varía ligeramente dadas las diferentes regiones y costumbres, pero nunca falta el plato de pescado que tiene que permanecer intacto y nadie puede probar. El pescado es llamado "Yu" en chino y tiene el mismo sentido que la palabra china que significa "sobra"; por consiguiente, el no probar el pescado quiere decir que todos los años habrá comida suficiente. El territorio chino cubre una extensión amplia. En el área continental donde no hay ríos y está lejos el mar, ¿cómo harán los habitantes cuando no consiguen obtener ningún pez? Pues tendrán un substituto: un pescado hecho de madera será puesto en un plato con condimentos para color y olor. Como no lo van a comer de ninguna manera, el sabor no tiene importancia.
Terminada la cena, llegará la hora en que el cabeza de familia distribuya un sobre rojo para los niños de la casa. El sobre rojo es también conocido como "dinero de buena suerte" y se llama en chino Ya Sui Chien (壓歲錢) o Li Shij (利市). Por la noche, toda la familia se junta al lado del fuego. Al mismo tiempo, se hacen bromas y se juega a los dados para velar la víspera del año. Cuando dan las doce, empieza el Año Nuevo. Se oye la explosión de triquitraques y la puerta queda abierta para dar la bienvenida a los dioses de la riqueza. No hace falta decir que ningún dios es considerado demasiado; mientras más, mejor; por esta razón, habrá que gastarse mucho dinero como señal de agradecimiento cuando vengan los dioses disfrazados de hombres a la casa. De este modo uno tiene que ser perdedor antes de que pueda ser ganador . ¿Vale la pena?
Otro año que comienza
Levantándose temprano en el día del Año Nuevo, toda la familia, tanto mayores como menores, van a saludar con respeto a sus padres. En el pasado, el homenaje se realizaba inclinando la cabeza y arrodillándose en el suelo. Pero ha sido gradualmente simplificado. En cuanto a las hijas casadas, la costumbre indica que ellas vuelven a casa al segundo día del Año Nuevo para saludar a sus propios padres, puesto que el primer día es el más importante y en el que todo el mundo tiene que actuar en conformidad con el concepto chino de auspicios. Con respecto a la comida del Año Nuevo, las tartas y caramelos para entretener a los invitados contienen todas un significado de auspicio. Los budines, por ejemplo, simbolizan un precioso lingote; el potaje en cacerola, la felicidad hogareña; los fideos, vida larga; semilla de loto, unión familiar y semilla de melón, numerosos hijos. No obstante, en el mismo momento, también hay que evitar muchas otras prácticas, tales como barrer al primer día del Año Nuevo; pedir préstamos a los vecinos, hacer que llore un niño y romper las vajillas. ¿Qué se debe hacer si por descuido uno rompe alguna vajilla? El remedio es decir "Sui sui ping an" que quiere decir en chino "Sea un año tranquilo y pacífico". El motivo detrás de todas estas supersticiones no es otro sino solamente el preservar la buena suerte.
Durante el período del Año Nuevo chino, se intercambian saludos entre amigos y parientes. También existen mutuas invitaciones para festejar la fecha, lo que es conocido como el banquete de primavera en el que la gente normalmente disfruta hasta el máximo. Entretanto, actividades tales como la procesión de dioses, varios concursos y las danzas del dragón y el león se ponen en escena casi todos los días. El resultado es que se oyen los ruidos de los tambores, el estruendo de los batintines y la explosión de los triquitraques por todas partes. Tales excitadas escenas no acaban hasta el día 15 de enero, cuando la tranquilidad reina otra vez en el país y el trabajo retoma a su normalidad.