El periodista Graham Earnshaw del London Daily Telegraph, reveló en un despacho desde Pekín que los obispos católicos chinos deben jurar obediencia al partido comunista, antes de que se les permita llevar a cabo sus deberes en China Continental.
Citando una información de un periódico del centro de China, el corresponsal indicó que el nuevo obispo Chang Hsin, de la ciudad de Taiyun, Shansi, se arrodilló ante el altar y, colocando sus manos sobre una biblia, juró: "apoyar firmemente la dirección del partido comunista chino y el gobierno popular, seguir el camino socialista, respetar la constitución de la 'república popular China' y todas las leyes y decretos expedidos por el gobierno".
Shanghai: Arrestados más sacerdotes
La policía de Shanghai arrestó a cuatro sacerdotes chinos, incluyendo tres jesuítas, indicaron fuentes católicas.
Los informantes identificaron a los cuatro como Vincent Zhu Hongsheng (65), Joseph Chen Wutang (73), Stanislas Shen Baishum (79) -todos jesuítas- y Fu Hezhou (70).
EI Padre Vincent Zhu, de quien se dice había sido visitado por muchos extranjeros en Shanghai en los ultimos dos años, fue arrestado al parecer y entre otras cosas- por mantener contacto con la Santa Sede y enviar información religiosa al exterior.
Las acusaciones exactas no fueron conocidas, pero las fuentes dijeron que los cuatro sacerdotes habían rehusado unirse a la "Asociación Católica Patriótica" china y, en consecuencia, fueron enviados a campos de concentración rural. Arrestado por primera vez en 1954, el Padre Vincent Zhu fue mantenido en prisión hasta 1960, cuando fue sentenciado formalmente a 15 años. Posteriormente estuvo otros cinco años en un campo de trabajo.
En 1979 fue rehabilitado y trasladado al hogar de su hermano en Shanghai. El Padre Stanislas Shen estuvo 24 años en la cárcel hasta su liberación en 1979.
EI año pasado, sin embargo, fue enviado de nuevo a un campo de trabajo y allí enfermó.
Segun los portavoces, los anteriores son claros ejemplos de la persecución que continúa enfrentando la Iglesia Católica en China Continental.
¿ Vive Monseñor Gong?
El ex Obispo de Shanghai, Monseñor Ignatius Gong Pingmei, continúa vivo en prisión, según informó uno de sus viejos colegas.
En un artículo publicado en el South China Morning Post, Peter Humphrey indicó que Monseñor Dominic Tang, un jesuíta a quien el Vaticano designó como Arzobispo de Cantón en junio, dijo que allegados del Obispo Gong le habían enviado recientemente paquetes conteniendo ropas y que ellos habían sido informados a su vez de que él había aceptado los despachos.
El Obispo Gong, quien fue consagrado antes que los comunistas usurparan el poder, fue hecho prisionero en 1955, acusado de "contrarrevolucionario" y "agente imperialista" luego que públicamente se negó a apoyar la posición de China Comunista en la Guerra de Corea.
Anteriormente había resistido los movimientos del régimen para poner a todas las órdenes religiosas existentes en China Continental bajo el control estatal de las "asociaciones religiosas patrióticas".
El estado de salud del Obispo Gong y su paradero han permanecido en el misterio durante 25 años y su encarcelamiento, junto con el de muchos otros antiguos líderes religiosos, ha sido un punto de contención entre el Vaticano y China Roja.
La "Iglesia Católica China" rompió relaciones con el Vaticano en 1957, para continuar bajo el régimen comunista, el cual exigió el rompimiento de la obediencia con organizaciones extranjeras.
El Vaticano rehusó reconocer a la "independiente" iglesia china.
Después de la excarcelación y reconfirmación de Monseñor Tang como Arzobispo de Cantón el año pasado, se especuló que el Obispo Gong podría también ser puesto en libertad.
Pero no se tomó paso alguno en este sentido ni se hizo mención sobre el particular en la prensa chino-comunista.
El nombramiento Papal de Monseñor Tang como Arzobispo de Cantón y la subsecuente crítica que esto provocó entre la "iglesia" de China Comunista y los dirigentes del régimen, ha hecho que la liberación del Obispo Gong parezca ahora más improbable.
En las posteriores diatribas contra Monseñor Tang, la organización "católica" de Shanghai lo ha acusado de confabularse con el Obispo Gong en la realización de crímenes contrarrevolucionarios.